Arpillería, mujer y memoria

5.692

Por Pierina Denegri

Violeta Parra, en 1958, ya bordaba sobre arpillera (yute). Se estima que la folklorista chilena fue una de las precursoras de esta técnica textil. En sus primeros trabajos, a través del uso de hilos de diferentes colores y grosores, Parra representó figuras humanas, animales y escenas que recuperaba de la realidad y otras que aparecían en su imaginación. Con la dictadura de Augusto Pinochet, se empezó a usar como un registro de los delitos y actos de lesa humanidad que se perpetraban día a día.

La aparición de esta técnica en nuestro país es incierta. Algunos creen que se dio en la década del 70, cuando un grupo de alemanas expuso algunas piezas en el colegio Humboldt.

Han pasado 60 años desde que Parra plasmó por primera vez sus testimonios en la arpillera y ahora este arte es uno de los protagonistas de Recreando memorias: arpillería, mujer y testimonio, exposición presentada en el LUM, en la sala Mamá Angélica.

Arpillería

Arpillería

La muestra se divide en dos partes. En la primera, se reúnen siete piezas de la colección del Museo de la Memoria y Derechos Humanos de Chile, explicando el origen de la técnica en ese país. La segunda expone dos experiencias nacionales: Mama Quilla, organización de mujeres desplazadas por la violencia, y la Red para la Infancia y la Familia (Redinfa Perú), que recogió testimonios –previos al trabajo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación– que se convirtieron en arpilleras.

Esta iniciativa forma parte de un proyecto dedicado a rescatar la memoria nacional a través del arte, que nace de la asociación del Museo Nacional de la Cultura Peruana y la Dirección de Patrimonio Inmaterial, detalla a este diario la curadora de la exposición, Diana Lavalle.

ENTRE HILOS Y TELAS

La arpillera es un tejido fuerte y áspero, que usualmente se utiliza para sacos de carga. Este material le da nombre a la arpillería, técnica que consiste en retratar o crear alguna escena a base de coser o bordar manualmente trozos de diferentes telas e hilos.

Lo interesante es que es una herramienta de comunicación para denunciar las violaciones de derechos humanos y protestar contra otros abusos; también es una forma de resistencia política y sirve como terapia para expresar lo vivido.

Arpillería

Del Museo de la Memoria de Chile.

VOLVER A EMPEZAR
Es el caso de las mujeres que pertenecen a Mama Quilla, una asociación de familias desplazadas, víctimas de la violencia política.

En 1986, alrededor de 60 familias provenientes de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac y Huancayo se asentaron en Huaycán con el apoyo de la Parroquia de Ate Vitarte y los dirigentes fundadores de dicha comunidad. Desde ese momento, un grupo de mujeres quechuahablantes se reunió para compartir sus pensamientos, pesares y esperanzas. La arpillería se convirtió en un ingreso económico y en una narrativa vivencial. De esta forma, posicionaban su identidad dentro de la comunidad, a pesar de problemas como la exclusión, la pobreza y las secuelas de la violencia a nivel personal y colectivo.

Si bien tenemos las fuentes bibliográficas para conocer lo que vivió el país en las últimas décadas del siglo pasado, las arpilleras son un acercamiento didáctico, íntimo y emotivo con parte de la realidad que nos tocó vivir. Otra oportunidad para la memoria.

DATOS:

– Recreando memorias: arpillería, mujer y testimonio está en la Sala Mamá Angélica del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (Bajada San Martín 151, Miraflores). Va hasta el 3 de junio.
– De martes a domingo, de 10 a.m. a 6 p.m. Libre.

Publicado por Perú21

También podría gustarte