Centro de Fotografía de Montevideo: espacio de transformación

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En una época en que la fotografía se devanea entre lo artístico y lo periodístico, que se posiciona como posible mediadora entre el pasado y el presente, entre la memoria y la consolidación de una identidad, el Centro de Fotografía de Montevideo (CdF) se convirtió en un espacio de transformación: si bien la fotografía aún no integra los programas de educación formal, desde hace 15 años el CdF está consolidando potentes políticas de acceso, conservación y difusión vinculadas con la fotografía. Este proceso continúa, ahora, con la inauguración de un Centro de Formación Regional, con un primer programa dedicado a la conservación del patrimonio fotográfico. Si bien el año que viene continuarán con otras líneas dedicadas a la edición y a la producción fotográfica, este comienzo respondió a una “urgencia”. Según Daniel Sosa –director del CdF–, el centro se dedicará a la formación en distintas líneas que consideran prioritarias, y que ya están trabajando desde el CdF. “La primera línea se dedicó a la conservación de archivos fotográficos porque es la que presenta una mayor carencia, y si se pierden las fotos, se pierde el archivo”, precisó.

Como referencia tomaron el centro de formación que Grant Romer fundó en el museo neoyorquino George Eastman House (en 1989), y el de la fundación carioca Funarte, pero ambos cerraron hace un tiempo. De este modo, comprobaron que la necesidad de formación no sólo era local sino también regional, y eso les habilitó la sustentabilidad del proyecto y la generación de sinergias con aquellos que compartían las mismas problemáticas, pero estaban más avanzados en lo que tiene que ver con la formación –ya que, en otros países, las universidades cuentan con programas vinculados a la preservación de la fotografía y los documentos en general–. Atendiendo a esta realidad, comenzaron a diseñar este proyecto junto con el mexicano especialista en conservación Fernando Osorio, y con el apoyo de Romer. Al poco tiempo, el centro obtuvo también el apoyo de la fundación argentina Proa –que ofrece una beca latinoamericana y otra uruguaya–, el auspicio del Comité regional para América Latina y el Caribe de la UNESCO, el apoyo académico de la Universidad Católica del Uruguay, del Ministerio de Educación y Cultura [que inscribe a tres personas de distintas instituciones y, por eso, en esta oportunidad participaron funcionarios del SODRE, el Museo Histórico Nacional y la Biblioteca Nacional], y el Centro de Formación de la Cooperación Española. Para esta primera etapa se convocó a 14 docentes del exterior, y la mayoría de los alumnos seleccionados fueron de Perú, Chile y Argentina, que viajaron a Uruguay motivados por el interés de aprender a preservar las imágenes y su legado. Entre los ejes temáticos a trabajar se encuentran la historia de la fotografía y de su tecnología, química y ciencias fotográficas, mecanismos del deterioro fotográfico y documentación del patrimonio, entre otros.

En paralelo, y continuando con sus líneas de acción, el 25 de mayo el CdF inaugurará una mediateca, con la que se habilitará el acceso a la biblioteca del centro.

Publicado en La Diaria
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