II Bienal Latinoamericana de Joyería

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Se realiza en Argentina la II Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea

Por NodalCultura

La II Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea es un megaevento cultural y artístico cuyo eje central es la realización de un concurso latinoamericano, con jurado internacional, que culmina con una exposición de la obra de los artistas participantes en el Museo de Arte Popular José Hernández, la premiación a los 8 ganadores, un catálogo impreso de alta calidad.

Junto al evento central del concurso, y durante dos meses, se realizan exposiciones simultáneas, jornadas, talleres, conferencias y actividades que convierten a CABA en el polo latinoamericano de la joyería contemporánea.

La Bienal es el único evento de este tipo y magnitud que se realiza en Latinoamérica, y trae el centro a nuestro lugar, permitiéndonos evaluar nuestro propio trabajo desde nuestra cultura, favoreciendo el desarrollo identitario de un arte que como todos necesita de raíces locales y lazos continentales. Confirmando la necesidad de esto entusiastas participaciones de Colombia, México, Venezuela, Uruguay, Argentina, Chile, Perú, Brasil, Puerto Rico, y latinoamericanos residentes en Italia e Israel.  

El jurado de selección escogió 190 piezas de 123 artistas. El catálogo muestra parte de la obra que se presenta entre el 14 de septiembre y el 4 de noviembre de 2018 en el Museo de Arte Popular José Hernández.

Durante la II edición, la bienal albergará veintitrés exposiciones simultáneas, entre ellas cinco exposiciones extranjeras, que se mostrarán en espacios oficiales como el Museo de la Historia del Traje, la Galería Buenos Aires Sur, la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, el Centro Cultural de la Ciencia, el Centro Cultural Islas Malvinas de La Plata, el Museo Histórico Municipal de Ituzaingó, el Instituto Municipal de Cerámica de Avellaneda, la Escuela Municipal de Artesanías y Folklore de Avellaneda, y en espacios asociativos y privados como el CAAT, la Galería Autoría, la Galería Las Victorias, Estudio Joya, y 847 Estación de Arte (Junín).

La bienal es el evento necesario que viabiliza la comunicación, la generación de redes de colaboración creativa y económica, el encuentro y el desarrollo artístico y cultural de nuestros países en lo que a joyería contemporánea se refiere.

Desde NodalCultura conversamos con una de sus organizadoras, Laura Giusti, y con la artista chilena ganadora de la Bienal, Vania Ruiz, que fue reconocida por su pieza «Las nuevas vecinas».

¿A qué blico están dirigidas las muestras? ¿Cómo se imaginan la relación de un público no habituado con las piezas expuestas?
Laura Giusti: Las exposiciones de la bienal están dirigidas no sólo a los artistas de la joyería contemporánea, sino (y sobre todo) al público en general, a quienes no la conocen o sólo muy vagamente. Nos interesa recibir esa mirada, interpelar la sensibilidad y los preconceptos de quienes llegan a la joyería contemporánea por primera vez. Queremos interesarlos, e invitarlos a mirar de una nueva manera.
Es interesante la respuesta del público a las exposiciones de joyería contemporánea: genera entusiasmo, curiosidad, emociones diversas, nunca indiferencia. Cuesta al imaginario cultural asociar estas piezas de materialidades y formas nada convencionales con la palabra “joya”, que remite tradicionalmente al metal, la piedra preciosa y el ornamento lujoso. La joyería contemporánea mueve el piso del sentido común instalado, hay que reacomodar las ideas para poder incorporarla y permitirse observarla sin prejuicios. Muchas veces, el artista juega con el prejuicio del observador para completar el sentido de su obra. La dialéctica se cierra en el momento en que quien observa la pieza dejó de sorprenderse por lo “raro”, y ve la obra de arte.
Nos alegra mucho que ese proceso se esté dando cada vez más, y que el público de la joyería de arte latinoamericana sea cada vez más amplio. La bienal viene siendo fundamental en la construcción artística y cultural de un nuevo significado para la palabra “joya” en Latinoamérica.

¿Cuál es la relación entre arte y joyería, una materia habitualmente conocida desde una lógica del consumo (o en muchos casos subsumida en artesanía, una forma despreciada por cierta elite del arte)
LG: Pensamos la joyería de arte como piezas de arte imaginadas para el cuerpo humano. Hay un diálogo entre quien crea, quien ve, quien porta una pieza de joyería de arte, una comunicación que difiere del mensaje lato de la joyería como artículo de lujo. La joyería contemporánea es parte de un proceso creativo que tiene todos los pasos del proceso creativo artístico, y el resultado es una pieza de arte. Ese proceso puede ser artesanal, en todo o en parte; puede incorporar otros medios no artesanales; pero sobre todo expresa el desarrollo del lenguaje propio del artista, conceptual y estéticamente.
La artesanía es un mundo con el que tenemos contacto directo y frecuente, hay artistas de la joyería contemporánea que viven de su trabajo como artesanos, o que utilizan el trabajo artesanal como único modo de creación. Sin embargo, no nos abarca, ni son coincidentes los límites de una y otra.

 El evento se organiza alrededor de una joyería que es a la vez latinoamericana y contemporánea. ¿Cuáles son las condiciones que distinguen a la joyería latinoamericana y cuál es la particularidad de lo contemporáneo?
LG: Recorrer un camino común de identidad latinoamericana es una de las finalidades más importantes de la bienal. Creo que la pieza premiada de Vania Ruiz es un hermoso ejemplo de ambas cosas, en las que se conjugan lo latinoamericano y lo contemporáneo tanto en el concepto como en el material elegido para expresarlo y la forma de llevarlo a cabo.
El tema de la bienal fue Vecinos, y la manera en que los más de cien artistas lo desarrollaron es muy latinoamericana. La vecindad no es vivida de la misma manera en Latinoamérica que en otras partes del mundo. Aunque el tema dejaba la posibilidad de ser tomado de manera amplia (y no remitirse necesariamente a la relación entre personas que viven cerca) la mayoría lo tomó en su primer sentido, porque evidentemente movía mucha identidad. Esto se refleja en la exposición de manera muy fuerte.
La pieza que recibió el tercer premio es un broche de Rita Soto, que resignificó el tejido de crin de caballo, una artesanía tradicional de Rari, en Chile, y lo llevó a una estética completamente contemporánea. La pieza de Laura Leyt, ganadora del premio Joya Argentina, toma elementos de la construcción arquitectónica y el reciclado de bolsas plásticas para cuestionar la efímera vecindad urbana en un contexto de especulación inmobiliaria. La obra de Elvira Cibotti, tercera mención, recrea un poncho, una pieza que recorre la indumentaria cultural propia de toda Latinoamérica, en una delicada construcción hecha con papel de un atlas del continente americano.

¿Hay materiales o materialidades que sean comunes en la joyería de identidad latinoamericana?
LG: Hay un camino de búsqueda en materialidades propias (como el chaguar) o técnicas propias desarrolladas en base a materiales comunes (como el tejido de crin) que muchos artistas están recorriendo. Sin embargo, el orgullo por la propia identidad también es una construcción, y en Latinoamérica necesita más bien una re-construcción. La mirada hacia afuera siempre fue muy fuerte, y lo sigue siendo. Realizar la Bienal en Buenos Aires tiene como fin revertir esa situación, por lo menos en lo que a joyería contemporánea se refiere. Mirarnos, reconocernos, y querernos más.

¿Qué valor tiene para ustedes el encuentro con otros artistas de la joyería latinoamericana?
Vania Ruiz: Pienso que encontrarnos, conocernos y conectarnos es crucial para el desarrollo de este movimiento y de un pensamiento crítico. Creo que como joyeros latinoamericanos tenemos aún mucho por decir en nuestro propio lenguaje y no en lenguajes prestados. En la medida en que nos sumemos, este se irá enriqueciendo y fortaleciendo.

¿Cómo describiría su pieza Las nuevas vecinas?
Vania Ruiz: Es una pieza que suma varias miradas sobre la femineidad latinoamericana y el encuentro de estos distintos modos de ser mujer que coexisten, se encuentran y se influencian, en un país donde la inmigración se ha vuelto uno de los fenómenos sociales más relevantes de los últimos años.
Tomo el adorno doméstico, en este caso las flores artificiales, como una expresión de amor que tiene el poder de  apropiarse de un espacio para convertirlo en un hogar y lo uno con el adorno del cuerpo, las uñas acrílicas, como una manifestación de amor para sí misma, que no teme a la  exageración, la coquetería, ni se avergüenza de poder de seducción -ese gran poder- que nos ha sido naturalmente regalado . Diferentes modos de lo femenino: ser para otros y ser para uno mismo.

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