«No hay política cultural, no existe»

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Por Katherine Morales

La música siempre estuvo en su vida: para Pepita García Miró es como respirar, no lo puede ni quiere evitar. A los 17 años ahorró para comprarse un piano, pero no tardó en darse cuenta de que su instrumento predilecto era su propia voz. Actualmente tiene 59 años, y su experiencia como cantante y productora al frente de Cernícalo le han enseñado el difícil camino que enfrenta un músico peruano. Por ello, el 21 y 22 de noviembre, en el Ministerio de Cultura, lanzará la página web Giramos, una plataforma que facilitará el montaje de espectáculos musicales en Lima y provincias.

¿Cómo nació el proyecto?
Íbamos a ir con mi grupo (Encantos Andinos) a tocar a Ayacucho. Nos dijeron que el Teatro Municipal era un buen lugar. Fui, lo conocí y luego —cuando regresé a Lima— llamé a las personas encargadas en el municipio, pero todo estaba muy desorganizado. Era muy difícil separar el lugar, no me daban el número de butacas, y no tenían la lista de equipos disponibles. Tuve que volver a Ayacucho a preguntar, y eso me costó otro viaje. Es complicado para un grupo peruano viajar dentro del país, faltan herramientas. Por eso participamos en el Concurso de Innovación Sectorial 2017 de Innova Perú. La idea era obtener fondos para hacer una plataforma que sirviera a los músicos para hacer giras dentro del país.

¿Qué ofrecerá la plataforma?
Encontrarás los 150 locales que visitamos en Lima y en ocho provincias. Hemos hecho una evaluación de cada local: qué es lo que tiene y qué es lo que le falta. Por ejemplo, el número de butacas, equipamiento, fórmulas de alquiler, si cuenta con permiso de Defensa Civil, la acústica, si tiene rampas para personas con discapacidad, contacto, etc.

¿De qué suelen carecer estos locales en Lima?
El tema de la acústica es poco reconocido. La gente pone en los locales pisos que hacen que el sonido rebote, creando una masa sonora que no ayuda. Se ve muy bonito, pero es muy poco útil para el sonido. A los técnicos les falta conocimiento. Por eso, también queremos hacer una escuela itinerante de sonido, que pueda girar por las ciudades y enseñar bien cómo funciona una consola o cómo se ‘micran’ los instrumentos.

¿Y en provincias?
Es diverso. Por ejemplo en Arequipa hay locales que están muy bien, pero no son muchos, los puedes contar con los dedos. En Iquitos hay algunos increíbles, donde principalmente se presenta cumbia. En Huancayo existen espacios que son comedores o restaurantes que tiene un escenario pequeño y cuatro micros…

Giramos será una opción para que músicos y empresarios se conozcan…
Exacto, todos somos parte de un cuerpo. El dueño del local sabe que un intérprete va a venir con todos los consumidores de su música. Todos nos necesitamos. Los músicos necesitan el espacio para vivir, cobrar su entrada y con eso mantenerse; y el local la música en vivo, porque produce movimiento. Lo que estamos tratando de hacer es generar más negocio para todo el mundo.

¿Y los espectáculos de extranjeros en el Perú?
Eso es parte de lo que me movió hacer esto. Cuando estaba visitando mercados musicales fuera como programadora del festival ‘Siete Mares’, la gente decía: “Quiero ir al Perú, pero no solo me quiero quedar en Lima: ¿adónde vamos?”. Esta red va a facilitar que muchos músicos autosostenibles, que no son parte de una gran empresa, puedan encontrar la manera de hacer giras, saber dónde ir y con qué van a contar.

Dejaste de organizar ‘Siete Mares’ por falta de apoyo municipal. ¿Hoy lo encuentras?
De la Municipalidad de Lima directamente no. En el cuarto festival la Municipalidad me dijo que nos iba a facilitar el Parque de la Exposición, porque queríamos bajar costos para que las entradas estén a mejor precio. Sin embargo, poco antes nos cancelaron ese permiso, que era lo único que nos iban a dar (nada de dinero, como hacen las municipalidades de otras grandes ciudades).

También parte de los ciudadanos mostrar más interés por estos festivales, ¿no? 
Si yo supiera que ocho mil personas van a ir al festival, con eso estaría tranquila. Pero nunca se sabe. Las personas se quieren colar, todo lo esperan gratis, cuando les estás dando el menor precio posible.

A propósito de la coyuntura, ¿qué opinas las políticas culturales de los municipios? 
No le dan la importancia que realmente tiene para lograr el bienestar en una ciudad. En ese sentido, Susana Villarán y Andrade la tenían súper clara. Cuando hemos hecho la plataforma hemos investigado las políticas municipales, y salvo Miraflores, San Isidro, Barranco, el Rímac y un poco La Molina no hay política cultural, simplemente no existe. No se puede buscar una reunión con la persona a cargo de cultura porque ni siquiera la hay.

¿Qué ejes crees que se deberían impulsar al respecto en los municipios?
La música alegra a todo el mundo, pero también el teatro y las exposiciones. Hay que buscar una dinámica mucho más interesante de estímulo para los jóvenes. El arte te hace pensar y desarrollar tu propia creatividad. Si a ti te interesa el arte, pero no ves nada a tu alrededor, ni siquiera lo consideras una opción. Ahora, las políticas de los candidatos a la alcaldía, salvo Muñoz o Velarde, no hablan de cultura.

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