FIL Guadalajara 2019: políticas culturales, poesía y periodismo como protagonistas

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Descontento, poesía y un encuentro histórico marcan el inicio de la FIL

El arranque de la 33 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuyas actividades se extenderán hasta el domingo 8 de diciembre, se distinguió por las pugnas de parte de intelectuales, gestores y promotores de la cultura a favor del mejoramiento de las políticas públicas para las artes y las ciencias.

Los pasillos de Expo Guadalajara estuvieron abarrotados desde la primera hora de la mañana de este sábado, incluso antes de que la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, declarara inaugurado el encuentro editorial más importante de Iberoamérica

Reclamos en favor de la cultura

Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, y Raúl Padilla López, presidente del Comité Organizador de la FIL Guadalajara, durante su turno al micrófono en el protocolo inaugural de la feria, no acallaron los reclamos por el recorte a las universidades públicas y las pugnas para que la cultura y las ciencias se consideren como una prioridad para el Estado mexicano.

“Necesitamos avenidas no sólo para la promoción de la cultura comunitaria sino para una concepción de la cultura como factor estratégico de construcción de ciudadanía e impulso económico”, mencionó Padilla López ante la presencia de la secretaria de Cultura en la mesa de honor.

Dijo que los empeños ideológicos de la presente administración, si bien son explicables en el ámbito de la política y la decisión gubernamental, también son lesivos para la integridad, la honestidad y la libertad en el ámbito del arte, la ciencia y la cultura. Asimismo, lamentó que los recortes al financiamiento de las universidades públicas minen la capacidad de crecimiento y la mejora de la calidad educativa.

Por su parte, el gobernador de Jalisco, aprovechando la palestra, envió un mensaje al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cuando dijo que cometeremos un error histórico si justificamos la destrucción institucional del Estado de derecho a partir de la premisa de que nada funciona.

“En Jalisco queremos ayudar al presidente a transformar a México, pero eso sólo puede lograrse si todos entendemos que el debate de las ideas enriquece nuestra democracia, que lo nacional se construye también desde lo local, por eso vamos a hacer lo que nos toca para que el gobierno nacional corrija el rumbo en agendas fundamentales”.

De poemas, periodismo y narcotráfico

Pero este primer fin de semana de la FIL Guadalajara también fue ocasión para grandes conversaciones y encuentros sin parangón.

El poeta David Huerta fue el más ovacionado ahí mismo al recibir el tradicional Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances de manos de Frausto Guerrero. En su discurso de agradecimiento, el autor de obras como Incurable (1987) y La sombra de los perros (1996) ofreció un emotivo discurso de agradecimiento, plagado de dotes líricas.

Ese mismo día, más tarde, uno de las estrellas de la literatura en nuestra lengua, tan querido por su vasta obra escrita como polémico por sus declaraciones públicas, Mario Vargas Llosa, conversó con la periodista Laura García en ocasión de los 50 años de la primera publicación de Conversación en la catedral, una de sus obras fundamentales.

Ahí, el Premio Nobel de Literatura 2010 reconoció que, si tuviera que rescatar una obra de todo el trabajo de su vida, ésa sería la novela en cuestión, misma que le tomó tres años de trabajo.

Aprovechó la ocasión para explicar que si hay un reto fundamental en la labor periodística de la actualidad, ese tendría que ser el tener las herramientas suficientes para defenderse de las fake news.

Por la noche, durante la última conversación de la jornada inicial del encuentro librero, se suscitó un hecho inédito en la vida pública: la reunión entre el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño.

En este contexto, Santos explicó que eliminar la prohibición del consumo de las drogas podría ser una política audaz y efectiva para ir en el camino a la pacificación. En ese sentido, declaró: “México tiene hoy en día una posición muy especial de autoridad moral para hacer propuestas audaces en materia de la lucha mundial contra la droga”.

El Economista


Luisa Valenzuela: “Alentemos la irreverencia y la trasgresión»

Por Silvina Freira

La FIL Guadalajara es la feria más festiva del mundo. Luisa Valenzuela dijo lo que muchas escritoras sienten sobre este gran festival literario, donde dos mujeres asumen un rol fundamental: Marisol Schulz, como directora; y Laura Niembro, responsable de los contenidos. La edición 33° -que empezó el sábado con las palabras del poeta David Huerta, premio FIL de Literatura en Lenguas Romances- tiene a la escritora argentina como una de sus protagonistas principales. “Hoy vivimos en un mundo en movimiento constante. Detenerse a leer, sumergirse en un libro, no significa perder la marcha sino acercarnos a una comprensión de aquello que de otra forma arrasaría con nosotros”, afirmó Valenzuela durante la apertura del Salón Literario Carlos Fuentes y destacó que leer es una invitación a sopesar opciones para “no dejarnos arrastrar por la nefasta corriente que nos impone esta avasallante era tecnológica”. La autora de El gato eficaz, Cola de lagartija y El mañana, entre otras novelas, pidió que “estemos alertas” para que “nuestra rebeldía esté bien direccionada”.

La escritora y académica mexicana Rosa Beltrán presentó a Valenzuela en el auditorio Juan Rulfo de la Expo Guadalajara, donde estuvo también Silvia Lemus, la viuda de Carlos Fuentes. En anteriores ediciones, inauguraron el Salón Literario de la FIL Jonathan Franzen, Paul Auster, Salman Rushdie, Herta Müller, Sergio Ramírez, Nélida Piñon y Orhan Pamuk, entre otros. “Las noticias falsas llegan a nuestras pantallas con una terminología que apela directamente a nuestros más profundos sentimientos; cortesía de Cambridge Analytica, que robando nuestra información en las redes se valía de complejos algoritmos para descifrar nuestra personalidad -planteó la escritora argentina en un excepcional discurso que amalgamó lo literario y lo político-. Complejos algoritmos ofician de alquimistas, captando la información que colgamos en las redes, y producen la droga verbal que los bots y los trolls nos harán llegar por el ciberespacio para llevarnos a convencimientos espurios valiéndose de nuestras emociones”.

Valenzuela –que escribe y lee con el cuerpo; por eso su escritura es tan literariamente política- invitó a dar rienda suelta a la capacidad indagatoria y a la curiosidad para enfrentar “a las fuerzas reaccionarias y dogmáticas que llegan al extremo de cambiar gobiernos convenciendo a los votantes”, alertó la autora de Novela negra con argentinos. “Hoy es sabido que de esta forma obtuvieron su triunfo (Donald) Trump, (Mauricio) Macri en mi país, (Jair) Bolsonaro en Brasil y varios otros en el mundo entero; manipulaciones de la ideología que no siempre resultan pacíficas. Basta mirar a nuestra pobre América del Sur tan convulsionada hoy en día. El nefasto tecno-neoliberalismo no se rinde. En Bolivia, sin ir más lejos, se detectaron por lo pronto más de 68.000 cuentas falsas en Twitter respaldando el golpe pero negándolo como tal; obra de los algoritmos desencadenados”, precisó la escritora y advirtió que en Chile, “donde la lucha, a la inversa de Bolivia, se ha entablado contra el poder hegemónico y la represión es rampante”, apareció la consigna: “Más ritmo y menos logaritmo”.

El afán de hacer catarsis o expiación no la mueve a Valenzuela a escribir. Ella prefiere ir en busca de “lo que no puede ser dicho, pero que empujará los límites de lo decible”, aclaró la escritora. “Una novela, una serie de cuentos o poemas, nos abren a los mundos más diversos, permitiéndonos obviar obcecadas certidumbres, la falsa seguridad de fundamentalistas y amantes del autoritarismo. Lo que nos enriquece es el placer del conocimiento, de la indagación que nos llevará lejos, mucho más lejos de lo que podemos prever”, explicó la autora de Entrecruzamientos, un ensayo sobre la vida y las obras de Julio Cortázar y Carlos Fuentes. “Alentemos la irreverencia y la trasgresión. Ha llegado el momento de asumirlo plenamente en nuestra habla cotidiana. Las palabras también gozan y exigen transformaciones; por más incómodo que nos resulte, brego por el uso del lenguaje inclusivo –propuso Valenzuela-. El lenguaje es político y los posibles cambios van más allá de una mera formalidad. En español vamos aceptando, no sin reticencias, el uso de la E como vocal neutra, frente a las muy sexualmente cargadas A y O, si bien en lo posible conviene buscar los caminos menos ríspidos para limarle al habla cotidiana su duro estigma patriarcal”.

La escritora resaltó que en estos tiempos mutantes y acelerados “géneros literarios y géneros sexuales se confunden o imbrican” y comentó que en la última Marcha del Orgullo las asociaciones decidieron suprimir la sigla que signaba su comunidad. “Basta de LGBTTTI. Ni el signo + podía ya abarcar la dilatada diversidad en constante expansión. Les implicades alegan que esa taxonomía -travesti, transexual, transgénero, gay, lesbiana, etc.- es una imposición. La identidad puede ser mucho más compleja, el universo es amplio y plural. Y el alfabeto en su calidad de letras individuales, circunscriptas, ya no alcanza”, reflexionó Valenzuela. Antes del aplauso sostenido, con el público de pie, la escritora argentina recordó que las mujeres de los territorios ancestrales de Bolivia “ponen el cuerpo en defensa de quien consideran su líder natural, y alzan la voz y proclaman su ‘palabra florida’, su ‘sentipensar’, porque así de complejas, sutiles y poéticas son sus lenguas de origen”. El eco de una frase de las mujeres bolivianas quedó resonando en la FIL: “Hemos construido no sólo retóricas, sino resistencias, re-existencias”.

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