América Unida: bailarines de 11 países bailan por la integración

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«Estamos preparando un viaje por toda América. ¿Quieren venir con nosotros?”, pregunta la actriz. «Éste es un viaje leve de equipaje. ¿Trajeron su imaginación?”. Con esta invitación, el público comienza una aventura que duró entre los días 26 de marzo y 5 de abril, fechas en las que se realizó la décima edición del proyecto, presentando una serie de novedades. El director general de «América Unida”, el uruguayo Gustavo Verno, cuenta que el proyecto comenzó de manera simple, trayendo la visita de una delegación de Argentina a Uruguay, en 2004. Pero fue creciendo y hoy llega a reunir a artistas de 10 países de América del Sur y de México. «En esta edición, pudimos llevar al público a hacer un viaje imaginario por nuestro continente, viendo además de bailes, sonidos, colores e, inclusive, gastronomía”.
Cada país invitado trajo dos presentaciones de bailes típicos, con la exigencia de que uno de ellos fuese de origen indígena o afrodescendiente. «Al hablar de arte, no podemos tener una mirada exclusiva hacia lo que se llama cultura dominante, que se desarrolla y se multiplica en los países”, destaca Thiago Amorim, director de la delegación de Brasil. «Entonces, incentivar a las compañías a traer propuestas que involucren bailes originarios o afrodescendientes es una manera de reconocer la diversidad de la cultura popular en esos países, y establecer un movimiento ideológico en términos de inclusión de lo que muchas veces está invisible para la sociedad de una manera general en América Latina”, explica Amorim.
En poco más de una hora y media, quien vio el espectáculo pudo conocer una muestra de ritmos y bailes, que incluían: Refalosa Federal y Firmeza (Argentina); Caporales y Tobas (Bolivia); Lundu Marajoara y Samba (Brasil); Cueca y bailes Rapa Nui (Chile); Pasillo y Puya (Colombia), Sanjuanito y Amor Seco (Ecuador); La Negra y Luz y Sombra (México); Galopera Yeroky y Kamba Ñemboki (Paraguay); Wayña Valicha y Marinera Norteña (Perú); Candomblé y Chimarrita (Uruguay); Merengue y Tambores de San Juan (Venezuela).
Además de los bailes interpretados por parejas, el auge del espectáculo presentó dos coreografías colectivas, con los 22 bailarines, que este año abrieron la presentación con «Latinoamérica”, del grupo Calle 12, y cerraron con «El Arte de Volar”, composición creada especialmente para el evento.
De acuerdo con Roxana Gil, directora de la delegación argentina, el carácter no competitivo del evento lo hace diferente de los festivales tradicionales de baile en América Latina y en el mundo. «Para preparar las coreografías conjuntas en pocos días es preciso un trabajo de grupo, de cooperación, en el que todos tienen que estar lo más cerca posible, para que esa energía después se transmita en el escenario. La idea es compartir e ir aprendiendo y nutriéndonos unos de otros”, afirma.

FORMATO ÚNICO

Participante por primera vez, la bailarina brasilera Iris Neto considera que el formato permite una energía única, mediante la unión de los bailarines, directores y demás participantes de diversos países. «Es una experiencia diferente, que nos favorece como artistas y como seres humanos, pues aprendemos características y virtudes que cada delegación trae a través de su baile, música y otras artes”.

AMPLIANDO HORIZONTES

Además de las presentaciones, que se dan en espacios que van desde teatro hasta barrios populares, las delegaciones también realizan talleres de diferentes ritmos para profesores de baile y estudiantes de colegios de las ciudades visitadas.
En los últimos años, el proyecto busca ampliar su alcance, definiéndose como Encuentro de Folclore y Arte Popular. Thiago Amorim destaca que el baile folclórico involucra otras áreas del arte popular, como la música o las artesanías para los vestuarios. En ese sentido, entre las novedades de la edición 2015 estuvieron: la incorporación de una muestra de artesanías de 11 países, que acompañó al espectáculo, además de reuniones para articulación con artesanos de los países visitados.

Otras actividades nuevas fueron: un encuentro de los participantes con representantes de pueblos originarios, contribuyendo al debate y reflexión sobre el continente, además del encuentro de la memoria, reuniendo a familiares de los participantes y otras personas.

PRÓXIMOS PASOS

Siguiendo el proyecto de expansión hacia otros públicos, fue nombrada la sede del próximo año a México, que participó por primera vez en el encuentro juntándose a otros 10 países sudamericanos. Otro país centroamericano va a ser incorporado en la gira 2016, sumando un total de 12 países.
Los cargos de coordinación son rotativos; la argentina Roxana Gil será la próxima directora artística del espectáculo, teniendo apoyo de un guionista boliviano, un asistente de dirección venezolano y una preparadora física chilena.
«En ‘América Unida’, lo que se cuida es que no haya competencia, que seamos un solo grupo, que es lo que a veces le falta a esta América, ser una unidad y no estar fragmentada. Creo que esta muestra en escena, que contó con 22 bailarines, es una pequeña contribución a esa integración buscada”, afirma Verno.

Adital

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