Hasta el 31 de octubre se desarrolla el Festival de teatro de La Habana que comenzó con un mensaje especial del maestro Peter Brook

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El teatro inunda La Habana

Cuando un evento como el 16 Festival de Teatro de La Habana (FTH) comienza, el arte inunda cada centímetro de la ciudad y se convierte en báscula para culturas de todas partes del planeta.

La cita internacional, que desde 1980 inició sus andaduras, proporciona en esta decimosexta edición un variado programa capaz de satisfacer desde los más convencionales gustos hasta los postmodernos y vanguardistas.

Durante sus 10 jornadas de duración participan agrupaciones provenientes de 22 países representados por 37 espectáculos extranjeros y 13 cubanos, más dos de naturaleza mixta.

«Esta es una invitación sincera y una asistencia generosa de todos los que nos visitan; el Festival sigue creciendo y este año se recibieron unas 360 propuestas de espectáculos del exterior», especificó recientemente a los medios de prensa Noel Bonilla Chongo, director de Desarrollo del Festival.

Desde la propia iniciativa del Comité Organizador de dedicar el FTH a un genio del orbe como el director británico Peter Brook se notan las grandes expectativas que desde la Isla se forjan entorno a esta fiesta de las tablas, la cual se dilata desde el 22 hasta el 31 de octubre.

El día de la inauguración se emite un emotivo mensaje grabado del director británico para el público cubano. Así los amantes locales del teatro podrán sentirse un poco más cerca del autor que en este 2015 cumple 90 años de prolífica vida, destinada casi en su totalidad a una manifestación artística que promueve la viva interacción el actor y los espectadores.

Además el hijo de Brook, Simon, arribará a Cuba en su faceta de cineasta, de forma alterna al Festival presentará la película Tell me lies y participará en diversas ponencias y eventos teóricos incluidos en el programa oficial.

También entre los homenajeados entran los 30 años de la fundación de la compañía cubana Teatro Buendía, así como las tres décadas de vida artística de la maestra cubana Flora Lauten y la representación del Director Teatral. «La figura del director es muy reciente en el teatro mundial y con él surge el concepto de la puesta en escena, es importante recorrer esa historia. Peter Brook es uno de los monstruos sagrados vivos más relevantes para el teatro de nuestros tiempos», expresó Carlos Celdrán, director artístico del acontecimiento cultural.

Flora Lauten -agregó Celdrán- es una mujer que en la década de 1980 cambió totalmente el paradigma del teatro de Cuba y sentó las bases para que en nuestro país hoy se dirija de la forma en que se hace.

Por último, la directora de Relaciones Internacionales Dianelis Diéguez opinó que «el Festival de Teatro de La Habana tiene una excepcionalidad en su curadoría y es la naturaleza colectiva y de colaboración de la misma», dijo.

NO HAY FIESTA SIN PLATO FUERTE

Aunque lo anteriormente expuesto deja en claro la magnitud y relevancia de esta edición, sin lugar a dudas su plato fuerte son las casi 260 representaciones que en las salas de La Habana se llevarán a cabo.

Emblemáticos teatros como el Julio Antonio Mella forman parte de las 28 instalaciones destinadas a las reposiciones y estrenos que la capital de la mayor de las Antillas acogerá.

La obra escogida para dar inicio al FTH es Cuarentón, del Teatro Buendía, y cuya representación tendrá lugar en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba.

La Sala Avellaneda, del mismo recinto, se vestirá de gala y en la clausura del 31 de octubre reunirá a una delegación de 70 artistas que desde Mónaco vendrán para la ocasión, como parte del Ballet de Montecarlo que presentará el clásico Cenicienta.

En adición a Cenicienta, sobresalen obras como Ayer dejé de matarme gracias a ti Heiner Müller, del Teatro Konstanz (Alemania), El Bogotazo (Colombia) y O Cantil, de Teatro Máquina (Brasil), entre muchas otras.

Como una de las principales atracciones los productores citaron el espectáculo multidisciplinario Glory Box que desde Australia traerá un colorido acto muy asociado a las vertientes Cabaret y Casino, subgéneros casi desparecidos del ámbito teatral nacional.

Asimismo trascendió que entre las personalidades que integran el itinerario de esta cita universal de las tablas, además de Simon Brook, llegarán a la ciudad el cubano-francés Eduardo Manet, el español Guillermo Heras y la norteamericana Diana Taylor.

Se organiza también un extenso Evento Teórico, exposiciones de artes visuales, la mencionada muestra de cine paralela, con sitio en el emblemático cine Charles Chaplin y las fronteras del evento bienal se extenderán a barriadas y a un total de seis provincias del archipiélago nacional.

«El 16 Festival de Teatro de La Habana, más que vitrina, es puente abierto a presentes y futuros modos y formas de seguir encontrándonos con el teatro como ágora movilizante de la contemporaneidad», sostienen convencidos los organizadores en la página web oficial de este evento unificador.

Publicado en Prensa Latina

 

La cita inaugural de la XVI Edición del Festival de La Habana será en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional con la puesta deCharenton, de Teatro Buen Día (presentación única).

En la presente edición, el Festival rinde homenaje al grupo Teatro Buendía y a su directora, la maestra Flora Lauten, que celebra en 2015 tres décadas de creación. Además, el evento estará dedicado al eminente teatrista británico Peter Brook y a la dirección escénica.

Precisamente esta temática centrará un debate teórico que tendrá lugar en la Sala Villena de la UNEAC, el cual se espera sea polémico si los especialistas realmente se quitan las máscaras y proyectan su verdadera posición acerca de la reciente censura al cineasta y director teatral Juan Carlos Cremata.

A tono con las circunstancias de apertura de la Isla, este Festival contará con artistas escénicos cubanos radicados en el exterior. Muy especial será el regreso de la actriz Susana Pérez, con Volver a La Habana, una coproducción de Teatro Buendía (Cuba), e Ingenio Teatro (Estados Unidos), con texto de Raquel Carrió y puesta en escena de Flora Lauten y Lilliam Vega.

El Festival de Teatro de La Habana abre los escenarios de la Isla a las tendencias, ideas y propuestas de creadores de todo el mundo; y potencia diálogos entre colegas del patio y del planeta dedicados al arte teatral. Este año el evento supera las expectativas y las cifras alcanzadas en años anteriores, pues asisten a la cita 450 artistas de 22 países.

Entre los colectivos más sobresalientes que estarán en La Habana se encuentra el Ballet de Montecarlo, el Teatro Académico Komissazhevskaya de San Petersburgo; el Odin Teatret de Dinamarca; y el renombrado colectivo alemán She She Pop; además estarán Nederlander Worldguide Production y FUNDarte, de Estados Unidos.

Este año asume la dirección artística del Festival Carlos Celdrán, reconocido por su trabajo en Argos Teatro y por representar de manera visceral los conflictos de la realidad cubana, sin artificios ni rebuscamientos. Quizás por ello no sea coincidencia que la cartelera del evento teatral incluya en su programa un grupo de obras polémicas y sugerentes presentadas recientemente.

Es una excelente oportunidad para quienes no pudieron ver Triunfadela, por El Ciervo Encantado, con un texto construido a partir de la prensa oficialista cubana que deviene una transcripción del altisonante discurso ideológico imperante en el país, cargado de símbolos épicos y frases rimbombantes.

Vale la pena volver a ver Cuban Coffee by Portazo´s Cooperative, de Teatro El Portazo. Esta pieza se desarrolla en una suerte de Café, en el que el público es recibido por una enfermera. La obra pone en tela de juicio no solo la situación económica de la Isla, sino también el propio discurso del teatro, con un tono que llega a ser paródico.

Otra propuesta para no perderse es el cabaret Mujeres de la Luna, por Teatro de la Luna, estrenado en 2014 la pieza cuenta con un final simbólico en el que Raúl Martín profetizaba el encuentro Cuba y Estados Unidos; además de hacerle un merecido homenaje a la Reyna Celia Cruz.

También podrá verse Mecánica, de Argos Teatro, una obra que pone al público frente a los lujos con que vive la burguesía cubana y deja muy mal parada la tan pregonada igualdad de clases en la Isla, en cuya existencia ya nadie cree.

Una novedad que todos esperan es el work in progress «Harry Potter o se acabó la magia», nueva propuesta de Teatro El Público, dirigida por el Premio Nacional de Teatro Carlos Díaz.

Otra particularidad de la décimo sexta edición del Festival, y una tendencia que va cobrando fuerza en los eventos culturales habaneros, es que el público no tendrá que ir hasta los teatros para disfrutar de algunas puestas, pues obras de teatro callejero tendrán lugar en plazas y parques.

Teatristas cubanos radicados fuera de la Isla, polémicas obras estrenadas en Cuba y artistas extranjeros de 22 países marcarán las jornadas del XVI Festival de Teatro de La Habana, que tendrá lugar del 22 al 31 de octubre.

Publicado en Diario de Cuba

 

El sentido del teatro radica en darle al público algo distinto a lo que tienen en su vida diaria

¡Telón arriba, puertas abiertas, ya comenzó el festival! Ayer en la no­che, La Habana vio nacer la 16 edición de la cita internacional, en la sa­la Covarrubias del teatro Nacional. La obraCharenton, del grupo Buen­día —cuyos 30 años de creación son reconocidos en el evento escénico— fue la encargada de inaugurar el programa que, hasta el 31 de octubre, hará suyos disímiles escenarios, parques y plazas de la capital.

Un emotivo mensaje audiovisual del director y teatrista británico Peter Brook (1925), a quien también está dedicado este festival, fue transmitido durante la función, que contó con la presencia de María Elena Sal­gado, viceministra primera de Cul­tura; Gisela Gon­zález, presidenta del Consejo Na­­­cional de las Artes Escé­nicas; in­te­lectuales, teatristas cubanos y del mundo.

Dirigida a todos los participantes de la magna cita y al público de la Isla, la misiva de uno de los directores más deslumbrantes e influyentes del teatro contemporáneo dura poco más de ocho minutos y sintetiza, con profundo pensamiento crítico-estético y pragmático, el verdadero sentido del teatro.

“Estamos aquí en el Festival de Teatro y comenzaremos hablando de teatro y sobre uno de mis primeros descubrimientos, que me lleva a mis primeras impresiones sobre Cu­ba”, comienza diciendo Brook luego de un breve saludo en español.

“Descubrí muy temprano que la libertad en el teatro, la posibilidad de hacer algo vivo, bueno y nuevo es­taba directamente ligado a la cantidad de personas involucradas. Des­cubrí que cuando tuve que trabajar en teatros de ópera gigantes con un elenco de cien personas, no podía lograr la misma vivacidad y calidad, era más bien un esfuerzo excesivo y artificial. Entonces comenzamos a hacer improvisaciones y descubrí que un grupo de cuatro o cinco pueden improvisar si trabajan bien en conjunto.

“De la misma manera, descubrí que esto se podía lograr cuando trabajaba en teatros de cien y hasta de mil butacas, con un público tranquilo, cer­cano, activo y capaz de interactuar, siempre y cuando el espacio fuera bue­no, cómodo, con buena acústica y armonioso; pero si tratas de forzar las cosas y caer en las viejas reglas del show business, solo podrás lograrlo con la violencia o gritando o dando golpes, pero nunca lograrás nada profundo o bueno o sutil y por eso todo el sentido del teatro radica en darle al público algo distinto a lo que tienen en su vida diaria en la calle.

“En la calle estamos rodeados de ruidos, llenos de atuendos y de personas que corren de un lado a otro. Ir al teatro para vivir también eso, los mismos problemas y la misma violencia, no es interesante. Vamos al teatro a presenciar algo que se acerca a nuestra vida cotidiana y mis­teriosamente descubrimos al final que hemos tocado algo que nos so­bre­pasa, que nos da más valor y nuevas fuerzas, nuevas energías”.

Cuando visité Cuba por primera vez —continúa—, justo después del triunfo de la Revolución, “me emocionó descubrir que podía ser la sociedad modelo para todo el mundo, por la sencilla razón de ser a la vez un espacio pequeño y un pueblo pequeño con gran talento, gran vitalidad e imaginación y una gran capacidad natural para la improvisación”.

“Y mirando por esos días, presencié algo increíble que fue ver a Fidel parado en la calle mientras las personas se le acercaban en pequeños grupos, y le rodeaban y le hablaban de todos sus problemas sociales, co­tidianos. Descubrí algo posible, así que dejé Cuba con una tremenda es­peranza y expectación de que podía crear un modelo que pudiera interesar y asombrar y, de alguna manera, robarse la atención del mundo.

“Por supuesto, nunca pensé en las fuerzas de oposición que esto provocó y en las que ustedes han vivido tan valientemente hasta hoy. Y aho­ra con vuestro festival me siento muy conmovido y complacido de estar asociado a él.

“Este festival en La Habana, en este país que tiene un sentido natural de lo que solo se puede lograr cuando estamos todos juntos, muy concentrados en un lugar pequeño, me da gran esperanza y valor.

“El hecho de que tantas personas puedan venir desde tantas partes, de tantas culturas, razas, historias, religiones y trabajar juntos es algo que hemos conocido en el escenario del mundo a través de las Naciones Uni­das. Sin embargo, en la realidad, esto no es posible, es un gran sueño irrealizable, pero en los niveles de un festival de teatro sí es posible.
“A pequeña escala no podemos cambiar el planeta ni la sociedad, pero quizá por unas horas, vivir juntos una experiencia, puede cambiar nuestro mundo y es lo que nos hace recuperar la esperanza y el coraje.

“Entonces, con gran emoción, amor y cariño y todos los mejores deseos, con la única pena de que no puedo estar ahí con ustedes en este momento, quiero agradecerles y darles todo el amor a todos los amigos, no solo cu­banos, sino del mundo”, concluye.

Para este fin de semana, el festival ha programado presentaciones de elencos de España, Colombia, Ca­nadá, Perú, Alemania, Ecuador, Aus­tralia, Estados Unidos y, por supuesto, Cuba.

Publicado en Granma

 

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