#NiUnaMenos: el día que en Argentina se gritó BASTA! a la violencia contra las mujeres

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En Contexto
El 11 de mayo de 2015 a raíz de un femicidio cometido en una ciudad del interior en Argentina, comenzó en la red social twitter una campaña de movilización que superó todas las expectativas, se replicó en toda América Latina y se convirtió en una frase de lucha indiscutible y compartida en toda la región

En Argentina, el día lunes 11 de mayo se conoció que en la localidad de Rufino, al sudeoeste de  la provincia de Santa Fe, un pueblo de 20000 habitantes y cuya economía se basa en el sector agrícola, un joven de 16 años asesinó y enterró en el jardín de su casa a su novia de 14, que estaba embarazada.

Más allá del impacto que esta noticia causó en enormes sectores de la población, el crecimiento de la violencia contras las mujeres es una realidad concreta y constatada en nuestro país, no es problematizada como tal y queda subsumida entre el morbo y la información policial. Aun cuando se han realizado avances en orden a visibilizar y combatir la trata de personas para la explotación sexual, la violencia machista por la que muere una mujer cada 30 horas en el país y las prácticas sexistas que la sostienen simbólicamente, no dejan de reproducirse y multiplicarse.

A pesar de que en el año 2009 se sancionó la ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales (26.485), completa en cuanto objetivos, prescripciones sobre políticas públicas y precisa en tanto los procedimientos judiciales y las penas, el marco legal permanece prácticamente inaplicado en todo el territorio nacional.

tuits_niunamenosEn medio del hastío, el dolor y la indignación un conjunto de mujeres, muchas de ellas periodistas , a partir de una conversación espontánea en la red social Twitter organizaron en menos de una hora una convocatoria a una marcha al Congreso Nacional, que ya ha encontrando varios millares de adherentes entre las personalidades públicas, los medios y un amplio espectro de los partidos políticos.

Entre las convocantes está la periodista, editora y escritora Hinde Pomeraniec (@hindelita), con quien conversamos para conocer las circunstancias y las motivaciones que dieron lugar a la convocatoria masiva.

¿Cómo fue que empezó la necesidad de hacer algo y qué hizo que las redes sociales fueran un camino tan concreto para concretar la convocatoria?

En realidad aún estamos buscando ese camino, estamos construyéndolo. Por ahora tenemos una convocatoria. El antecedente directo que se vincula a esta campaña tiene que ver con una acción que llevamos a cabo hace un par de meses en el Museo del libro y la Lengua, que fue una maratón de lectura en contra de los femicidios , que había también surgido de las redes sociales, pero en ese caso a partir de Facebook, en lo que se dio como un chat privado de unas varias entre las que había varias activistas de las más conocidas por los derechos de la mujer como María Moreno, Marta Dillon, Gabriela Cabezón Cámara o Selva Almada, intelectuales y escritoras reconocidas. Esa actividad tuvo los tiempos de Facebook, es decir hubo tiempo de conversar, de cambiar ideas, de pensar el evento, de pensar un nombre. Surgió una página en Facebook que se llama Ni una Menos y salió muy bien, los medios lo reflejaron y además nos acompañaron padres de víctimas, como los padres de Wanda Taddei, los padres de Lola Chomnalez. Así quedamos conectadas y con la idea de seguir pensando acciones que tuvieran que ver con una campaña. Hasta ese momento habíamos concretado una acción. Esto había surgido a la luz del crimen de otra chica, Daiana, que también había sido tirada en una bolsa de basura  y a partir de ahí surgió una indignación general que desembocó en ese acto de lectura. En esta oportunidad, desafortunadamente, otro caso como es el de Chiara en Rufino, provincia de Santa Fe, también nos convoca, pero esta vez a algunas de nosotras que habíamos participado de la actividad de lectura, nos toma en twitter que tiene un vértigo que no es el de Facebook. Y cuando nos quisimos dar cuenta, en apenas una hora, ya teníamos preparada la fecha, el lugar, la hora y montones y montones y montones de hombres y mujeres sumándose a la convocatoria. La verdad es esa, los tiempos de las redes sociales no son los mismos en una que en otra y en este caso lo que ocurrió desde twitter fue de un vértigo apabullante en donde efectivamente se está sumando todo tipo de gente, no hay restricción, y lo que deberán saber entonces es que de estas cosas finalmente se rinden cuentas, es decir los políticos que felizmente se están sumando porque es una iniciativa políticamente correcta y los deja muy bien parados, posiblemente también esta actitud les vaya a significar que tengan que dar cuenta de esa presencia porque una de las exigencias que figurarán en el documento que se va a presentar es que se tome el tema de la violencia contra las mujeres como tema de campaña. Tiene que haber un compromiso al respecto. Y sobre esto tendremos que trabajar con el cumplimiento de la ley integral, de evitar los recortes en los presupuestos, del tratamiento en los medios de crímenes contra las mujeres. Es decir, habrá un montón de cuestiones que los involucran en el documento que se va a leer ese día.

¿Cuál es la situación de cumplimiento de la ley  16.485?

Yo no soy especialista en leyes, por lo tanto poco puedo comentar específicamente cuestiones referidas a la misma. Lo que sí puedo decir es que claramente las leyes no se están implementando, el plan integral no se está implementando. Podemos partir de una base concreta: las cifras oficiales no existen. No hay cifras oficiales de mujeres muertas a manos de sus parejas o de mujeres muertas en situaciones de violencia doméstica. Las únicas cifras con las que contamos son las que genera La casa del Encuentro que es una ONG. Empezamos con un problema básico que es que no podemos saber oficialmente cuantas mujeres muertas por estas causas hay por año. Esto es grave. ¿Cómo vas a implementar cualquier plan o cualquier ley si no sabes exactamente a qué te estás enfrentando? Hace unos días, alguien señalaba en este contexto que esto es casi para declarar una emergencia nacional. ¿Quién va a declarar una emergencia nacional sin datos oficiales? ¿En base a qué podría hacerlo? Ese es un tema esencial y por ello insisto en lo que van a ser las exigencias en relación con el documento que se va a presentar, para que esto tampoco quede simplemente en un encuentro para expresar indignación o perplejidad. Para eso nos quedamos escribiendo en twitter

La semana pasada en uno de los diarios argentinos –al menos en su edición digital- apareció un artículo titulado “Femicidios: cómo detectar a los que matan por amor”, que se apropia de la voz “femicidio”, surgida al calor de los debates de las mujeres luchadoras y lo vincula a la vieja idea machista que se mata a las mujeres por amor. ¿Qué están pensando en relación con los medios?

Hay mucho por hacer. Entre otras cosas hablando del tratamiento en los medios existen manuales y decálogos preparados por personas que se dedican a esto y más allá de las diferencias que puedan tener con uno o con otro, lo importante es leerlos, saber, conocer. Informar de lo que está pasando es lo que tenemos que hacer los periodistas, pero es nuestra la responsabilidad por la manera en que lo informamos también. Detenernos en detalles que tienen que ver con el morbo para que haya más “clicks” en realidad contradice la idea de que queremos terminar con esto. Visibilizarlo está bien, pero visibilizarlo como una película XXX, nos lleva a otra cosa. Entre las responsabilidades que vamos a demandar están las responsabilidades políticas, las responsabilidades individuales y las responsabilidades profesionales, en este caso para aquellos que cubrimos esta información desde todos los soportes.

Por tu labor profesional has viajado y conoces buena parte del resto del mundo. ¿Cómo es la situación más allá de nuestro país y como se trata la problemática en otros lugares?

Básicamente en general el periodismo amarillo existe desde siempre y es más o menos igual en todo el mundo, y podemos tomar como referencia los tabloides amarillos británicos en ese sentido. Por supuesto que eran conocidos y claramente el público sabía que en determinados medios se iba a encontrar con tratamientos más sensacionalistas de las noticias. Lo que empezó a pasar en los últimos años, tal vez podría relacionarse con el momento que aparecen las publicaciones online, incluso de los medios considerados más serios, es que se hicieron más pronunciadas cuestiones más escabrosos, o si queres de chicas con las colas en la arena por encima de cualquier otra cosa. Te encontrás con una nota de análisis con la foto del autor que es una persona muy seria ¡y al lado tenés una cola clavada en la arena seguro! Eso forma parte de lo mismo. Está bien informar cuando una mujer es asesinada y el modo y las circunstancias. Pero detenerse en lo escabroso del detalle por el morbo en sí, ya es una cuestión que nos supera, y entonces ya no sabes distinguir cuál es el medio que lo puede hacer seriamente y cuál es el que no. Se cruzó una frontera muy importante. Yo me acuerdo cuando llegaban las fotos a la redacción de Clarín de los accidentes o de episodios muy dramáticos en dónde definitivamente los editores decíamos, “esta no va” y ahora esa es la que van a buscar. Esto es tanto para el asesinato de mujeres, como para un accidente de autos o un descarrilamiento.

Algo que parece interesante de la emergencia de la campaña en las redes sociales es que allí, incluso en personas insospechadas de justificar la violencia, aquellos más progresistas, siempre aparece en el discurso, en el habla en las redes, formas de micro machismo ¿es posible que opere también en ese nivel el debate?

¿Sabés dónde encontrás eso mucho? Hay un prejuicio que aparece mucho en el caso de los asesinatos de las chicas jovencitas y lo primero que vas a ver algo con la madre de la chica. Vas a encontrarte rápidamente que o la madre estaba casada nuevamente veinticinco veces, o la madre le permitía salir y no sé qué, o la madre… Desde el caso de Candela en adelante, en general cada vez que aparece una chica jovencita asesinada en estos casos tan dramáticos, siempre empieza a construirse la culpabilización de la madre.  Es increíble pero te vas a encontrar con eso. En ese sentido las redes sociales son un espacio interesante porque tienen cosas muy buenas como por ejemplo poder convocar por buenas razones, pero el mayor problema que tienen es que la gente no se auto edita. Cada uno tendría que tener como el corrector de ortografía también un auto editor.

¿Cuáles son entonces los datos de la convocatoria?

Vamos a encontrarnos el miércoles 3 de junio a las 17 hs en la Plaza del Congreso, la idea es juntarnos ahí. Estamos trabajando consensuando un documento en el cual estamos trabajando también con la gente de La Casa del Encuentro, precisamente. La idea es tener un documento que justifique que no estamos haciendo un llamado para juntarnos a hacer un gran grupo de autoayuda, sino para tratar de salir adelante con propuestas que sean viables y con compromiso de las personas que las tienen que implementar.

Imágenes de una jornada popular

M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs) se define como «un colectivo fotográfico que surgió en Noviembre de 2012.  A partir de la firma colectiva y el trabajo colaborativo, concebimos la labor fotográfica como un espacio de exploración artística que busca interpelar al espectador desde una doble perspectiva: informativa y estética. Creemos que es importante relevar los hechos desde sus protagonistas, construyendo así una mirada cercana sobre la realidad».

Son probablemente quienes más creativamente han logrado atravesar la frontera entre lenguajes, integrando arte, crónica, periodismo e intervención social con una consistencia sostenida en sus diferentes coberturas.

Nacieron a fines del 2012 a raíz de la serie de las protestas contra el gobierno argentino, conocidas como «cacerolazos», luego de una serie de amenazas que recibe por sus cobertura realizada de modo independiente una actual participante del grupo, compuesto por 10 fotógrafos: Nahuel Domínguez, Ceci Estalles, Lina Etchesuri, Luciana Leiras, Nadia Lihuel, Mariano Militello, Gonzalo Pardo, Juan Francisco Sanchez, Florencia Trincheri, Nicolás Villalobos.

Según Gonzalo Pardo, M.A.F.I.A. «Como movimiento somos hijos de una época nueva, de una época digital, en la cual entran en juego las redes sociales. Nuestros trabajos se viralizan a través de ellas. Tenemos una forma propia de mostrar nuestro trabajo, ya que no dependemos de ningún medio tradicional para llegar a nuestro público. Eso es importante por nos da la posibilidad de no depender de líneas editoriales ajenas. La forma en la que trabajamos y las decisiones que tomamos en cuanto a lo que nos interesa mostrar y de que forma queremos mostrarlo, parten de los consensos que podemos encontrar dentro de nuestro colectivo».

Reproducimos parte de la cobertura #NiUnaMenos realizada por M.A.F.I.A. en la movilización llevada a cabo en Buenos Aires el miércoles 3 de junio de 2015

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Somos M.A.F.I.A.

A un mes de la convocatoria masiva #NiUnaMenos el colectivo organizador publicó un nuevo texto que evalúa los logros y los desafíos pendientes

A un mes de la masiva movilización del 3 de junio, el colectivo de mujeres que elaboró el documento leído en las Plaza del Congreso, publicó un nuevo texto que evalúa los logros y los desafíos pendientes. Como cambios notorios, se destaca que al día siguiente del acto los llamados a la línea 144 crecieron en un mil por ciento, y la línea sumó 50 operadores. Además, La Corte Suprema de Justicia convocó a las autoridades judiciales a colaborar en la confección del Registro de Femicidios de la Justicia argentina. Y el Gobierno Nacional, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, oficializó la Unidad de Registro de Femicidios

A continuación, el texto completo:

El llamado

Ni una menos, como consigna y llamado, nombró un estado de ánimo colectivo: el rumor social de la preocupación ante cada mujer asesinada o desaparecida, y el hartazgo frente a la violencia machista en diferentes escalas. El llamado caló de modo profundo porque preexistían, por un lado, el ánimo social y la conciencia de muchas y muchos y, por otro, el trabajo tenaz de grupos de militantes y activistas que crearon y forjaron los sentidos y las palabras para nombrar el problema en sus diversas formas. Que exista la categoría “femicidio” sin duda es resultado de esa tenacidad.

El lanzamiento de la convocatoria para el 3 de junio se dio de manera espontánea y produjo una confluencia de esfuerzos inesperada y fértil. En esa unión entre grupos de trabajo convergieron también perspectivas políticas diferentes, periodistas e intelectuales, estrategias organizativas y militantes, pericia en medios de comunicación y compromisos feministas. Las redes sociales, Twitter y Facebook, fueron claves en la difusión, con el carácter multiplicador y expansivo que adquieren los mensajes al viralizarse.

Multitudes

El acto de Ni una menos del 3 de junio tuvo lugar en más de 120 plazas y localidades del país. El llamado era amplio, invitaba a cada quien asistir con sus propias consignas, y esa invitación corrió como el agua porque había una preocupación común. Por primera vez en la historia argentina, una demanda de mujeres, hecha presente con el cuerpo en la plaza pública, fue tan masiva. Era el grito colectivo de miles que clamaban por el derecho a dejar de ser degradadas y maltratadas. Ni una menos, en la plaza del Congreso –y en todas las plazas convocantes del país– se vio multiplicado en cientos de frases y reclamos distintos, cada quien supo vincular la consigna con su propio mapa de preocupaciones y demandas y producir sus propios carteles y performances callejeras. Así, los movimientos de mujeres y feministas que defienden el derecho a la interrupción del embarazo convivieron con quienes condenan esa práctica, partidos políticos, movimientos sociales, adolescentes, estudiantes, trabajadoras y trabajadores con y sin sus sindicatos, personas independientes y grupos LGBTIQ –con gran presencia de las travestis y la denuncia de transfobia y asesinato de trans; todos y todas estuvieron allí para decir: Ni una menos y reclamar un cambio cultural que es responsabilidad colectiva.

La convivencia de discursos heterogéneos tuvo la dimensión de un acontecimiento: algo que no es del orden de la suma de las partes, que no funciona como agregado de demandas sino como novedad. Como el voto femenino, como los grandes derechos adquiridos, el alcance de la denuncia de la violencia machista, inscribe a este acontecimiento en los linajes por los cuales las multitudes ingresaron en la vida política nacional.

La hospitalidad

La del 3 de junio era una movilización bautismal para muchos y muchas, y su clave fue la hospitalidad. Una multitud que se movía lentamente y a la vez se cuidaba, que hacía del ámbito público un lugar hospitalario y no un estado de intemperie. La zona del Congreso se convirtió en espacio de escucha y caja de resonancia: aquello que las mujeres se contaban en secreto tuvo la oportunidad de salir del rincón de lo personal y lo privado para hacerse voz pública y política. Para aquellas que sufren la violencia machista, se logró tejer la trama de un lugar en el que pudieran decir su palabra. La denuncia fue un hilo fuerte de la movilización, pero no fue el único, porque de lo que se trata es de la legitimidad del decir femenino: de construir una hospitalidad para escuchar ese decir. Como acontecimiento, la convocatoria consiguió también instalar en la lengua popular palabras como “femicidio” y “violencia machista”. No es poco si se piensa en las palabras, equívocas y esquivas, con las que los medios de comunicación informaban del problema.

La pluralidad de la convocatoria, las diferencias entre quienes asistieron y, ya desde antes, en el grupo convocante, nos lleva a pensar en la transversalidad. Hacía tiempo que un tema no era construido como común más allá de las nítidas oposiciones en el espacio político, signadas por la confrontación entre oficialismo y oposición. El 3 de junio permite imaginar una salida a la dicotomía que no sea el optimismo reconciliatorio conservador: la posibilidad de pensar ciertos temas, afirmar valores, impulsar otras prácticas Una transversalidad renovada, en pos de una efectiva ampliación de los horizontes de la vida en común.

El sentido

El 3 de junio fue masivo y transversal como las manifestaciones que se producen cada 24 de marzo. En ellas hay acuerdo en un punto fundamental: la condena al terrorismo de Estado, que nos remite al pacto principal de la política argentina, que se escribió con la consigna “Nunca más”. El acto del 3 dijo Ni una menos y ahí ancló un sentido: construir entre todas y todos “un nuevo Nunca más”. Y así como el Nunca más se inscribe en la órbita de los Derechos Humanos, en este caso el femicidio no fue pensado desde la lógica de la seguridad o la inseguridad y del reclamo punitivista a los victimarios, sino entre las cuestiones de los derechos humanos de las mujeres.

La tonalidad fundamental de la plaza la dio el feminismo, que inundó las calles con sus consignas, sobre todo aquellas que dicen que lo personal es político y la que reclama la soberanía de las mujeres sobre sus propios cuerpos. Los distintos edificios públicos de Buenos Aires, desde el Congreso hasta la Casa Rosada, se tiñeron con las luces del violeta que engalana las luchas feministas.

Uno de los principales reclamos que se vieron por las calles fue el de las mujeres a decir “No” sin recibir castigo. Ese “No” que no soportan los hombres que golpean, violan o matan. Ese “No” que pone en escena a la mujer rebelde, que irrumpe y desestabiliza la comodidad machista y a la sociedad patriarcal en su conjunto. Ese “No” se enarboló en infinidad de carteles, hechos de manera casera y en manos de personas de todos los géneros y edades. No a la forma en que el sistema patriarcal pretende construirnos como hombres y mujeres, de manera binaria y unívoca. No a los patrones culturales que implican el avasallamiento de nuestros cuerpos, no a la vestimenta obligada, a los roles obligados, a la sumisión obligada. No al estereotipo de género que convierte a toda mujer en esposa y madre. No a una moral que juzga y castiga. En contrapartida, también se dijo “Sí”: Sí a las decisiones autónomas de las mujeres. Sí a la posibilidad de que todas y todos construyamos nuestras vidas de acuerdo a nuestros propios deseos. Sí a la libre decisión de las mujeres sobre su sexualidad y su capacidad reproductiva. Sí al derecho de todas las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, a elegir si quiere o no tener hijos o hijas, cuándo quiere tenerlos, cómo y junto a quién. Sí a parirlos sin ser infantilizadas ni violentadas en sus elecciones.

Hoy reclamamos que el grito colectivo sea escuchado por quienes toman decisiones. En medio de las campañas electorales que terminarán en octubre con la elección de un nuevo presidente convocamos a los candidatos y candidatas a que suscriban y se expresen sobre la agenda que se impuso mediante la presencia de las multitudes que tomaron la calle el 3 de junio.

Efectos y deudas

Fueron muchos los efectos inmediatos que se produjeron luego del 3 de junio. En principio, un efecto social, evanescente pero perceptible en la vida cotidiana, en las conversaciones en las escuelas, en la calle, en los lugares de trabajo: charlas y reflexiones sobre el tema, el ensayo de nuevas prácticas. También se produjeron efectos institucionales, entre ellos:

-Al día siguiente del acto, los llamados a la línea 144 crecieron en un mil por ciento, y la línea sumó 50 operadores.

– La CSJ convocó a las autoridades judiciales a colaborar en la confección del Registro de Femicidios de la Justicia argentina.

-El Gobierno Nacional, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, oficializó la Unidad de Registro de Femicidios.

-En Mendoza se instrumentó el patrocinio jurídico gratuito para las víctimas de violencia machista.

-En Chaco se anunció la creación de un Registro Único de casos de violencia de género, y la puesta en funcionamiento de un sistema de seguimiento de expedientes que ingresen por la órbita judicial.

– En la Ciudad de Buenos Aires, la legislatura votó de manera unánime el proyecto para que las Unidades Fiscales especializadas en Violencia doméstica funcionen con rango de ley.

-En Trelew, un fallo judicial condenó a un hombre por desobedecer la prohibición de acercamiento a la víctima de violencia.

-En Rincón de los Sauces, Neuquén, se anunció la puesta en funcionamiento de un refugio para víctimas de violencia de género.

-La Universidad de Buenos Aires aprobó la creación de un protocolo contra la violencia de género.

-La UTE-Ctera y legisladores presentaron un proyecto para incorporar licencia por violencia de género en el Estatuto del Docente de la Ciudad de Buenos Aires.

-Se afirmaron políticas públicas que amplían el repertorio de caminos para la defensa de los derechos de las mujeres: desde la conversión en ley de la Asignación Universal por Hijo hasta la renovación del Protocolo de abortos no punibles.

-La Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, creó la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM). Entre las razones de su creación, a resolución afirma que “responde a un claro reclamo social”, materializado en “la histórica manifestación bajo el lema Ni Una Menos”.

Bastante sucedió y a la vez no alcanza. Muchas demandas siguen pendientes, inclusive el pasaje de los anuncios a la instrumentación. El Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, previsto por la ley 26.485, sigue sin hacerse plenamente efectivo, y el Protocolo de para la atención integral de las personas con Derecho a la interrupción legal del embarazo debería adquirir de manera urgente el rango de Resolución ministerial para que sea de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional. Se trata de derechos adquiridos, cuya defensa es necesaria para proteger la vida y la integridad de las mujeres.

El 3 de junio logró que el tema de la violencia machista se instale en la agenda pública y obligue a los poderes del Estado a responder con políticas. La convocatoria logró saltar el cerco marginal en que históricamente se encierran las demandas por la libertad y la integridad de las mujeres. Lo hizo recogiendo el malestar y el dolor social frente a las muertes, las heridas repetidas y el modo en que las víctimas son tratadas judicial y mediáticamente. Queda abrir todavía más la cuña para que los reclamos históricos sean audibles y visibles. Mientras diariamente crece la lista de víctimas de violencia machista, decimos Ni una menos. Porque son necesarios activismos cada vez más tenaces, militancias diversas y firmes entramados de voluntades, decimos Ni una menos. Porque es necesario expandir el tejido y la escucha, a un mes del 3 de junio, decimos, una y otra vez: Basta de femicidios. Ni una menos.

Miradas al Sur