Cayetano Quattrocchi: «La crisis nos ha golpeado muy fuerte, pero hay que continuar fomentando el hábito de la lectura»

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“Acá los escritores no pueden vivir de la literatura, porque el problema del paraguayo es que no lee”, se suele escuchar, triste y comúnmente, en cualquier ronda de conversaciones; no obstante, y es muy  señalado que desde el año 1991, Cayetano Quattrocchi, identificado, cuasi sempiternamente, por el tradicional tereré, haya mantenido viva la llama de lectura a través del editorial Arandurã, palabra guaraní que en castellano significa “Para el conocimiento”.

¿Cuán veraz es la afirmación de que el paraguayo no lee?

Decir que el paraguayo no lee es generalizar. El paraguayo si lee, y esto lo demuestra que hace 25 años, ininterrumpidos, que estamos en el mercado. En los últimos tiempos se ha podido notar un leve incremento del hábito de la lectura. Es cierto que hemos tenido altas y bajas, pero Arandurã editorial continúa.

Insiste en que se incrementado la lectura, sobre todo en los últimos años, no obstante le formulo la pregunta: ¿A qué se debe el poco hábito que existe en el país?

Los maestros en las escuelas, por lo general, tienen muy pobre preparación, por eso orientan lecturas muy básicas, y por eso no pueden hacer un buen seguimiento a esas lecturas. El maestro es una figura paradigmática en la vida de un niño, porque marca un antes y un después. Imagínese un maestro con poca preparación cómo puede influir en la vida de sus alumnos. Yo recuerdos a mis buenos maestros, usted a los suyos, y así, porque cada uno le enseñó algo, ¿no es cierto? Por otro lado, las familias tienden a pensar que la escuela termina en la escuela, no se dan cuenta que la educación de un ser humano es una mancomunada tarea en la que conjugan esfuerzos la familia, la escuela, y la sociedad. Nosotros nos hemos trazado la tarea de capacitar a los maestros para que estos puedan comprender lo que escriben nuestros autores. Los alumnos exigen buenos materiales, y buenos docentes también.

¿Por qué nace Arandurã Editorial? ¿Por qué en 1991 usted y Cecilia Rivarola, su esposa, pensaron, precisamente, en ese tipo de emprendimiento y no en otro? En un local de comidas, por ejemplo.

Queríamos algo que estuviera vinculado a la cultura, y Cecilia es sobrina del escritor Juan Bautista Rivarola Matto, y había visto bien de cerca todo el proceso de la editorial NAPA, propiedad del ‘Tío Papi’, como cariñosamente le decíamos, y así nació esto que ves acá. Fue una osadía, algo soñador, quijotesco, pero con muchas buenas intenciones. Para comenzar, Cecilia y yo, renunciamos a nuestros respectivos puestos de trabajos, compramos una computadora Apple, muy, pero muy modesta, y hacíamos reimpresiones de revistas y materiales educativos. Como éramos continuadores, de alguna manera, de la labor del “Tío Papi” nada mejor que publicar una novela de su autoría, y se nos apareció con “Bandera sobre las tumbas” que tiene, nada más y nada menos,  que tiene más de mil 100 páginas. Te cuento una anécdota. Como tuvimos tantos contratiempos, más que nada por un problema de infraestructura, para publicar “Bandera sobre las tumbas”, un gran amigo, el día del lanzamiento, me comentó “viendo todo esto ‘Bandera sobre tu tumba’ creo que el próximo libro”.

¿De cuántos ejemplares consta, actualmente, cada tirada de Arandurã Editorial por título?

De aproximadamente 300 ejemplares. Ese es el promedio. No es alto, pero esa cantidad nos ha permitido mantenernos liderando el mercado nacional, apoyando, fundamentalmente, la literatura paraguaya. Entiéndase escritores paraguayos, o escritores extranjeros radicados en nuestro país. Desde 1991 hasta ahora hemos publicado más de mil títulos que abarcan diferentes géneros.

¿Algunos títulos que me pueda mencionar?

No puedo olvidar “Bandera sobre su tumba”, de Juan Bautista Riovarola Matto, nuestra primera novela, y luego están, por ejemplo, “Pancha” de Maybell Lebrón, “Insurgentes” de Marcello Lachi, “Arsenio Erico, el ángel que jugó para los diablos”, compilación de Catalo Bogado Bordón y Gilberto Ramírez, “Tataypýpe junto al fuego” de Susy Delgado. Siempre hemos apostado a la literatura nacional, y ese es nuestro principal aporte. Nuestra gran contribución. Invitamos a todas y todos, mediante nuestras publicaciones, a redescubrir la identidad nacional a través de la literatura; invitamos a reír, soñar, llorar, a través de cada una de nuestras páginas. Hoy las editoriales se han multiplicado y las ediciones van adquiriendo cada vez mayor calidad, contenido y estética, en eso mucho hemos tenido que ver. Por fortuna, seguimos publicando, y publicando con calidad. En nuestro catálogo de autores tenemos a 2 Premios Nacionales de Literatura que son los poetas Maybell Lebron y Jacobo Rauskin, que recibieron los honores en los años 2015 y 2007, respectivamente.

La contemporaneidad está marcada, muy fundamentalmente, por los efectos de la crisis económica. ¿Cómo ha influido esta problemática en el mundo editorial?

Hay que comenzar por un aspecto importante y que a veces no se tiene en cuenta. En Paraguay, los insumos, no solo del mundo editorial, sino del rubro gráfico, se importan. ¿Por qué no podemos perder de vista esto? Porque el precio final del producto depende, mucho, del valor del dólar. El dólar sube, como está ocurriendo, y el precio de los libros tiene que aumentar. Al aumentar el precio de los libros el cliente ya se ve limitado a adquirirlo, y no porque no quiera, sino porque no puede. Entonces se da la disyuntiva, si aumentas no vendes, y si no aumentas tienes pérdidas. Yo me atrevo de afirmar que con la crisis económica hemos tenido pérdidas de hasta el 25%. La crisis nos ha golpeado muy fuerte, pero si algo tenemos claro es que hay que continuar fomentando el hábito de la lectura, porque de lo contrario lo que hemos avanzado retrocede.

Muchos afirman que no desembolsan más de 100.000 guaraníes por un ejemplar. Que el presupuesto que tienen en ese y de ahí no se pueden exceder. ¿Cómo contrarrestan esa influencia negativa que atañe a la crisis económica?

Estableciendo precios justos a la inversión, por ejemplo. No quiera pretender ganar millones con una edición de 300 ejemplares. También se organizan Ferias, en las que se establecen un valor accesible a cada libro. Ahora se está concretando, conjuntamente con la Municipalidad de Asunción, lo que se ha denominado como “Paseo de la cultura”, que son Ferias itinerantes por diferentes barrios de la capital. Comenzamos el pasado fin de semana por la Costanera.

Finalmente, ¿cuáles son los autores que considera referentes en la literatura nacional? Me refiero a escritores paraguayos.

Augusto Roa Bastos, sin dudas, el más grande, Gabriel Casaccia, y Juan Bautista Rivarola Matto. Insisto en el este último porque su novela “Bandera sobre las tumbas” es la concreción de 4 novelas que abarcan gran parte de la historia paraguaya. Y también me gustaría agregar a los poetas Manuel Ortiz Guerrero, Susy Delgado, y Jacobo Rauskin.

¿Algo que agregar?

Desde Arandurã Editorial seguimos fomentando la lectura, y a los autores nacionales. Es nuestro precepto y legado para el futuro. Nada nos ha detenido, nada nos detiene, ni nada nos detendrá. Es nuestro granito en el desarrollo de nuestro querido Paraguay.

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