Solsticios y Equinoccios en las calles de Santiago de Chile

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La dupla artística que impregna de colores las calles de Valparaíso

 

Las ciudades son grandes museos a cielo abierto, y sus edificios más antiguos y grises, amplios lienzos en blanco. Fueron compañeros de colegio, amigos, pareja y finalmente colegas. En 2001, cuando se conocieron, Sammy Espinoza y Cynthia Aguilera (29) pasaban tardes enteras rayando muros de concreto por las calles de La Florida, donde vivían. Aún con el uniforme escolar puesto, ensayaban con latas de spray las que años después serían sus chapas artísticas: Jekse él, y Cin es ella.

Compartían el amor por el hip hop y el grafiti, y aunque durante algunos años se dedicaron a lo que estudiaron en la universidad, diseño gráfico y técnico en construcción, respectivamente, el viejo lazo artístico volvió a unirlos en 2012, cuando “renunciamos a todo para dedicarnos a esto, a pintar cuanto más se pudiera”, dice Espinoza. Desde entonces, pintan y hablan a coro: “Ese año formamos Un Kolor Diferente, el colectivo que cruza nuestras dos pasiones, el arte callejero, sus colores, estética y apropiación de espacios públicos, y los grandes formatos, como el muralismo”, cuenta Cynthia desde Valparaíso, hasta donde llegaron a vivir en 2007, atraídos por la vitrina grafitera del puerto en escalinatas y cerros.

En estos años, además de pintar muros en cerros, parques y hasta una flota de 30 camiones de basura, con apoyo de la Municipalidad de Valparaíso, la dupla ha dejado su huella en varias ciudades del país, entre Arica y Chiloé. También en el extranjero: “Somos muy viajeros, y eso nos ha llevado a pintar en Finlandia, Suecia, Dinamarca, Francia, Inglaterra y España”, cuentan. Hoy pasan sus días en las alturas, interviniendo un viejo edificio de 15 pisos en calle Yungay, entre Morris y Rodríguez, junto al Mercado Cardonal. El próximo 9 de febrero, descubrirán allí Equinoccio de Primavera, el tercer mural de 50 metros de alto y 15 de ancho de su proyecto Solsticios y Equinoccios, financiado por el Fondart Regional, y que culminará el próximo año con una cuarta parte que aparecerá sobre otro edificio en el casco histórico. 

“Cada uno es una interpretación surreal de los sentimientos y expresiones que vivimos durante los cambios de estación”, dice Aguilera. Inspirados por Dalí y Picasso, además de la Brigada Ramona Parra e Inti Castro en Chile, Un Kolor Diferente invierte casi medio año y poco más de $ 10 millones por mural. Los otros dos del mismo proyecto, Equinoccio de Otoño (en Avenida Pedro Montt) y Solsticio de Invierno (en calle Molina), impregnan su estilo “precolombino contemporáneo”, acentuando las facciones y retratando escenas protagonizadas por un hombre y una mujer, sumergidos en mundos irreales y coloridos. “La única forma de rescatar estos edificios y convertirlos en obras de arte de libre acceso, era llenándolos de pintura, de arriba a abajo”, dice él. Ella concluye: “Nuestro arte va más allá de dejar una firma. Intentamos acercar a la gente que no conoce los museos, a uno abierto y democrático, y que además forma parte de su vida cotidiana”.

Publicado en La Tercera
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