Venezuela: 40 años sin Aquiles Nazoa

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Nazoa defendió durante su vida a las clases sociales más necesitadas. Su obra estuvo influenciada por su formación marxista.

Un 25 de abril de 1976 muere el escritor y periodista venezolano Aquiles Nazoa en un accidente de tránsito cuando se trasladaba en la autopista Caracas-Valencia en la región del centro venezolano.

Nació un 17 de mayo de 1920 en el barrio caraqueño El Guarataro, hijo de Rafael Nazoa y Micaela González. En una autodescripción de su infancia, dijo: “Mi infancia fue pobre pero nunca fue triste”.

En sus inicios se desempeñó como aprendiz de carpintería, telefonista y botones del hotel Majestic en Caracas.

El poeta venezolano a los 16 años, tras la muerte de su padre, asume la responsabilidad familiar y valiéndose de haber aprendido a hablar inglés desde muy niño con una dulcera trinitaria, consigue empleo en el Ministerio de Fomento como guía de turistas, convirtiéndose en el primer guía de turistas que tuvo Venezuela.

Nazoa fue un autodidacta que estudió más que un didáctico normal. Era un hombre de múltiples conocimientos debido a que cualquier curiosidad la llevaba al extremo y la investigaba con la rigurosidad con la que lo haría un hombre de ciencias.

En 1936 ingresó al periódico nacional El Universal, lugar en el cual se desempeñó como empaquetador. Luego pasó al archivo de clisés y, finalmente, aprendió tipografía y corrección de pruebas. También fue reportero del diario Últimas Noticias y colaboró  en el semanario El Morrocoy Azul y en el diario El Nacional.

«Creo en los poderes creadores del pueblo», fue una de las frases más populares de Nazoa, quien, además, dirigió Las cosas más sencillas, programa televisivo con el que consiguió simpatías y popularidad.

El artesano de la imagen y de la palabra, como él mismo se define, Luis Montenegro, dijo en una entrevista al periódico Correo del Orinoco que “Aquiles fue un ejemplo de persona”, al hablar de uno de los escritores más importantes del país.

Para Montenegro hay grandes deudas con su legado. Cree que es fundamental reunir su obra completa en una edición de la Editorial Biblioteca Ayacucho. “Su obra no ha sido reivindicada en la medida en que él lo merece, inclusive la proyección de su obra en Latinoamérica es poca, se desconoce la obra de una persona de la talla de Aquiles y eso es una gran irresponsabilidad colectiva”, sentencia.

Publicado en Telesur

Luis Montenegro: “Aquiles Nazoa es un modelo de persona”

Hoy se cumplen 40 años de la muerte del gran escritor y periodista venezolano Aquiles Nazoa. Luis Montenegro, “artesano de la imagen y de la palabra”, como él mismo se define, es un devoto incesante del poeta y un amigo en vida. Correo del Orinoco tuvo la grata oportunidad de conversar largamente con él sobre Nazoa, no solo creador, sino también como ser humano.

“Aquiles fue un ejemplo de persona”, dice Montenegro, quien habla pausadamente intentando escoger las palabras más exactas, intentando traducir en un lenguaje común y tangible, toda la emoción que se desborda al hablar de uno de los escritores más importantes del país.

Muchas veces la acción cultural y los aportes de Aquiles Nazoa se pierden de vista por lo extensiva, diversa y por el carácter abarcante de su obra. Fue escritor, periodista, promotor cultural, editor y humorista. Escribió sobre los más diversos temas, condujo el programa de televisión “Las cosas más sencillas del mundo”, que recoge su filosofía de vida, según Montenegro. Trabajó para publicaciones de gran importancia para la cultura venezolana como El morrocoy azul, La pava macha y El tocador de señoras. Por lo tanto, no hay un aporte, sino muchos, quizás demasiados que todavía están por descubrirse.

Para Montenegro hay grandes deudas con su legado. Cree que es fundamental reunir su obra completa en una edición de la Editorial Biblioteca Ayacucho. “Su obra no ha sido reivindicado en la medida en que él lo merece, inclusive la proyección de su obra en Latinoamerica es poca, se desconoce la obra de una persona de la talla de Aquiles y eso es una gran irresponsabilidad colectiva”, sentencia.

Y es cierto, hasta ahora su obra está desperdigada en viejas ediciones que no fueron reimpresas y de las cuales muchas son casi imposible de encontrar. A pesar de que su obra es una importante representación y palpito de la cultura venezolana, Montenegro piensa que la obra de Aquiles Nazoa es universal y está seguro de que para comprenderlo como creador es de obligada lectura: el famoso Credo y Despedida de duelo a cargo del propio interesado, una especie de testamento.

SANTUARIO EN HONOR A AQUILES

Montengro nos abre su pequeño santuario de rejas verdes, un acto de rebeldía contra la imposición de las rejas blancas, incólumes del resto de los apartamentos del edificio donde vive. Un conjunto de muñecas sobre un baúl del siglo XIX dan la bienvenida a su hogar. Con toda seguridad, es una complicidad con la vida íntima de las muñecas.

Mariposas de maderas y otros materiales cubren la primera pared que recibe a los visitantes. Un retrato de Aquiles, una mesa con sus libro -joyas de la edición venezolana-.

“Aquiles es un modelo de persona, su honestidad, su solidaridad, sus principios lo hacen una persona única. Su manera de transitar la vida como un comunista ejemplar”, expresa Montenegro mientras pasa entre sus manos unas fichas rosadas en donde ha escrito los puntos sobre los cuales quiere hablar en torno a la memoria de Aquiles Nazoa.

“Los títulos de sus libros de alguna manera definen a Aquiles” dice el profesor, por ejemplo Humor y amor definen su personalidad; Caracas física y espiritual “su pasión y respeto por la ciudad”, expresa.

Por cierto que tiene una idea sobre este último libro. Cree que sería maravilloso agregar un capítulo dedicada a la Caracas actual cuyo título sería “Los adefesios escultóricos, pictóricos y arquitectónicos de Caracas, porque justamente él hablaba del ‘feísmo estético’, y ese feísmo ha proliferado en los últimos tiempos”, apunta.

También su programa televisivo es una muestra fidedigna de su sensibilidad, según Montenegro, “la valoración a todas aquellas cosas que los demás desprecian: el cochino, la cucaracha. Los seres más olvidados, más humildes están en él”, explica.

UNA AMISTAD SINCERA

Cuando Aquiles Nazoa murió el 25 de abril del año 1976 en un accidente automovilístico fue una gran sorpresa para todas y todos sus amigos cercanos, cuenta Montenegro. No solo por la muertes inesperada, sino porque casi nadie sabía que Aquiles conducía, ni mucho menos que tenía un volkswagen.

Confiesa Montenego que al recibir la noticia, se encerró en su casa, no fue al funeral ni al entierro, ni trabajó durante varios días, lleno de rabia e impotencia. Sentimientos que hicieron estragos en su vida hasta que 5 años más tarde logró exorcizarlos mediante la escritura de su propio credo, dedicado a Aquiles, con el cual superó la terrible pérdida.

Aquiles y Luis fueron comenzaron su amistad en los pasillos del Inciba, donde cada mes iba a retirar en caja sus respectivos sueldos. El primero trabajaba en la Dirección de Literatura, el segundo en el Taller de Emilio Boggio, ubicado en la parroquia 23 de enero. Trabaron una amistad de encuentros breves y dichosos, de conversaciones llenas de humor.

El profesor y artista tiene una anécdota muy recordada. Por alguna razón burocrática les comenzaron a pedir en un momento dado una declaración de bienes. Aquiles se río de lo absurdo de la solicitud y escribió una muy ingeniosa y poética declaración de sus bienes, de la cual, lamentablemente, no quedó ningún respaldo, pero que Montenegro asegura constituye una muestra de humor y amor hermosa.

UN SUEÑO FRENADO

Mientras Montenegro trabajó en el Taller Emilio Boggio -dependencia del entonces Conac-, ubicado en La Cañada de la parroquia 23 de enero, hizo una propuesta nacida de un amoroso sueño: la creación de El rincón de Aquiles, “En tiempos de la cuarta república propongo crear un espacio para los sueños, un espacio para que las niñas y los niños tuvieran un lugar para cultivar la lectura, las artes, la artesanía, la música”, contó.

Con sus estudiantes y albañiles de la comunidad comenzaron a construir ese rincón en los espacios cercanos al taller, y entre todos acumularon sillas, mesas, materiales diversos y todo lo requerido para que todas y todos disfrutaran de la palabra y el arte.

No obstante el profesor y artista reclama que tiempo después, cuando esperaba recibir el apoyo de las autoridades que lideraban entonces la Revolución Bolivariana, El Rincón de Aquiles fue aniquilado, desvalijado y expoliado por funcionarios de la administración pública, quienes se llevaron con la justificación de que pertenecían al Conac. Desde entonces Montenegro tiene entre ceja y ceja la idea de construir nuevamente este espacio para, en honor a Nazoa, ofrecer un espacio para el encuentro y para la cultura.

“El cambio cultural es necesario. El problema de Venezuela no es económico es netamente cultural y eso es lo que Aquiles de alguna manera nos quiso decir con toda su obra y con toda su acción. Revolución tiene que ser cultural o sino no es nada”, afirma Montenegro.

CELEBRAR LA VIDA DE AQUILES

Montenegro junto al colectivo cultural Las fulanas esas y Lidia Montes coordinan, desde hace varios años, todos los 17 de mayo una visita a la tumba de Aquiles no solo para cantarle, leerle y propiciar un encuentro para compartir los afectos y las lecturas, sino también para llevarle flores y limpiar “el lugar donde fue sembrado”, tal y como lo dice el artista y amigo. En todo caso la fecha es para celebrar la vida del escritor, no para conmemorar su muerte.

En ese contexto, “Nosotros declaramos el 17 de mayo como el día de la amistad en Venezuela, es una celebración de la amistad sin regalos. Nos regalamos el afecto, el abrazo, el amor, todo lo contrario al día mercantil (14 de febrero), justamente porque es lo contrario al espíritu de Aquiles. Nosotros celebramos la amistad como el invento más bello del hombre”, explica.

Pero no solo limpian la tumba de Aquiles, también limpian las tumbas de sus vecinos. “Para nosotros Aquiles es solidaridad, esa palabra es muy importante. Por eso cuando vamos a visitar su tumba, limpiamos también las tumbas que están alrededor de los suya, porque él como solidario, estamos seguros, le gustaría que seamos solidarios con sus vecinos”, cuenta.

Montenegro recordó que hace mucho tiempo -las fechas le son ingratas-, una niña muy jovencita fue a uno de estos encuentros y públicamente le expresó a Nazoa todo lo que sentía por él y sus libros. Aquello los conmovió a todos, cómo una niña tan pequeña podría expresar de esa manera todas las impresiones que le habían dejado sus lecturas. Esa niña era la poeta Caneo Arguinzones, quien falleció en 2014. Montenegro afirma que ahora estas visitas son para recordarlos a los dos.

Publicado en Correo del Orinoco
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