Juca Ferreira (ex ministro de Cultura de Brasil): «El Gobierno de Michel Temer es ilegítimo e impopular”

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Pregunta. Usted dejó de ser ministro de Cultura hace dos semanas tras elimpeachment de la presidenta Rousseff. ¿Qué opina sobre el Gobierno interino de Michel Temer?

Respuesta. Es un desastre en todos los sentidos. Es ilegal, ilegítimo e impopular. Una afrenta a la democracia. Es un Gobierno de hombres blancos, representantes de la oligarquía más retrógrada, muy lejos de la diversidad brasileña. Michel Temer está implantando además un proyecto ultraliberal, siguiendo la misma receta de austeridad que tanto sufrimiento ha causado en Europa. Va en el sentido opuesto al voto de 54 millones de electores en las últimas presidenciales. Difícilmente se aceptará. El Gobierno Temer ha nacido muerto.

P. ¿Por qué cree que se ha revertido en solo unos días la decisión de suprimir el ministerio de Cultura?

R. Es una reacción porque se subestimó el poder del mundo de la cultura. Ha habido movilizaciones y protestas en muchas ciudades del país contra la supresión del Ministerio, se ocuparon sedes, productores, los cineastas protestaron en Cannes, Caetano Veloso, todos se movilizaron y se sorprendieron con la respuesta. Subordinar la cultura a la educación es un retroceso al Brasil de hace 30 años. Antes de dar marcha atrás, Temer tanteó a seis mujeres, artistas y gestoras públicas preeminentes para que ocuparan la secretaría y todas lo rechazaron.

P. ¿Qué le parece el aviso del nuevo Gobierno de que podría revisar las cuentas durante su etapa como ministro por si se hubieran favorecido proyectos de interés político?

R. Es repugnante. Nunca he perseguido beneficios de ese tipo. Hoy la mentira es un arma política en Brasil.

P. Dilma Rousseff y el Partido de los Trabajadores (PT) han calificado el proceso de «golpe de Estado». ¿Está de acuerdo?

R. Nadie lo duda. Todo el proceso de destitución está viciado, política y mediáticamente manipulado. En la Cámara de los Diputados, lo condujo Eduardo Cunha, un corrupto contumaz, apartado del cargo después de concluir su misión de abrir el proceso contra Rousseff. La votación del impeachment, transmitida en directo por televisión, fue tan vergonzosa que alcanzó repercusión internacional. La Cámara, aún bajo influencia de Cunha, está dominada por lo que llamamos el frente BBB: las bancadas de la bala, que representa a la industria de armamento, del buey, ligada al agronegocio y la de la Biblia, que reúne a pastores y diputados de las iglesias evangélicas. El golpe de 2016 tiene muchas semejanzas con el de 1964. En ambos casos, representan una reacción de las élites económicas, rurales y urbanas a las políticas redistributivas y al ascenso de las clases trabajadoras. Pero no solo es eso. El cuadro es mucho más complejo. El mismo proyecto de país está en disputa. E iría más allá. El proyecto de afirmación de Sudamérica está en peligro. Vimos golpes de Estado semejantes en Paraguay y Honduras. Ahora es Brasil y la próxima tentativa será Venezuela. Lo único que difiere con respecto a 1964 es la ausencia de las Fuerzas Armadas. Los golpes de hoy se perpetran dentro de las instituciones, sin tiros, sin derramamiento de sangre.

P. João Vicente Goulart, hijo del presidente Goulart, depuesto por la dictadura en 1964, también ha declarado que hay semejanzas con aquella época, aunque lo define como “golpe bajo”.

R. En ningún momento minimizó el ataque golpista contra Rousseff. Al contrario, dijo que destituir a una presidenta elegida con 54 millones de votos por 367 parlamentarios de los que casi 300 están bajo investigación es un golpe bajo, disfrazado de legalidad. Usó una frase que sintetiza este proceso: “Cambiaron las bayonetas por las togas”.

P. ¿No piensa que el PT tiene alguna responsabilidad en los sucedido por la sucesión de escándalos de corrupción como Petrobras o Mensalão?

R. Claro. El PT y los Gobiernos petistas se equivocaron. Primero, permitiendo que algunos militantes estuviesen implicados en escándalos de corrupción. El PT es un partido que se consolidó empuñando la bandera de la ética. No debería haber cometido irregularidades que afectasen al Gobierno y a empresas privadas. No debería haber puesto en riesgo una empresa como Petrobras. Repitió el modus operandi de la derecha que dominó el Estado brasileño durante 500 años. Otro fallo es no haber hecho grandes reformas en un momento en el que el Gobierno tenía fuerza y credibilidad. También hubo errores en la dirección de la política económica durante el primer Gobierno de Dilma y eso abrió espacio a los ataques de la oposición

P. La ausencia de mujeres en el Gobierno también ha sido criticada.

R. No solo es que no haya mujeres, es que se ha suprimido el Ministerio de Mujeres, Igualdad Racial, Juventud y Derechos Humanos. Obviamente, tampoco hay negros o indios. En un país con la diversidad de Brasil, cuya población mayoritaria es negra y femenina, la imagen de un Gobierno formado por hombres blancos, viejos y ricos lo dice todo.

P. ¿Qué le parece la reacción de América Latina?

R. Salvo la Argentina de Mauricio Macri, que expresó tímidamente respeto al Gobierno interino, la reacción ha sido bastante unánime. Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y El Salvador lo calificaron del golpe de Estado y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos también ha expresado su preocupación. Ahora resta saber si el golpe se consolidará. Estoy confiado. Los golpistas no pasarán.

Publicado en El País

 

Versión en portugués de la entrevista a Juca Ferreira

xilado durante a ditadura militar brasileira (1964- 1985) e com experiência nos meandros do poder por ter sido ministro da Cultura dos presidentes Luiz Inácio Lula da Silva e Dilma Rousseff, Juca Ferreira (Salvador, 1949) afirma que o novo Governo interino do Brasil é uma “afronta à democracia”.

Pergunta. Você deixou de ser ministro da Cultura há duas semanas, depois do impeachment da presidenta Rousseff. O que opina sobre o Governo interino de Michel Temer?

Resposta. É um desastre em todos os sentidos. É ilegal, ilegítimo e impopular. Uma afronta à democracia. É um Governo de homens brancos, representantes da oligarquia mais retrógrada, muito distante da diversidade brasileira. Além disso, Michel Temer está implantando um projeto ultraliberal, seguindo a mesma receita de austeridade que tanto sofrimento causou na Europa. Vai no sentido oposto ao voto de 54 milhões de eleitores na última eleição presidencial. Dificilmente será aceito. O Governo Temer nasceu morto.

P. Por que acredita que a decisão de extinguir o Ministério da Cultura foi revertida em poucos dias?

R. É uma reação, porque subestimaram o poder do mundo da cultura. Houve mobilizações e protestos em muitas cidades do país contra a extinção do MinC, sedes foram ocupadas, produtores e cineastas protestaram em Cannes, Caetano Veloso, todos se mobilizaram, e [o Governo interino] se surpreendeu com a resposta. Subordinar a cultura à educação é um retrocesso rumo a um Brasil de 30 anos atrás. Antes de recuar, Temer sondou seis mulheres, artistas e gestoras públicas proeminentes, para que ocupassem a secretaria [de Cultura, que seria subordinada ao Ministério da Educação], e todas rejeitaram.

P. O que achou do aviso do novo Governo de que poderia auditar as contas do seu período como ministro, para apurar se favoreceram projetos de interesse político?

R. É repugnante. Nunca persegui benefícios desse tipo. Hoje a mentira é uma arma política no Brasil.

P. Dilma Rousseff e o PT qualificaram o processo como “golpe de Estado”. Você concorda?

R. Ninguém tem dúvida. Todo o processo de destituição está viciado, política e midiaticamente manipulado. Na Câmara dos Deputados, foi conduzido por Eduardo Cunha, um corrupto contumaz, afastado do cargo depois de concluir sua missão de abrir o processo contra Dilma. A votação do impeachment, transmitida ao vivo pela televisão, foi tão vergonhosa que alcançou uma repercussão internacional. A Câmara, ainda sob a influência de Cunha, está dominada pelo que chamamos de bancada BBB – a da bala, que representa a indústria de armamento, do boi, ligada ao agronegócio, e da Bíblia, que reúne pastores e deputados das igrejas evangélicas. O golpe de 2016 tem muitas semelhanças com o de 1964. Nos dois casos, representam uma reação das elites econômicas, rurais e urbanas às políticas redistributivas e à ascensão das classes trabalhadoras. Mas não é só isso. O quadro é muito mais complexo. O próprio projeto de país está em disputa. E eu iria além. O projeto de afirmação da América do Sul está em perigo. Vimos golpes de Estado semelhantes no Paraguai e em Honduras. Agora é o Brasil, e a próxima tentativa será na Venezuela. A única diferença com relação a 1964 é a ausência das Forças Armadas. Os golpes de hoje são perpetrados dentro das instituições, sem tiros, sem derramamento de sangue.

P. João Vicente Goulart, filho do presidente João Goulart, deposto pela ditadura em 1964, também declarou que há semelhanças com aquela época, embora o defina como “golpe baixo”.

R. Em nenhum momento ele minimizou o ataque golpista contra Dilma. Ao contrário, disse que a destituição de uma presidenta eleita com 54 milhões de votos por 367 parlamentares, dos quais quase 300 estão sob investigação, é um golpe baixo, disfarçado de legalidade. Usou uma frase que sintetiza este processo: “Trocaram as baionetas pelas togas”.

P. Você não acha que o PT tem alguma responsabilidade nos acontecimentos, dada a sucessão de escândalos de corrupção, como o da Petrobras e o mensalão?

R. Claro. O PT e os Governos petistas erraram. Primeiro, permitindo que alguns militantes se envolvessem em escândalos de corrupção. O PT é um partido que se consolidou empunhando a bandeira da ética. Não deveria ter cometido irregularidades que afetassem o Governo e empresas privadas. Não deveria ter posto em risco uma empresa como a Petrobras. Repetiu o modus operandi da direita que dominou o Estado brasileiro durante 500 anos. Outra falha é não ter feito grandes reformas num momento em que o Governo tinha força e credibilidade. Também houve erros no comando da política econômica durante o primeiro mandato de Dilma, e isso abriu espaço para os ataques da oposição.

P. A ausência de mulheres no Governo também foi criticada…

R. Não só por não haver mulheres, é por terem sido suprimidos os ministérios das Mulheres, da Igualdade Racial, da Juventude e dos Direitos Humanos. Obviamente, tampouco há negros ou índios. Num país com a diversidade do Brasil, cuja população é majoritariamente negra e feminina, a imagem de um Governo formado por homens brancos, velhos e ricos já diz tudo.

P. O que achou da reação da América Latina?

R. Exceto pela Argentina de Mauricio Macri, que expressou timidamente respeito ao Governo interino, a reação foi bastante unânime. Venezuela, Cuba, Equador, Bolívia, Nicarágua e El Salvador qualificaram de golpe de Estado, e a Comissão Interamericana de Direitos Humanos também expressou sua preocupação. Agora, resta saber se o golpe se consolidará. Estou confiante. Os golpistas não passarão.

Publicado en El País
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