Macri minimizó el ataque a la redacción de Tiempo Argentino

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En medio de su gira europea el presidente Mauricio Macri brindó una entrevista a LA NACION y, desde Berlín, opinó acerca del violento ataque de una patota a la redacción de Tiempo Argentino.

El grupo de encapuchados entró con navajas, echó a los trabajadores que se encontraban en las instalaciones, tapiaron las ventanas y puertas y comenzaron a destrozar el lugar, las herramientas de trabajo y documentación de la cooperativa «Por más Tiempo».

A pesar de estar lejos, el Presidente estuvo informado del hecho y dijo que «todo eso está lejos de la Argentina que queremos».

-¿Qué opina del episodio en Tiempo Argentino, donde una patota entró a amenazar a los periodistas y a romper las instalaciones?, preguntó LA NACION.

-Todo eso está lejos de la Argentina que queremos. Pero me alegra que la Justicia esté interviniendo, como también intervino antes para pedir el desalojo del edificio. O sea, está mal cualquier tipo de usurpación. Me parece peor todavía con el ejercicio de la violencia, pero claramente nadie tiene derecho a usurpar lo que no es de uno.

-«Claro, claro», respondió el Presidente.

Publicado en La Nación

Ante las declaraciones del presidente Mauricio Macri: comunicado de la cooperativa de trabajadores Por Más Tiempo

Buenos Aires, 7 de julio de 2016

Los trabajadores que integramos la cooperativa Por Más Tiempo, editora del diario Tiempo Argentino, rechazamos las expresiones del presidente Mauricio Macri al diario La Nación en la que nos califica como “usurpadores”, nos estigmatiza en nuestro rol de trabajadores y nos iguala con una patota que recuerda el accionar de los grupos de tareas de la última dictadura militar.

Según consta en un acta firmada en el ministerio de Trabajo, bajo la administración de Cambiemos, los trabajadores tenemos la “custodia” del inmueble de Amenábar 23, Ciudad de Buenos Aires, a raíz del estado de abandono en que los responsables de la empresa Balkbrug SA dejaron a los trabajadores.

Además, aclaramos que el juicio por desalojo es realizado contra la empresa Balkbrug, razón social de la que dice ser dueño –aunque nunca lo probó- Juan Mariano Martínez Rojas, quien durante la madrugada del lunes entró al edificio junto a veinte personas, golpeando brutalmente a trabajadores y destruyendo parte de la redacción del diario y de los estudios de radio América.

En el marco del juicio por desalojo mencionado, representantes de la cooperativa Por Más Tiempo y de los trabajadores de Radio América nos presentamos voluntariamente en el juzgado a ofrecer un nuevo contrato de alquiler, hecho que figura en el acta librada en el juzgado en cuestión.

Con respecto al brutal ataque a la libertad de expresión, reiteramos, además, que ningún funcionario de las áreas de Seguridad y Justicia se comunicó en estos días con los integrantes de esta cooperativa de trabajadores ni visitó la redacción para ponerse al tanto de lo ocurrido durante las primeras horas del lunes 4 de julio.

Ante esta situación, le solicitamos al presidente una audiencia con el fin de ponerlo al tanto de nuestra realidad y de las acciones que hemos emprendido desde hace siete meses -cuando dejamos de cobrar nuestros salarios-, incluyendo los reiterados pedidos a diversas áreas del Estado para que protejan los puestos laborales y actúen sobre los principales responsables de este vaciamiento: Sergio Szpolski, Matías Garfunkel, Darío Richarte y Juan Mariano Martínez Rojas.

Agradecemos la difusión.

Trabajadores del diario Tiempo Argentino – Cooperativa de trabajadores Por Más Tiempo


Crónica de un despojo

Por Nodal Cultura

En diciembre del año pasado los dueños del Grupo23, Sergio Spolsky y Matías Garfunkel, cesaron los pagos de salarios en los distintos medios del grupo multimedios, entre ellos a los trabajadores del Diario Tiempo Argentino y Radio América.

Según informaron los ex dueños, estos medios habrían sido comprados por un empresario llamado Mariano Martínez Rojas, sin antecedentes en la propiedad de medios de comunicación. Martínez Rojas se comprometió ante el ministerio de trabajo, en actas de acuerdo con los trabajadores, a abonar los salarios caídos y continuar con las actividades. Nunca cumplió con esos compromisos y los salarios permanecen impagos desde entonces.

Desde aquel momento, los trabajadores de dichos medios efectúan una permanencia pacífica en las oficinas que alojan tanto a los estudios de Radio América como a la redacción de Tiempo Argentino.

El propio Martínez Rojas suspendió la impresión del diario, dejando a los trabajadores al borde del despido y abandonando por completo al mismo. Los trabajadores se constituyeron como garantes de los medios de trabajo de acuerdo con la indicación del ministerio de trabajo de la Nación, y comenzaron a elaborar un plan que les permitiera continuar con la edición de Tiempo Argentino, en procura de conservar la fuente de trabajo.

El 24 de marzo de este año la cooperativa «Por Más Tiempo», creada para sostenerse de forma la edición autogestiva, relanzó el diario. En la actualidad Tiempo se edita los días domingo  con una tirada de 30 mil ejemplares y sostiene su página web. Con 125 periodistas, se convirtió en la empresa periodística recuperada más grande.

En la madrugada del día lunes, Martínez Rojas acompañado de un grupo de veinte personas irrumpió violentamente en la redacción del diario y destruyeron el mobiliario y los elementos esenciales para garantizar el trabajo y la salida del diario.

En conferencia de prensa, los trabajadores de Tiempo Argentino relataron los hechos y analizaron el comportamiento de las instituciones del Estado encargadas de garantizar la seguridad personal, los medios y la fuente de trabajo y la libertad de expresión.

Estiempo puertate grupo ingresó por la planta baja del edificio, donde se encuentra Radio América y luego de forzar una puerta que separa la radio de la redacción del diario, agredieron brutalmente a los 3 trabajadores que permanecían allí, sacándolos a la calle. Fueron ellos quien dieron el aviso que permitió que el resto de los compañeros, representantes de organizaciones sociales y políticas y otros medios de comunicación acudieran al lugar.

“Quien violentó las instalaciones y generó esta situación es quien aduce ser el comprador de las razones sociales que editaban Tiempo Argentino y ponían al aire Radio América. Es la gente que vació las empresas, que debe siete meses de salario y que no cumplió con ninguno de los compromisos que habían asumido ante el Ministerio de Trabajo de la Nación. Esta persona, que se llama Mariano Martínez Rojas, dice haber negociado con Spolski la compra de aquellas sociedades anónimas, pero no hay documentos que acrediten la compra”

Durante la noche los trabajadores de Tiempo Argentino permanecen en el edificio porque luego del largo conflicto con el Grupo 23, el Ministerio de Trabajo los hizo garantes de la integridad de las herramientas de trabajo.

Una vez que se reunieron en la puerta los trabajadores llamaron a la policía, que llegó y constató lo que sucedía, pero se quedó en la puerta aguardando pasivamente. La policía tomó contacto con los ocupantes, y según le hicieron saber a los trabajadores, el propio Martínez Rojas exhibió un supuesto contrato de alquiler. Según afirmaron en la conferencia de prensa “no hay contrato de alquiler vigente entre él y los dueños del edificio, ni tampoco con la sociedad Blakbrug. La policía asumió que ese contrato es válido y les permitió permanecer dentro  del edificio. Puesta en autos, la fiscal de turno, Verónica Andrade, decide, por teléfono y por los dichos del subcomisario, que los trabajadores permanezcan afuera y los usurpadores adentro, destruyendo todo.

En el lugar y por la presión de todos los presentes, la policía ingresó junto con los trabajadores al edificio. Allí no solo constataron los desmandes, sino que advirtieron que algunos de los patoteros llevados por Martínez Rojas rompieron una ventana y huyeron por edificios linderos.

Las dieciséis personas violentas que permanecían en las oficinas de la redacción, amenazaron y agredieron a los trabajadores, aun mediando la presencia policial. Martínez Rojas profería amenazas y los patovicas agredían con los matafuegos a los miembros de la cooperativa.

Finalmente, y luego de hacer tomar los datos de los intrusos, la fiscal –que no se hizo presente en el lugar- decidió dejar libre a los patoteros y permitir a los trabajadores mantenerse dentro del edificio.

“Los lugares tiempo humomás afectados fueron la oficina de sistemas que es donde está el corazón de las conexiones del diario. Fueron a romper el servidor que era lo que permitía que haya conexión entre las distintas computadoras y poder editar el diario. Cortaron los cables de red de todo el segundo piso que es donde está el grueso de la redacción. Rompieron la puerta para entrar al área de administración y se instalaron ahí, además de roturas de vidrios y mobiliarios. Creemos que el daño fue hecho para poner trabas para que Tiempo pudiera seguir saliendo. Tiempo lleva dos meses de modelo autogestivo. Tenía previsto esta semana la salida del sitio web todos los días, el diario se venía editando solo los domingos. Esto nos dificulta el trabajo. No tenemos red, nos tenemos internet, nos pone trabas al trabajo y nos dificulta incluso del diario en papel. De todas maneras, acostumbrados a los esfuerzos de esta etapa, estamos haciendo lo posible para sacar una edición de emergencia y contar esto que paso y quiénes son los personajes que están dificultando que Tiempo pueda salir adelante” afirmaron los voceros de los trabajadores.

Luego del hecho quedan tres derechos fundamentales para toda sociedad democrática que el gobierno argentino debe garantizar. El primero es la integridad física de todos los que hacen el diario Tiempo Argentino. En segundo lugar es la preservación de los medios de trabajo, sin los cuales es imposible llevar adelante un medio de comunicación. El tercero es el derecho a la libertad de expresión.

El gobierno nacional, cuyos funcionarios tampoco se hicieron presentes, al menos hasta horas del mediodía del lunes, se comunicó con los trabajadores a través de la secretaría de comunicación pública, de dónde también surgió un comunicado de repudio a la intrusión de Mariano Martínez Rojas.

Sin embargo los miembros de Tiempo sostienen que “el gobierno recién ahora está manifestando preocupación por este conflicto que ya lleva siete meses. En ese período hemos recorrido infinidad de pasillos y dependencias y nunca habíamos tenido respuesta alguna. Los que nos hemos puesto al hombro la recuperación de los puestos de trabajo hemos sido nosotros, mientras Martínez Rojas siempre nos ha atacado. A la luz de lo que ocurrió, ahora están preocupados.”

En respuesta a esta agresión, que preocupa mucho en el marco del ataque del gobierno nacional a medios disidentes, mañana saldrá una edición de emergencia del diario Tiempo Argentino.

Mientras tanto los trabajadores siguen preocupados por su seguridad, la continuidad de los puestos de trabajo y la integridad de los medios necesarios que son la garantía de la libertad de expresión, fuertemente debilitada por estos días en los que la señal Telesur ha sido eliminada de la grilla de la televisión abierta y gratuita.

Audio completo de la conferencia de prensa de los trabajadores de Tiempo Argentino

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