Las grandes novelas gráficas de América Latina
Por Adolfo Bazán Coquis
La sátira histórico-política ha sido una presencia constante por décadas en diarios y revistas de América Latina. Poder, corrupción, violencia, militarismo, elecciones, luchas sociales y muchos episodios más han servido de inspiración a historietistas, caricaturistas e ilustradores. Y el resultado, por lo general, nos ha llevado a la sonrisa, la reflexión y la crítica.
Sin embargo, construir historias de largo aliento en formatos más extensos, como las novelas gráficas, se ha vuelto en los últimos años una catarsis en nuestra región. En parte, esto se debe a la desaparición de gobiernos que preconizaban la censura y la persecución, pero también a que artistas y autores de otras latitudes han servido de ejemplo para renovar nuestros esfuerzos editoriales. Y talento hay.
En este especial, elaborado por el Grupo de Diarios América (GDA), repasamos algunas obras gráficas que representan esta creciente línea de creación. Varios de estos títulos los podemos encontrar en ferias como la Ricardo Palma en Miraflores. Otros los debemos buscar vía web o con amigos que viajen a distintos países. Todos valen la pena.
El terrorismo se encarnó en los años 80 y 90 en tierras peruanas con los nombres de Sendero Luminoso y MRTA. Un horror que por desgracia replicaron algunos malos elementos de las fuerzas del orden con abusos y excesos.
Este estigma cala aún hondo en nuestra sociedad y se ha plasmado en tres obras gráficas de Jesús Cossio: “Rupay” (en coautoría con Luis Rossell y Alfredo Villar), “Barbarie” y “Los años del terror”.
“Este es un tema intenso, duro de tratar porque a ciertos poderes no les interesa que se difunda. Adaptar casos de violencia es algo que siento necesario y un reto como autor”, dijo Cossio a El Comercio.