Garvin Sierra: arte y resistencia

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Unos espejuelos amarillos, como zona de precaución o de luminosidad, enmarcan su mirada. Garvin Sierra está en su salsa. Mira desde allá y se divierte. Para un artista político como él, la situación actual del país es material jugoso para trabajar. Estos días su mente inquieta no para. Que algunas personas entren a su más reciente muestra “En Capilla Ardiente” en el Espacio Minerva –Avenida Ponce De León 1057– y salgan llorando, le cala.

Cuando llegan “se enfrentan a algo crudo” y es de esperar. El artista se toma el tiempo de buscarle la vuelta a cada situación que enmarca para lograr una reacción visceral. “Siempre estoy cuestionando la situación de Puerto Rico con diversidad de medios”.

En sus 25 piezas cuestiona sobre la situación de la Universidad de Puerto Rico, el desmantelamiento de la educación pública, la perspectiva de género, el saqueo de los recursos naturales, el limbo político, la corrupción gubernamental.

“En Capilla Ardiente” se entrelazan piezas nuevas con piezas de su repertorio, en lo que él mismo denomina como una trilogía que comenzó con las muestras: “Que Dios te lo pague” (2007) y “Líbranos del Malamén”, (2014). En ambas utilizó el sarcasmo para tratar el tema de la guerra y la violencia callejera en la Isla, entre otros temas.

Aquí vuelve al humor y al comentario social. En este caso, mira al país desde un escenario moribundo.

“Es donde se encuentra nuestro país, cuando se da el último adiós, con flores, objetos y recursos. Con lo que sea”, puntualiza de una muestra que cubre los 7,000 pies cuadrados del Espacio Minerva.

 

La nave al garete

De todas las piezas, “Intermezzo/La nave al garete” es una de sus piezas emblemáticas de la muestra. Es un barco anfibio que está estancado. Una bañera con ruedas que podría moverse, pero no se mueve. Parece un barco de vela, con una monoestrella mirando a un norte incierto. En la pared, la pecosa enorme y estática. Adentro una lanza, por si hay que atrapar comida, un salvavidas para un infante y un abanico en desuso que posiblemente sople el viento que moverá la nave-chatarra. En los extremos, esa burocracia pesada –con corbatas olvidadas– que hunde o maneja la barca.

La pieza llevaba años en la cabeza del artista, ahora le llegó el día. “Es la ambigüedad. ¿Es un barco o un carro? ¿Hacia dónde se va a mover?”, comenta el sanjuanero. “ Es una imagen surreal. Somos balseros, que como va la cosa, pronto seremos indocumentados en nuestro propio país”. Y explica, divertido, que es una especie de invento a lo Corre Camino y Coyote, de esos explosivos marca ACME que no funcionan. Un bote que no arranca. Un país paralizado ante las situación política y social que vivimos.

 

Filiberto cerca

Garvin es un chico de urbanización, criado en Cupey y educado en colegios católicos, El Buen Pastor y San Antonio. Se formó como artista en el Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Puerto Rico. De padres, creadores de santos, José Sierra y Norma Vega, no es casualidad que la iconografía religiosa esté presente en su obra.

En esta muestra un santo de madera a medio estar, de la autoría de su padre, tiene como fondo una pared de dólares y a la que bautizó “Santa Promesa”.

Aunque se define católico, no es prácticamente. Su mirada recurrente se mueve en lo político, cosa que se alimentó con una figura de peso, como lo fue el líder independentista Filiberto Ojeda.

“Me crié en Cupey y allí vivía Filiberto”, comenta sobre una presencia recurrente. “Un luchador de sus ideales por el bienestar de nuestro país”.

 

Cómo nacen

Muchas de las piezas “En Capilla Ardiente” nacieron con música que fue escuchando durante la huelga estudiantil y que Radio Universidad de Puerto Rico repetía en su programación. De toda la música, el programa Raster-Noton, de música alemana con sonidos industriales y fragmentados, fue la que mejor complementó su iconografía plástica. Sonaba “como si fuera un error”, dice de esa música que le ayudó a completar piezas como “A quema ropa”, “Los tres chiflados”, “ Rapdomancia” y que le ayudaron a hablar sobre la debacle que ha creado la Junta de Control Fiscal y el gobierno actual en la Isla.

 

No a la Junta 

El mapa de Puerto Rico, creado con tierra sobre el suelo y siete pedazos de madera en forma de Y, que lo observan desde arriba forman “Rapdomancia”. La pieza es un comentario de cómo los siete miembros de la Junta de Control Fiscal andan husmeando los recursos del país. “Se quieren llevar todo lo que tenemos. Buscando los recursos naturales para pagar la deuda.”, protesta.

Y por esa línea, creó “Jeroglífico de mis tiempos” , una instalación en cemento en medio de un puente en la Avenida Ponce de León, frente al Centro de Bellas Artes de Santurce. La pieza, que llevó pensando por más de 10 años, surgió de un arte público con dibujos indígenas que le faltaba un pedazo. Este año le instaló un cuadrado en cemento que le faltaba. Creó la loza, siguiendo el patrón ya establecido de las figuras indígenas, pero añadiendo su interpretación. Incluyó una estrella con borde amarillo y un “No a la Junta”. Las fotos y el vídeo de la instalación son parte de “En Capilla Ardiente”.

Según dice es un acto simbólico, invisible, en el medio de la ciudad. Algo así como la Junta. Están y no se dejan ver. Sembrados en el medio del caos, callada, presente, desafiando la ceguera. Lo puso, para “ayudar al Estado y al gobierno y mostrar una imagen uniforme”, dice riéndose.

Amante de la gran tradición de carteles políticos, se mueve en las redes sociales con el oído puesto en las situaciones que van explotando cada semana. Así trata el tema del género. En esta ocasión creó “Las peras”, en referencia al alcalde de Guaynabo y su prepotencia. Una instalación en rosado con sus genitales listos para recibir golpes. “No es un juicio, es que le de vergüenza”, comenta sobre un cuerpo pizzelado, ya que es un cuerpo que se desconoce y que es importante traer a la luz pública.

En tiempos de resistencia, el artista tiene su enfoque claro. Su idea es comunicar, expresar y llegar. Hacer un análisis de la situación del país, plasmarlo y lograr algo. Hasta el 23 de junio está en el Espacio Minerva, luego de seguro, habrá más. Esto apenas comienza.

Publicado en Claridad
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