Reconocen en Bolivia a Juana Vásquez, la primera lingüista aymara

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El 26 de julio, en el Museo de Etnografía y Folklore (Musef), la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB) organizó un acto de reconocimiento a 16 personalidades e instituciones de la ciudad de La Paz por su contribución a las culturas de Bolivia. En esta oportunidad destaco a tres lingüistas, Juan de Dios Yapita y Juana Vásquez, ambos de origen aymara, y la estadounidense Martha Hardman, quienes fueron reconocidos por su contribución a la valorización y el fortalecimiento de la gramática del idioma aymara. Su trabajo fue sistematizado en el Compendio de estructura fonológica y gramatical, publicado inicialmente en 1974 por la Universidad de Florida, y reeditado posteriormente en nuestro país.

Esta obra es el aporte más importante a la lingüística aymara contemporánea, y ha logrado implantarse paulatinamente en los espacios académicos de enseñanza de este idioma (por ejemplo en la UMSA), y es la base para las políticas lingüísticas ancestrales actuales. Sin el afán de resaltar solo a una de las autoras, pues me ocuparé en otro momento del profesor Yapita y de la doctora Hardman, resalto la obra de Doña Juanita, como se le conoce cariñosamente.

Juana Vásquez es la primera lingüista aymara. Poco a poco se hizo investigadora de los pueblos andinos, sobre todo en el trabajo de campo y la recopilación de la memoria oral. También incursionó en la traducción del aymara al castellano, por ejemplo, como invitada para traducir cinco películas bolivianas impulsadas por el Documentary film project, en Londres, Inglaterra, en 1975. Además es dibujante. Ha ilustrado muchos trabajos de investigación referidos a cuentos, tradiciones, etc. andinas, e incluso para algunas portadas de libros. Algunos ejemplos son El Alfabeto aymara ilustrado del Instituto de Estudios Lingüísticos (INEL) de 1975 y el Dibujo artístico para el material didáctico audiovisual de la Universidad de Florida. El dibujo fue la base metodológica de sus cursos de aymara. En coautoría con Pedro Plaza publicó Aymara conversacional (1980). También fue editora de Aymara Newsletter, libro elaborado por el departamento de antropología de la Universidad de Florida. Fue una de las investigadoras del libro Etnias y lenguas de Bolivia (Instituto boliviano de Cultura, 1985), compilado por Pedro Plaza y Juan Carvajal. Éstas son algunas muestras de su enorme trabajo.

También es poeta. Varios de sus poemas en aymara reflejan los avatares de la vida, que no fue tan sencilla para Juana. Fue profesora de aymara en varios países; pero sobre todo, se destacó por su larga estadía en Gainesvilles (Estados Unidos), donde dictó cursos de maestría y doctorado para las facultades de antropología y lingüística en la Universidad de Florida entre 1969 y 1975. Además, le gusta cantar melodías aymaras que aprendió de su abuela y de su madre.

Asimismo fue investigadora del Instituto Nacional de Estudios Lingüísticos (INEL), dependiente del Ministerio de Educación. Esta labor le permitió visitar y recorrer varios pueblos indígenas del país, incluidos algunos de la Amazonía y del oriente. A pesar de que hoy existen academias de lenguas aymara, quechua y guaraní, creo que no tienen la trascendencia que tuvo el otrora INEL. Sus investigadores/as, de la talla de Yapita, Vásquez, Hardman, Plaza y otros, demostraron con muchas investigaciones y publicaciones el compromiso del fortalecimiento del aymara y del quechua, en una coyuntura en la que se creía que no valía la pena revalorizar las lenguas ancestrales del país.

Un justo reconocimiento a una mujer extraordinaria (extensivo a Yapita y Hardman) ¡Muchas gracias Juana, felicidades Juanita por tu enorme contribución en la investigación y la enseñanza del aymara! Mama Juyana, wali jallallt’ansma taqi lurawimata, ukhamaraki amtawimata. ¡Jallalla, wipha, wipha!

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