Bolivia: Festival de Cine Radical
Este año, la IV versión del Festival de Cine Radical regresa con películas de 15 países y un homenaje a la obra de los maestros del cine boliviano. El encuentro se realizará del 6 al 16 de septiembre en las ciudades de La Paz, El Alto y Santa Cruz.
«Proyectaremos películas de Filipinas, Inglaterra, Bélgica y Canadá, entre otros países. Ninguna de las cintas extranjeras ha sido exhibida en Bolivia”, dijo el organizador y fundador del Festival de Cine Radical, Sergio Zapata. «Los filmes internacionales son recientes porque fueron proyectados en sus países hace no más de uno o dos años”, añadió.
Entre los filmes que se proyectarán están Foyer de Ismaïl Bahri (Túnez), Cilaos de Camilo Restrepo (Francia), Black Code/ Code Noir de Louis Henderson (Estados Unidos), Orange Confucius de Frank Fu (China), 66 cines de Philipp Hartmann (Alemania) y The city of mirrors: A fictional biography de Minh Quy Truong (Vietnam).
El encuentro fue presentado ayer por los organizadores y el director del Goethe Institut, Michael Friedrich, quien destacó el festival. «El cine es una manera de mostrar los problemas de la sociedad”, sostuvo.
América Latina también pisará fuerte en el festival con filmes como La libertad del diablo de Everardo Gonzáles (México), Cien años esperando un tren de Ignacio Agüero (Chile), A quien corresponda de Carlos Benvenuto (Perú), Inmortal de Homer Etminani (Colombia), Merodeo de Fernando Restelli (Argentina) y Jóvenes infelices o el hombre que grita no es un oso que baila de Thiago B Mendonça (Brasil).
Según Zapata, el público tendrá la oportunidad de ver grandes estrenos. «Las películas internacionales no llegan o nunca van a llegar a nuestro medio por el circuito comercial. La única forma de verlos y exhibirlos es en espacios autogestionables”, indicó.
Este año, la ciudad de Santa Cruz se suma como sede simultánea del IV Festival de Cine Radical, resaltó Zapata. «De esta manera, queremos consolidar que esta comunidad cinéfila que cada año crece más y nos impone más desafíos”, indicó.
«Queremos que a futuro este festival se realice en todos los departamentos y para alcanzar este objetivo necesitamos cómplices locales que tengan salas que tengan las condiciones básicas de exhibición. Un data show y sonido”, sostuvo Zapata.
Este año, el encuentro rendirá un homenaje a las películas bolivianas La masacre de San Juan de Jorge Sanjinés y Chuquiago de Antonio Eguino, que se estrenaron hace 50 y 40 años, respectivamente.
Al igual que en las últimas tres versiones del Radical, este año, La Paz es el departamento que se impondrá otra vez con la exhibición de más producciones cinematográficas. Le siguen Cochabamba, Santa Cruz y Tarija, informó Zapata.
Retorno al presente de Miguel Valverde, Juglar de Juan Álvarez Durán, De polleras de Esperanza Eyzaguirre, Pasado mañana de Manuel Seoane, I II III IV de Sergio Bastani y Uyupampa de Luis Brun son algunas de las películas bolivianas que nutrirán el programa del festival de cine Radical.
«Inauguración de película”
La inauguración del Radical se realizará el 6 de septiembre en la plaza San Francisco. El acto contará con el apoyo de la fundación Cinenómada. Según los organizadores, se proyectarán las películas Agarrando pueblo de Luis Ospina (Colombia) y Sucesos Argentinos: Guerrilleros de Bolivia. Juicio a Regis Debray y Ciro Bustos, material inédito producido en 1967 que procede del archivo del Museo de Cine Pablo Ducrós Hicken de Buenos Aires (Argentina).
«Estrenaremos fragmentos que han sido encontrados en el museo argentino. Justamente se cumplen los 50 años de la muerte del Che. Queremos invitar a la gente que no se acerca de manera habitual al cine, queremos que ellos puedan ver las proyecciones”, dijo otro de los organizadores del festival, Miguel Hilari. Además, aclaró que las dos películas sólo se exhibirán en la inauguración.
Publicado en PáginaSiete
González trae cine y poesía desde las marginalidades
César González tiene 28 años y por primera vez llegará a La Paz para conocer el lugar donde, según cuenta, nació su abuela materna. Conocido por su seudónimo Camilo Blajaquis y bajo el apodo de El poeta de la Gardel se ancló en la construcción de la identidad desde los márgenes, desde el barrio donde vive y vivió : Villa Carlos Gardel.
Ahí es donde nace su cine, su poesía y desde donde puso las trincheras para su revolución cinematográfica. «Queríamos mostrar películas que no circulan en el medio comercial, pero también que cuestionan desde su forma y contenido, el papel del cine dentro de la sociedad”, señala María Domínguez quien, junto a Carolina Cappa, conforma Kinetoscopio Monstruo que nuevamente apoya al Festival de Cine Radical con la gestión de la llegada de González.
En el pasado, el colectivo Kinetoscopio Monstruo también gestionó la llegada al país de una retrospectiva de Raymundo Gleyzer, cineasta argentino de fuerte convicción política y cuestionador del quehacer cinematográfico. De igual manera González maneja conceptos que al colectivo le interesa mostrar.
«Su cine habla sobre marginalidad, sobre los mecanismos de poder que estigmatiza a los jóvenes de las conocidas como ‘villas miseria’. César trabaja estos temas, los deconstruye y analiza desde lo más profundo, con mucha pasión por su trabajo, por su gente de la villa. Me parece importante traer a este cineasta que sale de los cánones. Él no sólo es cineasta y poeta, es un artista completo”, explica Domínguez.
La muestra en La Paz
González hará una exhibición retrospectiva de su trabajo en La Paz, donde dialogará con el público dentro del marco del Festival de Cine Radical. La muestra se inicia el 7 de septiembre en Casa Espejo con Corte Rancho (2013), una serie documental que realizó en varias villas. En el mismo lugar, pero el 8 de septiembre, se mostrará su ópera prima Diagnóstico Esperanza (2013).
Un día después en la Radio Wayna Tambo de El Alto se verá ¿Qué puede un cuerpo? (2015). Del 10 al 15 de septiembre la Cinemateca y la Casa Espejo exhibirán Atenas (2017), además de los cortometrajes Guachines (2014) y Truco (2014). El sábado 9 González tendrá una lectura de su poesía desde las 21:00 en el bar Bocaisapo de La Paz.
Poeta, filósofo y cineasta
«César es un gran filósofo y escritor. Tenemos la oportunidad de tenerlo en La Paz y escuchar de su propia voz, la voz de miles de jóvenes de la villa que tienen su propia filosofía, su propia sabiduría”, indica Domínguez que prosigue: «Es un cine de muy alto vuelo, él conoce mucho de cine, literatura y filosofía, ama leer, se puede compartir mucho. Espero que la gente venga a sus proyecciones, a conocerlo a él y a escucharlo”.
González ingresó a los 16 años a un reformatorio de menores y al cumplir la mayoría de edad pasó a una cárcel de adultos, cumplió una condena de cinco años.
«Allí adentro terminé los estudios secundarios y comencé a leer compulsivamente todo lo que se me cruzaba en el camino. En ese sentido fue fundamental el aporte de Patricio, que fue una persona que daba talleres de magia en las cárceles y que al entablar amistad con él, comenzó a traerme distintos libros de historia y literatura latinoamericana, de filosofía, poesía, etc.”, explica González.
Fue después de esta experiencia que empezó a escribir sus propios poemas, sus primeros cuentos y armó una revista en la que escribían algunos presos.
González retoma a Nietzsche -entre otros filósofos- para explicarse: «No creo en los talentos o don de innatos (…) si debo buscar algo racional para explicar ese amor tan grande que siento por este arte, puedo mencionar que cuando era un niño, con un grupo de vecinos logramos robarles la señal del cable a la gente que vive afuera de la villa y así fue cómo descubrí todo un universo nuevo a través de los canales de cable, donde trataba de ver todas las películas que pudiese, programas de detrás de cámara, entrevistas al elenco y al director”, recuerda.
Para González hacer cine es tratar de encontrar una visión del mundo coherente con el estado de cosas que suceden. A su vez, para él, el cine es una herramienta fantástica -«en todo sentido”- capaz de hacer emocionar y despertar «fibras que en la propia realidad están dormidas”.
«A su vez lo considero una gran forma de pensamiento o de ayuda para pensar. Más allá de su natural carácter didáctico y pedagógico, ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos y por ende al mundo que habitamos, a poder soñar un mundo nuevo. El cine es una forma hermosa de representar ese sueño. El cine no puede hacer la revolución, pero sí transmitirnos sentimientos revolucionarios”, señala.
Para finalizar, González refiere: «El cine, como sabemos, es un arte obscenamente burgués. Los cineastas consciente o inconscientemente defienden en sus películas el modelo de vida de la clase a la que pertenecen, dice Umberto Bárbaro, y yo me adhiero”.
Para él, tanto los medios de producción como los productos finales están en manos de pequeños y grandes burgueses. «El solo hecho que un pobre tome la cámara en sus manos es un acontecimiento gigante, que equilibra un poco la balanza histórica del arte. Pero si bien es un paso fundamental, siempre aclaro que el fin absoluto no puede ser tan sólo aspirar a tomar la cámara, sino que hay que ver qué mensaje se va a dar y, sobre todo, si se va a mostrar a la propia comunidad, tratar de no caer en esos clichés perversos y morbosos tan habituales en las imágenes que genera la sociedad sobre las poblaciones villeras”, concluye.
Sobre el cineasta
- Obra González es un cineasta y escritor argentino de 28 años, director de cuatro largometrajes: Diagnóstico esperanza (2013), ¿Qué puede un cuerpo? (2015) -ambos disponibles en YouTube-, Exomologesis (2016) y Atenas, el cual va a presentar el mes que viene.
- Orígenes La obra de César González está permeada por su experiencia como habitante de una villa (que incluye robos y otros delitos por los que pasó cinco años recluido, así como varios episodios violentos), y por su pensamiento político y filosófico.
- Apodo El cineasta conocido como El poeta de la Gardel se ancló en la construcción de la identidad desde los márgenes, desde el barrio donde vive y vivió : Villa Carlos Gardel, en Buenos Aires.