Nona Fernández, Premio Sor Juana 2017: «Lo que he intentado es hacer un viaje hacia la memoria»

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Por La dimensión desconocida, “novela que se alza como un ejemplo de los múltiples procedimientos con que las escritoras de Hispanoamérica exploran nuevas rutas para la narrativa contemporánea”, un jurado integrado por Daniel Centeno, de Venezuela; Cristina Rivera Garza y Eduardo Antonio Parra, de México, decidió de forma unánime, y “tras una larga y apasionada deliberación que impone la riqueza y la diversidad de nuestras literaturas”, otorgar la edición 25 del Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz a la narradora chilena Nona Fernández.

“A medio camino entre el periodismo, la literatura y el diario personal”, La dimensión desconocida, de Nona Fernández, “consigue mostrar las emociones de toda una nación con respecto a un pasado negro y acaso vergonzoso”, destacó el jurado en su dictamen: “Partiendo de un hecho real que sacudió a la opinión pública chilena en plena dictadura, esta autora hace una actualización de la memoria histórica de su país durante las últimas décadas, integrando una visión híbrida pop en un relato en que se advierte una gran convergencia de recursos, técnicas y géneros, con un discurso narrativo fluido, coherente y por lo mismo, lleno de hallazgos”.

Nona Fernández nació en Santiago de Chile, en 1971. Es actriz y escritora. Ha publicado el volumen de cuentos El cielo (2000), las novelas Mapocho (2002) y Av. 10 de Julio Huamachuco (2007), ambas ganadoras del Premio Municipal de Literatura; Fuenzalida (2012), Space Invaders (2013) y Chilean Electric (2015). También es autora de las obras de teatro El taller y Liceo de niñas, ambas estrenadas por su compañía La Pieza Oscura. Algunos de sus libros han sido traducidos al alemán, francés e italiano. En 2011 fue elegida por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara como uno de los 25 Secretos Mejor Guardados de América Latina.

“Estoy todavía en shock”, revela Nona Fernández en entrevista difundida por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. “No tengo tanta lucidez como para organizar los pensamientos, pero estoy tremendamente feliz, muy emocionada, y esa emoción se traduce en completa felicidad. Estoy muy feliz y estoy ya contando los días para estar allá, en la FIL, y poder estar tomándome unos ricos tequilas, celebrando. Es un honor, es un lujo, es un placer y sobre todo es una tremenda felicidad y un regalo para mí. También me siento emocionada de formar parte de esa constelación de autoras que han ganado este Premio y a las que yo admiro, y que además han iluminado mi trabajo literario. Poder estar ahí, es hermoso, es un regalo hermoso”.

Adentrándonos un poco en un campo personal creativo, ¿cuál es tu intención al escribir?

Mi trabajo se ha ido organizando a través de los años y pretende ir iluminando una historia que tiene que ver con la historia reciente de mi país. Pasa por mi propia mirada, por mi propia biografía… pero lo que he intentado es hacer un viaje hacia la memoria, intentar despercudir la memoria, una memoria que es muy colectiva y personal, y que me he dado cuenta con el tiempo que es una memoria mentirosa, que es imposible de asir, que es imposible de establecer. Una memoria que es como un palimpsesto que se va armando de muchas historias, de muchas memorias colectivas. Lo que he ido haciendo, primero muy azarosamente, porque no era un proyecto determinado en mi trabajo se fue dando así: es ir recogiendo historias que han quedado sepultadas, ocultas, desenfocadas en la gran historia de mi país de los años de la dictadura. Esas historias de alguna manera me han recompuesto a mí misma. Al instalarme en el lugar de la creación e intentado ir hacia atrás para poder ver qué era lo que pasaba, escarbar en mis propios recuerdos, en los recuerdos de mis cercanos y de mi propio país para poder saber qué fue lo que pasó, y entendiendo el contexto histórico también comencé a entenderme yo misma.

Entonces La dimensión desconocida, va un poco en torno a eso: a la búsqueda en la memoria para dar a conocer esa historia no oficial contada a partir de diferentes personajes…

Exactamente. Yo diría que La dimensión desconocida llega para coronar un proyecto que comencé con una novela que se llama Mapocho, y he seguido esa hebra que termina de establecerse como proyecto en La dimensión desconocida.

El Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, concebido y bautizado por la escritora nicaragüense Milagros Palma, es un reconocimiento al trabajo literario de las mujeres en el mundo hispano instituido en 1993, que premia a la autora de una novela publicada originalmente en español. Está dotado con diez mil dólares estadounidenses. Nona Fernández lo recibirá el próximo miércoles 29 de noviembre, a las 18:00 horas, en el Auditorio Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Publicado en AristeguiNoticias
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