[Cobertura NodalCultura] La costarricense Medea y la belga Insyriated fueron las ganadoras en el Festival de cine de Costa Rica

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Por Daniel Cholakian – NodalCultura (Enviado especial a La Habana y San José de Costa Rica)

El sábado por la noche, en la sala Magaly de la ciudad de San José de Costa Rica, se entregaron los premios de la 6ª edición del Festival Internacional de cine de Costa Rica.

Además de Raciel Del Toro, director artístico y Adriana Cordero Chacó, productora general, estuvieron presentes la ministra de Cultura y Juventud, Sylvie Durán Salvatierra, el viceministro del área, Max Valverde Soto, el ministro de Comunicación Mauricio Herrera Ulloa y la ministra de Justicia y Paz, María Cecilia Sánchez.

La ministra Durán, agradeció a los creadores y al público, y sostuvo que “un Festival como este debe jugar a varias cosas, a ser fiesta y espacio de acceso al público, pero también dinamizador para el sector. En este mundo hiperconectado, no solo un autor, sino también un festival, una ciudad, un país, tienen que encontrar su propia voz, su impronta, para que sus profesionales articulen con el medio internacional. Se trata de hacer industria, pero también de hacer comunidad y visión de quiénes somos a partir de lo que nos contamos. En esta conversación entre el cine de autor, sobre cómo vivir del trabajo, cómo hacer una industria que se conecte con la inversión extranjera, y como ser sostenibles es que se construye este Festival, que nos debe también dejar decir algo por la dignidad de las personas en el mundo”.

premio crfic

La estatuilla que recibieron los premiados representa el proceso del crecimiento de una mariposa dentro de una pupa abierta, realizada con materiales autóctonos como la madera de cocobolo. El primer premio entregado en la noche del sábado fue para La familia de la vejiga que recibió el reconocimiento del público entre los cortometrajes costarricenses. En la misma sección el jurado otorgó un premio especial a El hilo de Pietro Bulgarelli y Juan Pablo Polanco. El principal reconocimiento en la Competencia Nacional de Cortometraje fue para Umbral de Federico Montero. “Qué barbaridad!”, exclamó Montero al recibir el anuncio. El joven director relacionó la alegoría del premio, con la libélula –hay una que muere en su cortometraje- y su esfuerzo para subsistir después de un largo período de permanecer en el agua como ninfa, como parábola del trabajo que requiere poder llegar a producir en el cine. “La libélula”, explicó, “es de lo seres vivos que tienen mejor visión, y luego de dejar su cuerpo siempre anda por sobre el agua buscando su reflejo. Y esto es lo que hacemos nosotros en el cine”.

 

Luego subió al escenario Fernando Rodríguez Araya, director del Centro de Cine de Costa Rica. El funcionario destacó que las obras presentadas y los cineastas participantes forman parte de una industria. “Ante todo esto es economía creativa, es trabajo. Todo lo que está pasando acá es trabajo para nosotros, para nuestras familias. Hacia eso tenemos que marchar. Tener claridad sobre el valor de la industria creativa. Esto es empleo y bienestar para nosotros y nuestras familias”.

Uno de los momentos más emotivos de la noche se vivió cuando se presentó el premio otorgado por los reclusos del Centro de Atención Institucional (CAI) Luis Paulino Mora Mora, con quienes el CRFIC desarrolló actividades en alianza con el Ministerio de Justicia y Paz. Los internos han recibido talleres de apreciación de cine en el marco del programa Preámbulo del Centro de Cine. Ellos otorgaron un premio en la sección de cortometrajes nacionales. Trinidad Céspedes, parte del grupo que participó de esos talleres, fue el encargado de entregar ese premio. No se animaba a hablar, pero el público con aplusos y  gritos le pidió que fuera él quien anunciara el premio. “Aprovechamos las oportunidades que nos da el sistema judicial”, dijo Trinidad, “y para nosotros es un orgullo y un placer estar acá, siendo parte un poquito de lo que es cultura”. Los internos del CAI premiaron el corto La ocarina de María Inés Pijuan.

Una decisión interesante del jurado de industrias del Festival fue otorgar a un largometraje de animación los incentivos para el mejor proyecto centroamericano. El ganador del monto de dinero y de servicios de posproducción fue el proyecto panameño El brujo, de Tomás Cortés. “El proyecto que presentamos en el CRFIC es la primera animación panameña. Es un viaje a través de la obra de Julio Zachrisson, que es uno de los más grandes artistas contemporáneos de Panamá”, explicó a NodalCultura Cortés, “a través de su carrera de 5 décadas en el grabado, nosotros hemos creado una animación que explora su universo. Hace 4 años que estamos trabajando, desde que nos acercamos a Julio, nos hicimos amigos y él nos ha dado la fuerza para hacer esta película. En estos 4 años escribimos el guion que conecta todas estas obras, filmándolas y animándolas. Tenemos por lo menos un año más de trabajo para terminar la animación y esperamos que en 2019 podamos presentar la película en los cines”.

Julio Zachrisson
Obra del grabador panameno Julio Zachrisson sobre la que se basa «El brujo»

En la competencia internacional oficial tanto el premio del público como el del jurado fue entregado a la película Insyriated, del realizador belga Philippe Van Leeuw. “Pensamos que en tiempos tan conflictivos como este el cine tiene mucho para dar y mucho por hacer”, afirmó Van Leeuw, “Tratamos de abrir una ventana hacia lo que está ocurriendo en Siria. Estoy pensando mucho en el pueblo sirio en este momento”. El jurado entregó además una mención especial al documental mexicano “La libertad del diablo” de Everardo González.

En la principal competencia del CRFIC  la gran ganadora fue Medea, de Alexandra Latishev, que ganó tanto el premio como mejor película costarricense tanto como mejor película centroamericana. Su directora compartió su premio con la actriz, Liliana Biamonte. “Me alegra muchísimo que el cine centroamericano está creciendo de manera notable y que puedo ser parte de eso”, dijo Latishev al recibir el galardón. Luego agradeció a todo su equipo por haberse sumado y mantenido dentro del proyecto cuando no tenían dinero para poder llevarlo adelante.

 

Finalizada la ceremonia y en diálogo con NodalCultura Raciel del Toro, director artístico del Festival, hizo un balance de los diez días de proyecciones y encuentros que acababan de concluir: “Yo creo que logramos muchos de los objetivos que nos habíamos propuesto, entre ellos extender nuestras historias y las que estamos trayendo a Centroamérica de diferentes partes del mundo, a una gran cantidad de público y a más jóvenes y más niños, ya que el festival no es solo para un grupo etario específico, sino que se hace para toda Costa Rica y Centroamérica. Desde el punto de vista de los premios, me gusta que estemos logrando que se dignifique el documental como una obra cinematográfica no menor. Una obra que tiene tanta o más calidad que cualquier ficción. Poner a convivir documentales, animación y ficción en las mismas competencias ha demostrado ser una buena idea, no solo el jurado sino también el público pudo disfrutar de esta decisión y premió a un documental. Esto es muy importante, especialmente para nuestra región, ya que todavía tenemos muchas cosas que permanecen en silencio, muchos temas para contar y muchas cuestiones que todavía tenemos que ver en las pantallas”.

Todos los ganadores

Competencia centroamericana de largometraje:

Mejor Largometraje Centroamericano: Medea (Costa Rica-Chile-Argentina) de Alexandra Latishev.

Mejor Largometraje Nacional: Medea (Costa Rica-Chile-Argentina) de Alexandra Latishev.

Competencia internacional de largometraje:

Mejor Largometraje Internacional: Insyriated (Bélgica-Francia-Líbano) de Philippe Van Leeuw.

Premio Especial del Jurado: La libertad del diablo (México) de Everardo González.

Mención del Jurado: City of the Sun (Georgia-Estados Unidos-Catar-Países Bajos) de Rati Oneli.

Competencia nacional de cortometraje:

Mejor Cortometraje Nacional: Umbral (Costa Rica) de Federico Montero.

Premio Especial del Jurado: El hilo (Costa Rica-Chile) de Pietro Bulgarelli y Juan Pablo Polanco.

Reconocimiento Especial de los espectadores del CAI Luis Paulino Mora Mora: La ocarina (Costa Rica)

Premios del Público:

Competencia Centroamericana de Largometraje: 500 años (Guatemala) de Pamela Yates.

Competencia Internacional de Largometraje: Insyriated (Bélgica-Francia-Líbano) de Philippe Van Leeuw.

Competencia Nacional de Cortometraje: La familia de la vejiga (Costa Rica) de Juan Manuel Montero.

Premios Industria 2017

Cine en Construcción
Mejor proyecto costarricense El Despertar de las hormigas, dirigida por Antonella Sudasassi y producida por Amaya Izquierdo.

Mejor proyecto centroamericano El brujo (Panamá) dirigido por Tomás Cortés y producido por Félix Guardia.

Foro de presentación de proyectos
Mejor Proyecto en Desarrollo El hombre de piel manchada, dirigido por André Robert y producido por Gimena Cortés.

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