Recuperan piezas arqueológicas

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Costa Rica cuenta desde hoy con 196 nuevas muestras de su cultura ancestral, con el regreso de esa misma cantidad piezas precolombinas de piedra y de cerámica repatriadas de Venezuela y presentadas esta mañana por el Museo Nacional en su Sede José Fabio Góngora.

Estas 196 estructuras fueron desplegadas en medio de una actividad que fue dirigida por el presidente Luis Guillermo Solís y la directora del museo Rocío Hernández, pero que además contó con la presencia de autoridades como el canciller Manuel González y la ministra de Cultura Sylvie Durán.

Según indicaron las autoridades, se desconocen los detalles de cómo salieron las piezas a Venezuela; sin embargo, se presume que tuvo que ser por la vía marítima, por su peso y por sus dimensiones.

En total, hablamos de 196 piezas de las zonas Central, Atlántica, Pacífico Norte y Diquís, entre las que incluso destacaron metates completos y cercenados, barriles, figuras de guerreros, vasijas de barro y hasta dos esferas de piedra (de 55 y 78 centímetros de diámetro cada una).

Sobre el procedimiento que permitió repatriarlas, el presidente Solís manifestó su satisfacción al tratarse de patrimonio nacional costarricense, lo que representa que —con el regreso de los materiales— “Costa Rica está ahora más completa que antes”.

“Con el regreso de estas casi 200 piezas de nuestro patrimonio se complementa y se llena de parte de sí que no estaba con nosotros, es como si la República tuviera ahora un pedacito más de cuerpo con esta colección”, apuntó el mandatario.

“En mi caso, como historiador más que como Presidente de la República, el recuperar todas estas piezas forma parte de algo más que un acto de reparación jurídica, sino que es mucho más trascendente (…) Lo que estamos recuperando es parte del alma nacional, parte de lo que somos”, puntualizó.

Para realizar el traslado de las piezas se utilizaron ₡12,5 millones provenientes del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), cuya jerarca Sylvie Durán se sumó a la celebración y recordó la importancia de que las autoridades estatales recuerden su papel como protectores del Estado y, por ende, de todo aquello que le define.

“Lo que sigue ahora es la difusión de educación y sensibilización, la protección ya no sólo del patrimonio, sino de todo lo intangible que está detrás de ello”, subrayó

Hallazgo

En total, las 196 piezas repatriadas fueron encontradas por las autoridades venezolanas tras la localización de una colección clandestina y la realización de varios decomisos.

La primera alerta sobre el trasiego llegó en 2009, cuando se detectaron 56 piezas en la aduana de La Guaira en Caracas en un movimiento que encendió las alarmas. El destino de las piezas era Estados Unidos.

Tras este movimiento en falso, en julio de 2010 se detectó una colección clandestina en la casa de una familia de apellido Mannil en Heredia, la cual contaba con 108 piezas que finalmente no salieron de Costa Rica y fueron incautadas de inmediato.

No obstante, las investigaciones continuaron, hasta que —cuatro años más tarde— se allanó una propiedad de la misma familia en Venezuela, donde se encontraron 140 piezas más (retiradas en 2014 y 2015).

Según las autoridades nacionales, las alertas sobre la familia Mannil se remontaban a los años 80, cuando una revista con fotografías de casas pertenecientes a personas adineradas llegó al Museo Nacional y sirvió como evidencia de una “gran cantidad de piezas y cabezas de metates empotradas en paredes”.

No obstante, se desconoce cómo ocurrieron las extracciones o cuándo se realizaron los movimientos a Venezuela, país con el que se tuvo que coordinar distintos procesos legales y de peritaje.

En total, estuvieron involucrados cuerpos políticos, diplomáticos y judiciales, en medio de un intercambio de comunicaciones que finalmente concluyó en el resultado expuesto este día.

Finalmente las estructuras fueron empacadas y transportadas por la vía marítima hasta Limón, a donde llegaron este apenas este lunes 15 de enero.

En el proceso participaron empresas e instituciones estatales venezolanas, que dieron seguimiento y vigilaron el proceso como fueron el Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela y la Galería Nacional de Arte de Caracas, organismos que resguardaron todo lo encontrado hasta su entrega oficial a las autoridades costarricenses.

Materia de exhibición

Según detallaron las autoridades del Museo Nacional, ahora las piezas servirán para enriquecer el patrimonio cultural costarricense de distintas maneras, como objetos de investigación y demostración, en exhibiciones temporales y en muestras permanentes.

En esta línea, la directora del Museo, Rocío Hernández, destacó que “el caso de repatriación arqueológica representa un hito legal en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales”, a lo que se une el hecho de tratarse de piezas con “particularidades extraordinarias”.

“Además de un hecho legal sin precedentes, tenemos un incremento sustantivo en el acervo de la colección del museo”, subrayó en esa línea.

Por su parte, el canciller Manuel González destacó el momento como “un día de mucho regocijo y agradecimiento”, pues muchas personas, incluidas del gobierno y la institucionalidad venezolana, fueron parte del trabajo.

“La Galería de Caracas, por ejemplo, fue depositaria por cinco años de estas piezas, se encargó de guardarlas y cuidarlas de la mejor forma posible, sabiendo incluso que eventualmente iban a regresar a Costa Rica”, señaló González.

“Esta es la repatriación arqueológica más grande que se da hacia Costa Rica y hay algunas piezas que son únicas, su recuperación es importante no sólo por su tamaño, sino también por su belleza. Es importante destacar entonces que fue la voluntad de todos el motivo que estemos hoy acá”, concluyó.

Publicado en Semanario Universidad
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