Panamá Vieja, ciudad patrimonial

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Si eres panameño, deberías preguntarte cuándo fue la última vez que fuiste a Panamá Viejo. Para muchos, probablemente la respuesta sea ‘cuando estaba en la escuela’.

Contacté al Patronato de Panamá Viejo para hacerles una visita y quedé sorprendida. Me estacioné frente al Centro de Artesanías y caminé al Centro Administrativo para encontrarme con Aura Guerra. Ella me comentó que el edificio del Centro de Visitantes estaría exhibiendo una colección de Cartografía Colonial de Panamá, del 31 de enero al 15 de julio 2018.

Más de 60 mapas originales muestran cómo se percibía el Istmo entre 1503 y 1865. Fueron hechos por cartógrafos, navegantes y geógrafos. Su exhibición es parte de los eventos que está organizando el Patronato de Panamá Viejo para celebrar los 500 años de la ciudad.

Aura nos llevó en el transporte gratuito al Convento de la Concepción y nos presentó a Marlenys Salazar, nuestra guía. La visita guiada está incluida en el costo. Si deseas ir por tu cuenta, todos los monumentos cuentan con paneles con información en español e inglés, al igual que el museo. Se recomienda destinar un tiempo mínimo de hora y media para recorrer las ruinas.

Si te cansas de caminar los 1.5 kilómetros, puedes tomar el tren que va en un circuito por las ruinas y que demora 15 minutos.

LA JOYA DEL PACÍFICO

Fundada el 15 de agosto de 1519 por el conquistador Pedro Arias Dávila -comúnmente llamado Pedrarias-, la ciudad de Panamá fue la primera fundada en el Océano Pacífico. La ubicación era estratégica, ya que las islas Naos, Perico y Flamenco -que ahora conforman el Causeway de Amador- eran los puertos principales de los españoles. Desde Panamá salían en expediciones al Perú para buscar oro y plata que luego serían enviados a la madre patria. Ya los conquistadores españoles habían establecido ciudades en el Caribe como Santa María la Antigua del Darién y Acla.

El 15 de septiembre de 1521, Panamá recibe estado de ciudad mediante un decreto real. Asimismo, obtiene un escudo de armas de Carlos V de España. Para 1610, la ciudad había logrado una población de 5 mil personas con conventos, iglesias, hospital y una catedral.

Había dos formas de ingresar a la ciudad: por el norte y por el oeste. En el norte estaba el Puente del Rey, que comunicaba a la urbe con Nombre de Dios o con Portobelo, en Colón. Este trayecto era más corto. Solo cuatro días, pero era más peligroso. El Puente del Matadero era la entrada para el Camino de Cruces, que llevaba a Costa Abajo de Colón y al Castillo de San Lorenzo.

UNA INFAME VISITA

La ciudad de Panamá Viejo sufrió varios ataques de piratas e indígenas del Darién, a principios del siglo VII. En 1620, un terremoto hizo daño a muchos edificios. Posteriormente, en 1644, un gran incendio destruyó 83 inmuebles religiosos.

Las coronas española e inglesa habían alcanzado un acuerdo de paz para no seguir compitiendo, pero parece que el pirata Henry Morgan no estaba anuente. El 28 de enero de 1671 atacó la ciudad de Panamá. Lo acompañaban entre 1,200 y 1,400 hombres, que pasaron casi un mes robando.

El gobernador Juan Pérez de Guzmán decide incendiar las casas de pólvora y la ciudad es engullida por las llamas. Después del siniestro, la urbe fue trasladada a 7.5 kilómetros al oeste, en lo que actualmente se conoce como Casco Viejo o Casco Antiguo. Ambas ciudades comparten la designación de Patrimonio de la Humanidad, según Unesco.

Panamá Viejo quedó en el olvido por muchísimos años. En la dictadura fue utilizado como caballeriza y cuartel principal. Como recuerdo de esta época, se pueden observar unas columnas romanas en la Plaza Mayor que están totalmente fuera de lugar.

Al final de 1995, la administración del sitio pasó al Patronato de Panamá Viejo, institución mixta, sin fines de lucro, cuyos objetivos principales se centran en la protección, conservación, investigación y puesta en valor de las ruinas.

El patronato restauró el Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo, designado con la Ley 91 de diciembre de 1976. Alrededor de las ruinas se construyeron casas, por lo que fue imposible reubicarlas. Existen dos monumentos principales: la Iglesia de San José y el Puente del Rey. Ambos quedaron fuera del nuevo trazado concebido por el plan maestro para el reordenamiento de la interconexión vial entre las avenidas Balboa y de Los Poetas.

Los fondos para su mantenimiento provienen del INAC, la Autoridad de Turismo de Panamá, Kiwanis, Unesco, Banistmo y otras empresas.

Actualmente, el patronato cuenta con 50 empleados. En 1996, comenzaron las primeras excavaciones arqueológicas y restauraciones bajo la supervisión de Marcelina Godoy. Encontraron 150 rastros humanos en un rango de 5 metros cuadrados en la Plaza Mayor. Actualmente están ubicados en el laboratorio de conservación en el nuevo museo. Los españoles pagaban para ser enterrados en la Catedral. Creían que mientras más cerca estaban del altar, su entrada al cielo sería más rápida.

En el lugar se encontraron, además, yacimientos arqueológicos de la época prehispánica. En el museo puedes encontrar cerámicas y restos humanos primarios y secundarios. Tienen lo que se llama un ‘paquete de huesos’.

Los indígenas cuevas sacaban el cuerpo a un lugar más lejano para que los animales se lo comieran. Luego ponían una tela y los enterraban. Estos restos datan de 1800 a.C.

El 5 de julio de 2003, el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco incluyó a Panamá Viejo en la lista de Patrimonio Mundial como una extensión del Distrito Histórico de Panamá (Casco Viejo).

PLANIFICA TU VISITA

Durante el 2018 y el 2019 habrá exhibiciones temporales con la Comisión de los 500 Años. Puedes visitar la página web, para encontrar más información.

Costos:

Adultos extranjeros: $15

Adultos nacionales y residentes: $10 de martes a viernes; los sábados y domingo cuesta $5

Jubilados: $5

Niños: $2

8:30 a.m., 4:30 p.m., martes a domingo. Los lunes está cerrado.

Grupos: Llamar a Néstor Sánchez, al 302-3159 para agendar un guía gratuito.

Publicado en La Estrella
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