La radio, difusora de cultura

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Radio cubana baluarte en la difusión de la cultura

La prensa cubana, en general, ha sido una importante herramienta en la promoción del patrimonio cultural material e inmaterial, pero la radio, por sus particulares características que la hacen el medio de comunicación masiva más accesible y popular, tiene un papel fundamental en esta tarea de difusión de conocimientos, conservación de la memoria histórica y divulgación de eventos relacionados con la conservación de nuestro patrimonio.

Si vemos que el patrimonio no se reduce únicamente a la defensa de obras materiales, como pueden ser un edificio, una plaza, un palacio, un templo, una ciudad o parte de ella, sino también a la riqueza espiritual construida por un grupo humano a través de sucesivas generaciones, y en la que entran todas las manifestaciones culturales, el lenguaje, todo tipo de objeto con carácter museable, etc., nos damos cuenta de que es precisamente la radio el medio mejor preparado para desempeñar este papel de custodio y defensor de todo lo que integra la nacionalidad.

En Cuba, cuyo Gobierno revolucionario se preocupó siempre desde su llegada al poder por salvaguardar nuestro patrimonio en todas sus manifestaciones, son innumerables los ejemplos en que nuestras emisoras de radio han trabajado por más de 60 años en esa labor.

Como la radio tiene un carácter efímero, mucho de este laboreo no ha quedado registrado y hoy está sepultado bajo el tiempo transcurrido, pero en la actualidad el trabajo continúa con la misma pujanza de siempre, y en el caso de La Habana, capital del país y ella misma declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad y Ciudad Maravilla, se destaca Habana Radio, la emisora oficial de la Oficina del Historiador de la Ciudad, donde a diario se difunden en todos los géneros periodísticos los trabajos de rescate, remodelación y conservación de la Ciudad Vieja, incluido su patrimonio cultural subacuático.

Baste citar la cobertura que se le dio a la remodelación del barco Santísima Trinidad para convertirlo en pieza museable. Los trabajos fueron seguidos paso a paso desde el comienzo hasta el día en que la maqueta fue colocada en su lugar de destino.

Habana Radio se ocupa, además, de difundir toda la información referente a conciertos, festivales y eventos de carácter cultural que tienen lugar o se relacionan con esa zona de la ciudad, invita especialistas que son entrevistados por periodistas con un alto nivel de profesionalidad, y hace unos días le rindió homenaje a la Dra. Marta Arjona, considerada máxima gestora del patrimonio cultural cubano y alma de nuestra museología.

Algunas de nuestras emisoras, como Radio Metropolitana y Radio Ciudad de La Habana se han empeñado a fondo en la difusión del patrimonio cultural y son muchos los ejemplos que pudieran citarse de su trabajo, pero se recuerda, en especial, un seriado dramatizado titulado Crónicas del Abuelo, emitido por Radio Metropolitana hace ya algunos años, donde los personajes de un abuelo y su pequeña nieta paseaban por La Habana de principios de los años de 1960, y el abuelo narraba a la niña, al pie de las ruinas de los palacios y mansiones coloniales, historias del pasado que llevaban a los oyentes conocimientos de diversas materias de un modo atractivo y ameno.

Ese seriado mereció un primer premio en un Festival Nacional de la Radio Cubana. Esta emisora tuvo una página dedicada a La Habana de la colonia y la república, que ha continuado en Radio Ciudad de La Habana, donde se ha escrito sobre historia, arquitectura, costumbres, personajes importantes o típicos de nuestra historia nacional, obras de arte, en fin, un espectro temático muy amplio que no ha dejado prácticamente ningún aspecto del patrimonio material e inmaterial de la capital sin explorar y divulgar.

Hay que tener en cuenta que la radio tiene muchos modos de trabajar para desempeñar esta labor. Lo mismo emplea la noticia para difundir una exposición de artes plásticas, la premiere de un ballet, un concierto o un filme, que cuenta con periodistas especializados en patrimonio que publican artículos, reportajes y hasta ensayos breves, además de trabajos en cabina, ya sea grabados o en vivo, donde entrevistan a personalidades, realizan un monográfico, lanzan al aire un comentario.

Una de las más completas e interesantes entrevistas realizadas al Maestro Luis Carbonell fue hecha para la página web de Radio Metropolitana, y algunos fragmentos de la grabación tomada a Carbonell por la entrevistadora fueron convertidos en un programa que los oyentes pudieron disfrutar.

Es, probablemente, la entrevista donde el Maestro dio más datos de su vida personal y artística y de su pensamiento, por lo que se trata de un documento de gran valor para la historia de la música y la declamación en nuestro país, pero también pudiera decirse que tiene importancia en ámbitos mayores, pues el acuarelista de la poesía antillana es un fenómeno artístico que no existió antes de él ni ha vuelto a repetirse todavía, por lo que la entrevista deviene ella misma pieza museable de nuestro patrimonio cultural inmaterial. Este es solo un ejemplo del tremendo valor que posee la radio como instrumento de difusión, conservación y custodia del patrimonio cultural cubano.

Desde luego, la radio como medio de comunicación masiva tiene la posibilidad intrínseca de ser un difusor de patrimonio en cualquier parte del mundo, pero no son muchos los países como Cuba, donde el Estado creó y mantiene un programa de Gobierno muy bien definido en sus fines, destinado a la preservación de la cultura y la identidad nacionales.

Para ello la radio cubana, siguiendo una tradición fundacional, cuenta con periodistas que reciben en la universidad una preparación cultural que les permite desempeñar ese trabajo a cabalidad. Después de egresados pueden continuar desarrollándose como especialistas a través de cursos de posgrado ofrecidos en múltiples centros, entre los cuales se destacan los cursos de la Universidad San Gerónimo y la Academia Cubana de la Lengua, y que los periodistas pueden elegir de acuerdo con sus intereses dentro de la temática del Patrimonio hasta alcanzar las categorías más altas, como son la maestría y el doctorado.

Por supuesto, en otros países existen radioemisoras que desempeñan la misma labor y poseen igualmente personal de alta capacitación, pero no siempre forman parte de un proyecto programático a nivel de Estado y de Gobierno, sino que reciben financiamiento privado o asignaciones comprendidas en el presupuesto de centros docentes, como museos y universidades o centros de investigación como el Smithsonian Institute. En ese sentido, al menos en el Tercer Mundo, Cuba es desde 1959 y hasta hoy un ejemplo a seguir.

Radio Ciudad Habana

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