Che fotógrafo

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Por primera vez en la Argentina se verá una muestra de fotos tomadas por el Che

El próximo jueves 17 de enero a las 19 en el Centro de Expresiones Contemporáneas quedará inaugurada la muestra Che fotógrafo,una producción que se realiza por primera vez en Argentina, coorganizada entre el Centro de Estudios Che Guevara de la ciudad de La Habana (Cuba) y la Municipalidad de Rosario.
El recorrido propone viajar por la mirada de una de las principales figuras del siglo XX a través de sus fotografías. La muestra podrá visitarse hasta el 3 de marzo en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) – Paseo de las Artes 310, los días miércoles, jueves, viernes, sábados y domingos de 18 a 21, con entrada libre y gratuita.

La muestra -que ya fue exhibida en varios países de Europa, también en China y Japón, entre otros- llega a nuestro país a partir de la firma de un convenio de cooperación entre el Centro de Estudios Che Guevara de La Habana y el Centro de Estudios Latinoamericanos Ernesto Che Guevara (CELChe) de Rosario, firmado en el 2018 con motivo de los 90 años del nacimiento del revolucionario. Che fotógrafo es parte de la colección Vida y Obra del Centro de Estudios Che Guevara de La Habana. Está avalada por la UNESCO como una genuina pieza del proyecto Memoria del mundo en su categoría internacional.

Más de 200 fotos tomadas durante diferentes etapas de su vida representan un gran viaje itinerante; las imágenes fueron seleccionadas -acorde a distintas etapas y al valor tanto histórico como artístico, en una recopilación inicial realizada por Camilo Guevara, hijo del Che. La exposición cuenta también con entrevistas audiovisuales a quienes acompañaron al Che en su vida y documentos que revelan la importancia que daba a la fotografía.

El planteo de la muestra en su paso por Rosario suma como valor agregado textos de cuatro fotógrafos locales. El núcleo La América Latina que vio Ernesto, se acompaña de textos de Beatriz Fiotto; El foco de un proceso revolucionario cuenta con un texto de Silvina Salinas; Una mirada del mundo con escritos de Virginia Benedetto, y Auto-Retratado, con el análisis de Maximiliano Conforti.

Che fotógrafo

Desde temprana edad, Ernesto tuvo contacto con la fotografía cuando su padre le regaló una máquina de baquelita. Tiempo más tarde, se convirtió en fotógrafo amateur y lo que en principio surgió como pasatiempo llegó a convertirse en un oficio temporal y en una fuente de ingresos.

Su pasión por los viajes, imaginación y entusiasmo lo llevaron a la aventura. Así buscó alimentar un incansable hambre de conocimientos y ampliar el universo limitado por fronteras, estatus sociales, códigos y costumbres, atreviéndose a explorar recorridos y andanzas fuera de los cánones aprobados y legitimados.

Para Ernesto Guevara, la fotografía no fue sólo un medio de expresión y de subsistencia sino también una manera de acompañar y construir sus relatos sobre las vivencias en sus viajes y vida cotidiana. Así lo expresaron sus cartas, por ejemplo en estas líneas que envió a sus hijos desde Bolivia en 1966:

«Ahora quería decirles que los quiero mucho y los recuerdo siempre, junto con mamá, aunque a los más chiquitos casi los conozco por fotografías porque eran muy pequeñines cuando me fui. Pronto yo me voy a sacar una foto para que me conozcan como estoy ahora, un poco más viejo y feo».

O como lo ha testimoniado su amiga Tita Infante:

«La distancia no significa ausencia para Ernesto, en cada viaje sus cartas, más o menos regulares según los avatares del camino o su estado financiero, prolongaban el dialogo amistoso. Algunas veces, amante de la fotografía, traían su estampa registrada en las circunstancias más diversas: enfermo en un hospital del Sud, irreconocible por la delgadez; sentado en rueda entre indígenas de una tribu de la selva brasileña; gordo, tras una semana de reposo o, también, en una publicidad de El Gráfico… Conservaba las cartas de los amigos y jamás dejaba una sin respuesta».

El corpus de fotos va desde sus primeros viajes por Latinoamérica hasta los últimos días, y la riqueza de ese testimonio visual radica no sólo en el abordaje de un lado menos conocido de la icónica figura nacida en Rosario, sino también en el registro de una época.

 

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