Volvió la Catalina

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Agarrate Catalina y un debut que está en boca de todos

Por Juan Samuelle

En apenas 15 minutos se agotaron las entradas, por primera vez en esta zafra carnavalera el Teatro de Verano estuvo lleno y afuera los revendedores se hicieron una panzada, especialmente con algunos turistas argentinos que llegaron expresamente a ver el regreso de Agarrate Catalina al concurso.

El templo murguero del Parque Rodó, como se esperaba, quedó muy chico. Hasta la platea gratuita (detrás del tejido sobre las canteras) se colmó. Y la murga de los hermanos Cardozo compensó a la afición con un show de alto nivel.

¿Mejorable? Por supuesto. ¿A la altura de los antecedentes de una murga con cuatro títulos de campeón en su mochila? No hay duda. También es cierto que, al menos tras la primera visión, está algún escalón abajo si se la compara con el nivel de otros espectáculos creados por una murga que tiene miles de hinchas (cada vez más), pero también hay quienes cuestionan su labor artística (¿cada vez más?).

Unos y otros, rápidamente, en la madrugada de este jueves, acumularon en la tribuna de las redes sociales elogios (“¡la Catalina está para ganar!”) y críticas (“fue una actuación tibia”).

Este año cantó mucho mejor. Enriqueció al coro con un puñado de solistas de muy alto rendimiento. Se le entiende todo. Que se comprendan cada uno de los mensajes dados es otro tema y seguro ayudará ver el espectáculo más de una vez. Y vale la pena.

¿Otros puntos altos de este estreno? El vestuario creado por Paula Villalba, el maquillaje de Pinceladas Grupo Arte y la ambientación escénica generada por Fernando Picos.

En los cinco rubros en los que el jurado califica, capaz sin llegar al máximo en algún caso,
seguro cosechó un muy buen puntaje.

Es verdad, por aludir a uno de los cuestionamientos que se generaron, que hace reír algo menos que en otras oportunidades. No hubo carcajadas, pero sí se generó la risa en distintos momentos. De todos modos, ni cerca estuvo de aburrir, entretuvo durante los 45 minutos y dejó con ganas de más.

Yamandú y Martín Cardozo, con una participación relevante de Leo Gómez, son pilares en una propuesta en la que no aparece el clásico cupletero, rol ocupado en otras oportunidades por el propio Martín o Rafael Cotelo, ausente este año entre los 17 que se pusieron la camiseta de la Catalina sobre el escenario y culminaron ovacionados.

El espectáculo se denomina Defensores de causas perdidas. Los murguistas se reúnen en un club a polemizar, defendiendo cosas que ya nadie defiende, la gran mayoría imposible de defender y ese es el hilo conductor del cual derivan los cuplés.

Juan SamuelleEl saludo es avasallador, la murga se presenta como una formación con mucho cuerpo, sólida.

¡Salú, salú!
a toda la afición querida
¡Salú, salú!
la barra de la Catalina
llena de causas perdidas
vuelve a ofrendar su canción
para que vuelva a la vida
cuando se suba el telón
para que vuelva a la vida
cuando vuelva a empezar la función
(cierre del saludo)

Un punto fuerte es el cuplé de la defensa del valor del salpicón (clásico espacio en cada espectáculo murguero que básicamente es una secuencia de cuartetas sencillas de comprender y donde se hace un repaso a los principales sucesos del año).

En los años del proceso
contra el discurso oficial
las murgas enarbolaban
la voz del pueblo en el carnaval
hoy eso no se precisa
quedó en los tiempos del medioevo
la gente tiene su twitter
la voz del pueblo le chupa un huevo
(fragmento del cuplé “La causa perdida del salpicón”)

Juan Samuelle

El cuplé de las clases sociales, donde se contrapone a la burguesía con la clase proletaria, es otro momento de gran atractivo, en el que la murga cuestiona, justamente, esa brecha que se genera a partir de la defensa de causas opuestas.

Yo me bajo de esta lógica binaria,
de este ring en blanco y negro, de esta noria
que separa a tus hermanos de los míos
del absurdo de esta línea divisoria
ya no quiero ser soldado de una idea
ni rebaño de la izquierda o la derecha
me resisto a etiquetar a las personas
¡y me cago en la locura de esta brecha!
(fragmento del cuplé “La causa perdida de la lucha de clases”)

Y, en un cierre por lo alto, la murga se despide con una retirada dedicada a las murgas de La Teja, vistiéndose como aquellas y con un estribillo muy murguero, que se hizo fácil ir repitiéndolo a la salida del escenario del Parque Rodó

Barrio querido
luna y tablón
voy malherido
del corazón
(fragmento de la canción retirada)

Juan Samuelle

El texto, creado por Tabaré y Yamandú Cardozo, es uno de los puntales: abunda en mensajes directos y otros no tanto y, por cierto, no faltan las críticas a la realidad social, económica y política.

La Catalina, mucho o poco y eso es material opinable, cuestiona al gobierno y vuelve a referirse con ironía a su histórico vínculo con el expresidente José Mujica.

Si la platea se enoja
cuando matás a la izquierda
es conveniente aflojarle
no es prudente irse a la mierda
tampoco fue muy prudente
todo lo de Aratirí
el puerto de aguas profundas, la novela de Sendic
Ancap y sus revalúos
de gastos indefendibles
que cuando baja el petróleo sube igual el combustible.
los coletazos de Pluna,
Alas U, de pique al suelo,
la negligencia de Aduanas
en el puerto de Carmelo.
el fiasco del presupuesto,
el 6 por ciento ¡una burla!
la regasificadora…
(fragmento del cuplé “La causa perdida del salpicón”)

Freddy «Zurdo» Bessio, uno de los que se lució desde el bombo y cantando, tras el show de la rueda inicial comentó que el espectáculo es más extenso que los 45 minutos que como máximo permite el reglamento. Tanto que hubo que dejar afuera un par de cuplés que, se dice, son una apuesta más enfocada al humor, ambos relacionados con el fútbol, uno en el que la murga crea un himno para el club Torque y otro sobre el Mundial 2030. Se han ensayado, el del himno del Torque se exhibió en los tablados y no se descarta que un recorte en otros segmentos del espectáculo permita su inclusión en la segunda rueda.

El de la Catalina en 2019 es un espectáculo competitivo. Algo obvio de aseverar para quien está desprovisto de la condición de hincha u oponente. Es un buen trabajo colectivo nutrido del aporte individual de miembros históricos de la murga que escénicamente dirige Tabaré Cardozo y por otros que están vinculados desde hace cuatro o cinco años pero que por primera vez la defendieron en el Teatro de Verano.

“Nosotros quedamos supercontentos”, destacó Yamandú a El Observador algunas horas tras el debut.

La Catalina volvió a concursar tras siete años y luego del trago amargo de la eliminación en la prueba de admisión de 2015. No solo tiene chapa de candidata, también dejó muy alto el listón a superar.

¿Ganará? Es candidata, mostró que tiene con qué dar batalla por el primer premio y sus chances se potenciarán porque el show tiene cómo evolucionar para la rueda de ajuste.

No obstante, hay otras murgas que, por lo mostrado en los tablados, prometen no hacerle sencillo el camino hacia el éxito.

No le será fácil a la Catalina, que rápidamente se ha convertido una vez más en el elenco más contratado en los tablados (con un promedio de cinco actuaciones por noche), pero tiene con qué ilusionar a una hinchada que en la última madrugada se fue a dormir en paz.

El Observador


Agarrate Catalina – Presentación Carnaval 2019

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