Junto a un teatro Solís más abierto a espectáculos populares y a los nuevos espacios para la exhibición de cine nacional, la sala Zitarrosa, que desde 2016 incorporó el audiovisual a su clásica propuesta de música, se perfila como un recinto que busca promover el acceso a bienes culturales, con conciertos gratuitos y propuestas centradas en poblaciones vulnerables, mientras se propone dar visibilidad a artistas poco difundidos. A su vez, apuesta por mantener la variedad y calidad de sus shows.

“La sala Zitarrosa llega a sus 20 años con una propuesta muy consolidada”, dice su director, el músico y gestor cultural Jorge Schellemberg. Desde su punto de vista el espacio presenta espectáculos de buen nivel, sin encerrarse en un género específico y “abriendo sus puertas tanto a nuevas propuestas como a artistas de gran trayectoria”.

Así, recientemente formó parte del ciclo MVD de las Artes Música, con shows gratuitos que fueron desde la canción urbana de Pedro Restuccia al nu metal de la banda Nameless. En enero, el inicio de la temporada 2019 trajo a la banda brasileña Silibrina, también con entrada libre, para comenzar a festejar la veintena.

En ese clima de celebración por el aniversario, marzo llega cargado. Mañana, fecha en la que Alfredo Zitarrosa cumpliría 83 años, la sala homenajea al músico que le dio nombre con un show conjunto en el que artistas de diferentes estilos y nacionalidades cantarán sus canciones acompañadas por Milongas Extremas. Como la celebración coincide con el Mes de la Mujer, las intérpretes serán femeninas: Maia Castro, Betina Sánchez, Lea Bensasson, Florencia Núñez y Samantha Navarro. Además, desde el miércoles se desarrollará el ciclo Ellaz, con participación de músicas y cineastas, en el que habrá lugar para la discusión y la reflexión sobre el papel femenino en la creación artística. Por haber agotado las entradas, el espectáculo se repetirá el 24 de marzo.

“Casi todo el año está agendado”, señala Schellemberg, quien también adelantó que el próximo mes llega Abril de tango, al que define como “un festival hermoso con una visión del tango de hoy”.

Para el director, uno de los puntos fuertes del espacio es la programación, que presenta una gran cantidad de artistas locales e internacionales: “En 2018 la sala Zitarrosa ofreció más de 400 funciones”. En cuanto al vínculo con otros establecimientos municipales y nacionales, contó que se trabaja “en diálogo permanente”, intentando que las propuestas no sean antagónicas. En ese sentido, apunta que la sala cuenta con más de 500 butacas y está muy bien equipada, “pero no sale a competir, sino que complementa”.

Diversificación y nuevos públicos

Nacida de las cenizas del abandonado cine Rex en 1999, desde 2016 la sala Zitarrosa volvió a sus orígenes y comenzó a exhibir películas locales y regionales, sin abandonar su prioridad por la música. “Se incorpora a partir de una proposición concreta de integrar la Red de Salas Digitales del Mercosur. No es una propuesta de temporada. Básicamente, programamos cine de autor contemporáneo, preestrenos y algunos festivales”, explica Schellemberg.

La sala trabaja en conjunto con Cinemateca Uruguaya –en Semana de Turismo integra el circuito de exhibición de su clásico festival– y con el encuentro de documentalistas Doc Montevideo.

El cine no fue la única apuesta por la renovación en 2016. Para abril, la Zitarrosa acondicionó una nueva sala en la planta superior del edificio, el Espacio Felisberto Hernández, que se inauguró para diversificar la oferta musical, dirigido a espectáculos más íntimos, priorizando los artistas locales y el formato acústico.

“Crece desde el pie” es otra de sus empresas recientes. Con funciones de cine y música, el programa busca promover el acceso democrático de niños, niñas y adolescentes a distintas actividades artísticas. La sala destina 30.000 lugares a lo largo del año para el proyecto, con propuestas adaptadas al público y charlas con realizadores. En 2019 se prevé llevar adelante un ciclo con 60 jornadas de música y cine a partir de mayo. Los espectáculos musicales tienen un cupo de 100 localidades gratuitas por función para ser distribuidas entre niñas, niños y adolescentes de los sectores identificados como más vulnerables.

Por otra parte, las exhibiciones de películas serán totalmente gratuitas, con las 530 localidades de la sala disponibles.

Hacerse oír

En el marco del Mes de la Mujer, desde esta semana la sala presentará la séptima edición del ciclo EllaZ, en el que el foco se coloca sobre las artistas femeninas. Habrá seis espectáculos de músicas nacionales e internacionales, a los que se suma la proyección de cuatro películas. Las actividades en la sala principal serán a las 21.00, mientras que las que se realicen en el Espacio Felisberto Hernández comenzarán a las 19.30.

El ciclo inicia el miércoles con la exhibición de Mi casa en el valle, preestreno del último film de la realizadora uruguaya Mariana Viñoles, producido en colaboración con el Sacude y TV Ciudad. El jueves la brasileña María Creuza, emblema de la bossa, honrará a quien fue su mentor y maestro: Vinícius de Moraes. Por su parte, la argentina Mariana Baraj, quien además de cantante es percusionista, charanguista, productora y compositora, se subirá al escenario el viernes para repasar sus clásicos. El sábado será el turno de Uruguay con Cristina Fernández, quien, más allá de su reconocido dúo junto a Washington Carrasco, desarrolló un camino como solista en el que se zambulle en la poesía y la canción gallega.

EllaZ continúa hasta fines de marzo. El miércoles 20 Lea Bensasson cantará en el Espacio Felisberto Hernández, mientras que en la sala principal se exhibirá el documental brasileño Porque tenemos esperanza, dirigido por Susanna Lira. El jueves 21 la uruguaya radicada en Canadá Valeria Matzner actuará en el Espacio Felisberto Hernández, y el miércoles 27 se exhibirá el documental canadiense La banda prometida, de Jen Heck. El ciclo cerrará el jueves 28 con la actuación de la argentina Ana Robles en el Espacio Felisberto Hernández y la exhibición en la sala principal de un documental sobre Alfredo Zitarrosa, Ausencia de mí, dirigido por la cineasta Melina Terribili.

También habrá lugar para el debate. El miércoles a las 19.00 se presentará el colectivo Mujeres Audiovisuales Uruguay en el Espacio Felisberto Hernández, para haber sobre sus líneas de trabajo. En la misma sala, el miércoles 27 a las 19.00 se realizará el Conversatorio Música y Músicas, con el objetivo de reflexionar sobre la participación femenina en el ámbito musical.

La Diaria