Pietro Spada: Un camino hacia la abstracción
Argentina y Uruguay principalmente, y otros países latinoamericanos, se convirtieron en destino de una extensa emigración europea a principios del siglo XX, que tuvo amplias repercusiones histórico-culturales en la vida de estas naciones. La mirada hacia Europa era inevitable y ejercía una influencia que se materializó en la introducción de las corrientes artísticas del momento en estos países. Se desarrolla una intensa producción cultural que estudia, experimenta y se da a conocer mediante escritos y textos de sus manifiestos. La exposición de Juan del Prete en 1933 en Buenos Aires marca un hito en la vida de cultural de Argentina.
Pietro Silvio Spada Lovecchio (1927-2014) nació en Leporano, pueblo italiano de la provincia de Tarento. La formación de Pietro Spada comienza cuando arriba a Buenos Aires en 1937 a la edad de 10 años. Realiza sus estudios primarios y en 1946 comienza a tomar clases de arte con el profesor y artista Esteban Lisa. A su vez cursa estudios en la Escuela Nacional de Bellas (1948-1952) y en la de Bellas Artes Manuel Belgrano (1953). También trabaja como ebanista llegando a tener taller propio.
Años más tarde, en 1955, Esteban Lisa funda la Escuela “Las Cuatro Dimensiones” y Spada forma parte del grupo inicial de alumnos. Allí se inicia en la búsqueda de nuevos caminos, con gran disciplina y bajo la mirada de los retratos que colgaban de las paredes de la escuela: Picasso, Kant, Einstein….y conoce la obra de Kandinsky, Klee, Mondrian, Malevich, Picasso…Chagall, Miró.
La aventura artística e intelectual iniciada por estos artistas, entre otros, es el camino por el cual se va a introducir y afianzar la abstracción en los círculos culturales y artísticos de estos países.
Lisa y Spada ensayaron un cubismo como itinerario hacia la abstracción.
Escaparon del campo de la figura para iniciar un camino hacia otra realidad oculta a través de una imaginación creadora. Experimentaron la abstracción a través de la línea y el color, incitando y sumergiendo al espectador en un dialogo con el artista. Sus obras son honestas y coherentes con sus convicciones, e invitan a profundizar en un camino de sensaciones enriquecedoras.
Spada abandonó Buenos Aires en 1957 para trasladarse a Uruguay. Montevideo “lo atrapó”, como dice Graziella Basso en el texto del catálogo de la exposición del Museo Gurvich. Frecuentaba Sorocabana, lugar obligado de los intelectuales y artistas de la época. Conoció la obra de Petrona Viera, Saez, Torres Garcia, Figari, Barradas que impactan en su universo, también tiene charlas con Augusto Torres y otros artistas.
Conoce a quien será su esposa, Ida Kassja Budkiewicz, nacida en Polonia de donde emigró en su adolescencia. Ella lo acompañará hasta el fin de sus días y será gran impulsora, junto con Graziella Basso, de la difusión de su obra.
Además de pintor, Spada fue orfebre, escultor, ebanista, y trabajador incansable; hombre polifacético, coleccionista curioso, trabajó tomando elementos de la realidad para especular hasta obtener como resultado otro mundo ligado con el real, pero libre de su interpretación.
La gestación del universo de Spada fue precedida de un proceso reflexivo muy intenso que lo condujo a seleccionar con sumo tacto los elementos primordiales, para dar significado a la facultad directa de creación de imágenes, de iconos planos, realizados con líneas y colores sobre un plano y que no pretenden traducir referencia adicional visionaria alguna.
La simplicidad de su creación se basó en la intuición, en el equilibrio y la armonía,
Este artista no podía ser silenciado por más tiempo y a partir de 2014 se suceden las exposiciones en Uruguay y en España.
En vida, Spada no trabajaba para producir y exponer, su filosofía era que el arte era una forma de crecimiento del ser. Sin embargo, en diciembre de 2014, bajo la curaduría de Graziella Basso, se realiza la exposición “Lo trascendente en el arte, Esteban Lisa, Pietro Spada”, en la Fundación Pablo Atchugarry en El Chorro, Maldonado, Uruguay. Pietro Spada pudo disfrutar de esta exposición porque todavía vivía, aunque falleció días después.
Como tantos artistas comenzó a ser reconocido después de su muerte.
En España, La Sociedad de Amigos de la Sierra de San Vicente, entre 2017 y 2018, organizó la exposición, “Esteban Lisa/Pietro Spada. Encuentro artístico”, que se desarrolló itinerante por el Centro Cultural San Clementede Toledo, el Museo de Ciudad Real y el Centro Sefarad-Israel de Madrid.
En agosto de 2018, se realiza una exposición homenaje, la primera monográfica, en el Museo Gurvich de Montevideo, titulada “Spada su visión cósmica”, cuya curaduría fue a cargo de Graziella Basso), y que contó con la colaboración en su catálogo de personas vinculadas y conocedoras de la obra de este artista.
En mayo de este año en curso, tuvo lugar otra exposición Lisa/Spada en el Museo del Gaucho, Fundación BROU de Montevideo, también bajo la curaduría de Graziella Basso, realizando cuatro talleres de niños “Desde la educación por el Arte”, uno para adultos y una mesa de debate con prestigiosos pensadores y docentes. En esta exposición se dedicó una sala a mostrar los dibujos/croquis de animales que realizaba en el Museo Zoologico —hacia 200 por día—, y que son una clara muestra de la abstracción que dominaba su mente.
En este año 2019, se han interesado por el artista dos importantes galerías de Arte, en España en la ciudad de Barcelona, la Sala Dalmau y la galería Artur Ramón. En febrero la Sala Dalmau organizó una colectiva de artistas con el título, “Un redescubrir de las vanguardias” donde expuso obras de Spada, y la galería Arturo Ramón tiene programado para este próximo mes de diciembre una muestra en el ámbito de artistas de vanguardia.
A todo ello hay que añadir dos obras del artista que desde este mes de setiembre último han pasado a formar parte de la Fundación Carmen y Lluís Bassat en Mataró, Barcelona, en La Nau, primer edificio realizado por el arquitecto Antoni Gaudi.
Seguimos trabajando en dar a conocer el pensamiento filosófico de Spada que se manifiesta a través de su legado artístico.