Protestas en Bolivia: el cierre del Ministerio de Culturas implica solo un «ahorro» del 0,06% del Presupuesto

Imagen: Aprodanza de Santa Cruz
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Con cuatro piquetes de huelga en Santa Cruz y movilizaciones en La Paz se protesta por el cierre del Ministerio de Culturas

Por Jorge Quispe y Miguel Vargas

Un centenar de artistas de teatro, cine, danza, música y otros instalaron cuatro piquetes de huelga de hambre en Santa Cruz en contra del cierre del Ministerio de Culturas, mientras que en La Paz los creadores articularon redes y protestas callejeras para exigir la reposición de la Cartera.

“Desde el lunes hemos instalado cuatro piquetes de huelga y hoy (miércoles) estamos cumpliendo nuestro tercer día de huelga, exigiendo la reposición del Ministerio de Culturas, su reestructuración y un presupuesto para Cultura no menor al 1%”, explicó Alana Delgadillo, activista de teatro. El jueves 4 de junio, el Gobierno de Jeanine Añez instruyó el cierre de los ministerios de Culturas, Deportes y Comunicación a través del Decreto Supremo No. 4257.

Ante ello, desde este lunes, artistas afiliados a la Asociación de Grupos Folklóricos de Santa Cruz, Asociación de Artistas Circenses, Federación de Músicos Unidos, Asociación de Músicos de Orquestas, Sindicato Boliviano de Artistas en Variedades y la Asociación de Músicos Cristianos instalaron los cuatro piquetes de huelga. El principal grupo se encuentra en la plaza 24 de Septiembre.

“Pedimos también, el pago inmediato de todas las deudas de presentaciones realizadas, rendición de cuentas y control ciudadano”, complementó Delgadillo.

Sede de Gobierno

Un grupo de cerca de 50 artistas de diferentes áreas protagonizaron este miércoles una protesta por el centro de la ciudad de La Paz, como parte de un amplio movimiento denominado “Todos somos cultura”, que articula no solo protestas en vía pública, sino difusión en medios de comunicación para que la población pueda entender la importancia de esta cartera.

“Pedimos que se reabra el Ministerio de Culturas, porque Cultura no somos solo los artistas, Cultura es Alasitas, nuestras entradas folklóricas y eso no comprende la gente”, dijo la actriz de teatro y cine Erika Andia.

Andia, representante de la Coordinadora Nacional de Teatro, dijo que solo en ese sector, sino un total de 150 grupos de teatro de todo el país se ven ahora perjudicados por el cierre del Ministerio de Culturas.

Con carteles que decían: “Yo también soy Cultura”, “Soy Cultura” y “Todos somos Cultura”, los representantes de los artistas paceños expresaron su malestar por el cierre del Ministerio, mientras se realizaban performances, música y artistas visuales estampaban tatuajes temporales con los lemas citados.

Preocupación en Tiwanacu

Ante el cierre del Ministerio de Culturas, en el Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (CIAAAT) se espera que desde el Estado se pueda crear un fondo económico de ayuda al menos a los centros arqueológicos de Tiwanaku y Samaipata, que sobreviven por los ingresos generados por los turistas, considera Julio Condori, director del CIAAAT.

“El Estado debería pensar en un fondo de emergencia para los sitios patrimoniales como Tiwanaku y Samaipata, porque al momento de suscribirse como parte de la Unesco, el país se comprometió también con la conservación del sitio arqueológico”, recordó.

En abril se conoció que tras la crisis social de noviembre, el centro arqueológico perdió Bs 1,5 MM. “En enero y febrero nos estábamos recuperando, pero llegó el coronavirus justo en la época alta de visitantes y ahora calculamos que la pérdida será de otros Bs 1,5 MM”, expone Condori.

El centro arqueológico tiwanakota está cerrado desde la segunda semana de marzo y no tiene ingresos. “La noticia del cierre de Culturas es muy preocupante, porque nosotros habíamos iniciado gestiones a través del Ministerio ante la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y otras entidades de gestión y administración de patrimonio, pero todo esto se hace de Estado a Estado, no es con la CIAAAT, por eso esperamos saber con quién debemos hablar ahora”, aseveró Condori.

Gestores culturales

Movimientos culturales, gestores y asociaciones se han sumado al reclamo al Gobierno, pidiendo la restitución del ministerio.

En Santa Cruz, el colectivo ARTErias Urbanas se manifestó a través de un pronunciamiento público. “El Ministerio de Culturas y Turismo no ha sido un regalo de un gobierno de turno, sino que representa un patrimonio institucional de todxs lxs bolivianxs porque ha sido resultado de lucha, trabajo y esfuerzo que hoy corresponde nuevamente recomponer. Desde ARTErias Urbanas nos organizamos, nos adherimos a la movilización en todo el país y nos declaramos en protesta permanente en los espacios públicos y plataformas virtuales”, reza el documento compartido en redes sociales

La plataforma Cultura Viva Comunitaria se manifestó también el lunes en las calles, integrando a diferentes colectivos de El Alto y La Paz.

La Razón


Protesta: músicos piden la restitución del Ministerio de Culturas

La toma simbólica de la plaza 14 de Septiembre y la firma de un manifiesto fueron parte del repudio de diferentes artistas, en su mayoría músicos de Cochabamba, ayer, por el cierre del Ministerio de Culturas.

La asambleísta departamental Estela Rivera, en contacto con la prensa, lamentó que con el discurso de “ahorrar recursos” destinados a las actividades culturales del país, el Gobierno tome esa determinación.

Plaza 14 de Septiembre. Músicos de Cochabamba se manifestaron a través de canto y baile.

Hizo énfasis en que la existencia de este Ministerio fue producto de una lucha de más de 80 años y remarcó que, sobre todo en los últimos años, la cultura ha significado inclusión de los pueblos indígenas y múltiples sectores del país.

“El primer Ministerio de Culturas se creó durante la presidencia de Barrientos y fue otro régimen, el de Ovando, el que lo cerró con la misma fórmula, lo llevó al Ministerio de Educación como un apéndice; al poco tiempo y al no funcionar esa fórmula, los artistas de Bolivia lograron crear el Instituto Boliviano de Cultura, luego la Secretaría Nacional de Cultura y luego el Ministerio de Cultura tras varias generaciones de lucha”, rememoró la legisladora y gestora cultural.

Señaló, asimismo, que la cesación del Ministerio de Culturas es un atentado no sólo contra los directamente afectados, sino contra todo un país.

“Los artistas y los trabajadores de Bolivia, apoyados por varios gestores de artistas de América Latina, vamos y nos proclamamos en pie de lucha. No vamos a permitir y esperemos que se logre retroceder con esta medida del Gobierno tan incultural y tan funesta para toda Bolivia”, apuntó Rivera.

Desde el centro histórico de Cochabamba, el secretario ejecutivo de la Federación de Artistas Unidos, Huáscar Mallku, ratificó que el sector está en emergencia ante el cierre del Ministerio de Culturas en los últimos días.

Precisó que son alrededor de 100 mil artistas y músicos de Bolivia los que quedaron sin empleo desde el brote de la pandemia y señaló que con el suspendido Ministerio de Culturas se estaba trabajando en la creación del “fondo sociocultural” para paliar los efectos de la Covid-19.

“Por eso, es nuestro reclamo no solamente en Cochabamba, sino este reclamo es paralelo a nivel nacional”, indicó.

Los Tiempos


«Ahorro» de Áñez en Culturas es el 0,06% del Presupuesto General del Estado

Jeanine Áñez, con la afectación impostada que caracteriza sus mensajes presidenciales, anunció la noche del jueves cuatro de junio la reducción de tres ministerios: Culturas y Turismo, Deportes y Comunicación. El objetivo del Gobierno de transición sería ahorrar recursos para cuidar la economía de los bolivianos. Pero, ¿cuán significativo es este recorte? ¿Se trata solo de un anuncio demagógico y electoralista Ciñéndonos simplemente a la primera cartera, el «beneficio» es mínimo: 0,06% del Presupuesto General del Estado. Si hablamos de Deportes el resultado es aún más ínfimo.

«Un punto importante para la Economía es que el Gobierno sepa ahorrar», dijo Áñez, segundos antes de anunciar que Culturas y Deportes pasarían a depender del ministerio de Educación. «Todo el dinero que se ahorre con esta reducción irá para salud». Sin contar el caso de Comunicación, este ahorro presumido con el énfasis maternal de la Presidenta representa solo el 0,09% del presupuesto agregado en gastos sin proyectos.

Un ahorro realmente útil, quizás, podría haber surgido de la reestructuración de los gastos en Gobierno y Defensa, que se cuentan en miles de millones y cuyos recursos se vienen inflando desde la anterior gestión gubernamental. En conjunto, ambos ministerios tienen asignados más de 7 mil millones de bolivianos en gastos sin proyectos. Adicionalmente, Defensa tiene otros 130 millones de bolivianos para proyectos de inversión.

Si ponemos todas estas cifras en perspectiva, el presupuesto que Áñez presume estar ahorrando para «cuidar la economía de los bolivianos», en Culturas y Deportes, es menos del 1% del que se despilfarra en los brazos represivos y oscuros de Gobierno y Defensa.

De los tres ministerios eliminados, el de Comunicación es el que mayor presupuesto tiene. Sin embargo, este gasto no representa ni el 2% de, nuevamente, Gobierno y Defensa. Entonces, ¿hablamos realmente de un ahorro o simplemente fue un anuncio con el ánimo de ganar aplausos? ¿Por qué no recortar gastos en la compra de armas e instrumentos represivos, por ejemplo?

Cultura no, violencia estatal sí

La mañana del mismo jueves, el ministro de Defensa, Luis Fernando López, dijo, con el autoritarismo militar que lo caracteriza, que firmaría «una y mil veces» contratos para equipar a las Fuerzas Armadas y la Policía con el paradójico fin de «pacificar» al país. La prepotencia de López tuvo lugar en una conferencia de prensa en la que se vio obligado a rendir cuentas sobre una posible compra irregular de 225 mil granadas de gas lacrimógeno, en la que se gastaron aproximadamente unos 56 millones de bolivianos, es decir el 86% del presupuesto anual del ministerio de Culturas.

No obstante, esa compra corresponde a un contexto anterior al de la crisis sanitaria. ¿Qué hay de nuevo en las prioridades presupuestarias del Gobierno de Áñez y compañía?

El 27 de febrero, ya con la pandemia encima y con pleno conocimiento de lo que venía, el Gabinete aprobó el decreto 4168, que viabilizó la asignación de 40 millones de bolivianos (cuatro millones más de lo asignado a Deportes para el 2020) para la compra de equipos antimotines. ¿El agravante? Estas compras se realizan bajo el manto forzado de una resolución del ministerio de Economía de «confidencialidad y reserva» en compras para los aparatos represivos del estado.

Según informó El Deber, la compra de estos equipos no fue registrada por el Ministerio de Gobierno en el SICOES.

Algo similar sucede con los 330 millones de bolivianos «extra» que se asignaron a la cartera de Arturo Murillo en plena pandemia y con los indicadores epidemiológicos en subida, con el supuesto fin de combatir el narcotráfico. Esta exorbitante cifra, que equivale a prácticamente cinco veces el presupuesto del ministerio de Culturas o diez veces el de Deportes, será administrada a discreción gracias a la misma resolución firmada por el ministro José Luis Parada.

El mensaje queda claro. La prioridad es construir un Estado militarizado y policial, donde la cultura y las expresiones de diversidad y disidencia no tengan lugar.

Muy Waso

 

 

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