Poesía en Medellín

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Medellín: 30 años dejándose seducir por la poesía

Uno de los encuentros pioneros en torno al denominado ‘genero mayor’ de la literatura es, sin duda, el Festival Internacional de Poesía de Medellín, cuyo prestigio ya trasciende los límites nacionales. No en vano, este encuentro se ha dado el lujo de contar entre sus invitados a Wole Soyinka, premio Nobel de literatura 1986.

Los fanáticos de este evento, que en las 29 ediciones precedentes llenaron sus auditorios, no se dejaron derrotar por la pandemia y se volcaron sin pudor al mundo virtual. Así lo refleja el acto inaugural de este año, que alcanzó las 38.000 personas. En lo que va del Festival, más de 114.000 espectadores se han dado cita en las primeras 21 actividades, como charlas y recitales.

El corazón y alma detrás de este sueño lírico es Fernando Rendón, quien con su bandera de versos en alto alienta desde la primera línea a su ejército de enamorados de la poesía.

¿Cómo nació este sueño?

A contracorriente de la pesadilla, en oposición a la guerra que ha consumido el espíritu de la nación por 200 años, este sueño emergió en Medellín, capital mundial del narcotráfico, en 1991, cuando se desarrollaban diarias acciones de terror contra la población: incontables bombas, masacres y asesinatos políticos selectivos.

¿En qué momento el Festival comenzó a ganar relevancia internacional?

En 1993 se percibió el potencial del Festival con una asistencia de miles de personas que colmaban los auditorios, cuando cientos de jóvenes no podían ingresar a los auditorios copados. Comenzaron a aparecer crónicas en medios de Europa y América, calificando al Festival como un faro planetario. Un público ávido, sediento de paz y de versos, buscaba refugio espiritual y físico en la gran confluencia de espíritus.

¿A qué atribuye que el Festival siga tan vigente a lo largo de tres décadas?

La poesía no es un género literario: es una poderosa pulsión de vida en un tiempo de muerte. El Festival celebra 30 años de resistencia poética, 200 invitados leen sus poemas desde 103 países, configurando un vigoroso diálogo de culturas y tradiciones poéticas de la Tierra, durante 70 días continuos, en el contexto del mayor encuentro virtual de poesía de todos los tiempos, mientras el mundo se siente prisionero de una grave pandemia; 114.000 espectadores en las primeras 21 actividades del Festival, entre ellas 38.000 en el acto de inauguración, son cifras sin parangón y sin antecedentes en la historia. La poesía es y seguirá siendo una pulsión de vida para el mundo.

¿Qué personalidades importantes recuerda que han compartido sus versos con los asistentes?

Juan Gelman, Gonzalo Rojas, Amiri Baraka, Blanca Varela, Joy Harjo, Paul Muldoon, Charles Simic, Adam Zagajewski, Edoardo Sanguinetti, Bernard Noël, Andrei Voznesensky, Anise Koltz; K. Satchidanandan, Ramiz Rovshan, Nguyen Quang Thieu, Mutsuo Takahashi, Saadi Yousef, Wole Soyin-ka, Abdellatiff Laabi, Mazisi Kunene y Antjie Krog.

¿Cómo fue el salto a la virtualidad?

Combinamos la experiencia con una nueva idea y con una nueva planeación. El Festival se transformó en un horizonte renovador de los lazos entre los poetas contemporáneos, que permitió verlos, escucharlos, dialogar con ellos desde cualquier lugar del orbe, visibilizando las profundas semejanzas y posibles soluciones en los lacerantes problemas sociales y culturales que rodean la vida de los pueblos. Abrió, a la vez, un nuevo canal de comunicación entre los poetas y el público a través del chat en nuestras páginas de Facebook y YouTube.

¿Qué papel cree que juega la poesía en este momento que vive la humanidad?

El mundo necesita mucho más la poesía que la guerra y que el terror; demanda más la solidaridad que dogmas encadenantes; más la creación de conciencia a través del lenguaje que las filosofías paralizantes; es más necesario a la vida el pensamiento poético movilizador que el obstinado silencio de la academia. La poesía es la vida de los individuos y de los pueblos, su presente y porvenir, esclarece la verdad y es la luz en el sistema circulatorio del mundo.

El Tiempo

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