Sin pan y sin trabajo

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El Museo Nacional de Bellas Artes presenta, a partir del 8 de noviembre y hasta el 26 de febrero de 2017 la exhibición “Ernesto de la Cárcova”, en ocasión del 150 aniversario de uno de los grandes artistas argentinos.

Nacido en 1866, de la Cárcova inició en 1882 su formación artística con el pintor piamontés Francesco Romero en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Entre 1885 y 1893, continuó sus estudios en Italia, primero en Turín y luego en Roma, donde comenzó a pintar la obra Sin pan y sin trabajo, expuesta a su regreso a Buenos Aires en el Segundo Salón del Ateneo, de 1894. Adquirida por el Museo Nacional de Bellas Artes en 1900, la pintura se exhibió en múltiples oportunidades y ha sido reapropiada en las últimas décadas como imagen emblemática de luchas sociales. Además de su labor como pintor, De la Cárcova se destacó como medallista. Dedicó buena parte de su vida a una intensa tarea institucional y educativa. Fue docente y primer director de la Academia Nacional de Bellas Artes (1905-1908), director del Patronato de Becados Argentinos en Europa (1909-1916) y director-fundador de la Escuela Superior de Bellas Artes (1921-1927). Se desempeñó como inspector nacional de la enseñanza del dibujo, jurado en concursos de adjudicación de cargos docentes y proyectos de monumentos, y profesor universitario de dibujo para ingenieros y arquitectos. Además, fue uno de los tempranos miembros del Partido Socialista y Legislador por la Ciudad de Buenos Aires en la Comisión de Obras Públicas. Ernesto de la Cárcova falleció en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1927, a los 61 años. La comunidad artística le dedicó grandes homenajes, testimonios del inmenso afecto que recibió de colegas y estudiantes a lo largo de su carrera.

La muestra que inaugura el Museo Nacional de Bellas Artes está curada por Laura Malosetti Costa, con la colaboración de Carolina Vanegas Carrasco, se despliega en las salas 29 y 30, ubicadas en el primer piso del Museo.

En la primera, se recrea la exposición “Ernesto de la Cárcova”, organizada en Amigos del Arte en 1928 –a un año de la muerte del pintor–, que reunió gran parte de sus trabajos. Además de la célebre obra Sin pan y sin trabajo (1894), se exhiben los estudios técnicos sobre esta pintura llevados a cabo por el equipo de Gestión de Colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes y TAREA-IIPC (Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional de San Martín), que permiten apreciar las diferentes instancias del proceso creativo. Una serie de retratos, paisajes, naturalezas muertas, medallas, dibujos y documentación vinculada con la muestra de la década de 1920 completan el conjunto.

En la sala 30, se relata la trascendencia que alcanzó “Sin pan y sin trabajo”, a partir de obras de artistas como Tomás Espina, Antonio Pujia, Carlos Alonso, Gustavo López Armentía y el Grupo de Arte Callejero (GAC), quienes citaron la pintura de De la Cárcova en sus propias producciones; de las publicaciones que la reprodujeron en sus páginas, y de las múltiples reapropiaciones que atravesó, en diversos contextos, desde su creación.

Además, la exposición del Bellas Artes se integra con otros dos núcleos.

El primero, en el Museo de Calcos y Escultura Comparada “Ernesto de la Cárcova” (Av. España 1701), de la Universidad Nacional de las Artes. Con la curaduría de María Isabel Baldasarre, la muestra evoca los primeros años de esa institución, que De la Cárcova fundó y dirigió. Un tercer núcleo, llamado “Carcova en la UNSAM”, se desarrolla en la sede del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (campus Miguelete, Av. 25 de Mayo 1169, Gral. San Martín, provincia de Buenos Aires).

Allí se presenta el trabajo que, desde esa casa de estudios, emprendieron las curadoras Natalia Gavazzo y Dolores Canuto en el barrio La Carcova, de la provincia de Buenos Aires. Junto con profesores de artes plásticas y profesionales de escuelas y de la Biblioteca Popular La Carcova, acercaron la historia del pintor a los niños y jóvenes del lugar, que también realizaron visitas guiadas al Museo Nacional de Bellas Artes. Conocido como el autor de Sin pan y sin trabajo y como un nombre prestigioso de la Generación del 80, con esta exhibición el Museo Nacional de Bellas Artes se propone revelar al público aspectos poco divulgados de la trayectoria de De la Cárcova.

La muestra se completa con un exhaustivo catálogo en el que distintos especialistas recorren las múltiples facetas del artista. “Ernesto de la Cárcova” podrá visitarse en las salas 29 y 30 del primer piso del Museo, del 8 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017, de martes a viernes, de 11 a 20, y sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.

Publicado en Leedor

Una megamuestra homenajea a Ernesto de la Cárcova a 150 años de su nacimiento

Se cumplen 150 años el nacimiento del gran pintor Ernesto de la Cárcova (1866-1927, un verdadero ícono de las artes plásticas argentinas. Por esta razón el Museo Nacional de Bellas Artes le rinde homenaje con una exposición que inaugura hoy las 19. Su curadadora es Laura Malosetti Costa. Esta muestra tiene como antecedente y como modelo la que se montó en 1928 y que reunió la mayor parte de sus trabajos además de la obra Sin pan y sin trabajo, sin duda una de las más significativas de su obra. Pintada en 1894 y considerada la primera pintura argentina que aborda la problemática social del obrero desocupado, la situacióon que refleja bien podría remitir al país de hoy. La muestra, que ocupa las salas 29 y 30 de MNBA, no solo es una de las más grandes dedicada al pintor, docente y medallista argentino en casi 90 años, sino que además recrea aquel homenaje que su viuda, Lola Pérez del Cerro, organizó luego de su muerte, en Amigos del Arte, como una retrospectiva.

Una prueba de la vigencia de Sin pan y sin trabajo es que en la muestra es abordada desde diversos soportes – dibujo, video, pintura o acción callejera- que han hecho diferente artistas como una forma de mostrar la riqueza de lecturas que ofrece la obra a tantos años de su ejecución.
Además, gracias a los medios tecnológicos con se cuenta hoy, el equipo de Gestión de Colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes y TAREA-IIPC (Instituto de Inveestigaciones sobre el Patrimonio Cultural) revela por primera las diferentes instancias del proceso creativo.
La radiografía, colocada junto a la pintura original, permite apreciar algunos cambios en la simbólica obra de pintor, por ejemplo en las facciones del rostro del hombre que mira por la ventana, y también justamente, en ese paisaje detrás de los cristales, que en un principio es irrelevante y luego se vuelve fundamental.
“De la Cárcova comenzó a pintar Sin pan y sin trabajo en Italia, como un cuadro típico de los que retrataban la miseria, para presentar en los salones (concursos), pero en el ínterin, volvió a Buenos Aires y se afilió al Partido Socialista. Y se convirtió en un cuadro político”, explicó a Télam Malosetti Costa, en alusión no solo a la transformación del cuadro, sino también de su autor.»Usó varios modelos para el hombre del cuadro, de diferentes edades y generaciones, y al final casi que le quitó los rasgos. En el boceto, la vista de la ventana no es importante. Está apenas dibujada; la fábrica de fondo echa humo, como si estuviera funcionando, y la miseria es solo del obrero sin trabajo. Pero después, de regreso en la Argentina, le da mucha importancia a la ventana y ahí, a través de ella, se ve un mitin obrero, la policía reprimiendo, la fábrica cerrada, y se convierte en un cuadro alegórico”, detalla la curadora.Se han dado varias interpretaciones de lo que se ve a través de la ventana, confiesa Malosetti: “algunos dicen que es un lockout patronal, otros dicen que es una huelga, que están reprimiendo… lo cierto es que es un cuadro de significación muy abierta”, reconoce.

La obra fue aclamada en distintas partes del mundo, como en la feria universal de Saint Louis, Estados Unidos, donde “tuvo un impacto tremendo -asegura Malosetti Costa-, probablemente porque había entonces una tradición de sindicatos obreros mucho más fuerte que acá”.Pero el homenaje que el Bellas Artes rinde al artista –“debe haber pocos tan queridos y admirados”, dice la curadora- es más que esta única y emblemática pintura: se incluyen cerca de treinta óleos, diecisiete dibujos y diez medallas.Hay retratos de su esposa y sus hijos, naturalezas muertas y desnudos. Aquí se incluyen los bocetos de “Pomona”, una pintura de grandes dimensiones de una mujer desnuda, obra que el artista exhibió en el Salón de París de 1913 y vendió a una familia judía, Dimitri Peress. Cuando los nazis saquearon la casa de aquella familia se llevaron todo y nunca más se volvió a saber el destino de aquella obra. La historiadora colombiana Carolina Vanegas Carrasco colaboró junto a Malosetti Costa en la curaduría de esta exhibición que en materia de arte contemporáneo reúne trabajos de Tomás Espina, Antonio Pujia, Carlos Alonso, Gustavo López Armentía y el Grupo de Arte Callejero (GAC).

Además, el homenaje se extiende por fuera de los límites del museo: una exposición en el Museo de Calcos y Escultura Comparada “Ernesto de la Cárcova” (Av. España 1701), de la Universidad Nacional de las Artes, evoca los primeros años de esa institución, que De la Cárcova fundó y dirigió.
Asimismo, bajo el título Carcova en la UNSAM, que se desarrolla en la sede del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (campus Miguelete), se presenta el trabajo que, desde esa casa de estudios, emprendieron las curadoras Natalia Gavazzo y Dolores Canuto en el barrio La Cárcova (sus habitantes lo pronuncian sin el acento), de la provincia de Buenos Aires. Acompañando la exposición Ernesto de la Cárcova, a 150 años de su nacimiento, el Museo Nacional de Bellas Artes organiza el viernes 11 de noviembre, de 14 a 17, una jornada de reflexión e intercambio con especialistas en arte y literatura sobre la obra del artista argentino, en diálogo con la producción del poeta Rubén Darío.En el encuentro, de entrada libre y gratuita, la historiadora del arte Laura Malosetti Costa, la especialista en literatura del siglo XIX Alejandra Laera, el artista plástico Alberto Passolini y el poeta Carlos Battilana debatirán sobre las condiciones del cambio en el campo artístico que operó en Buenos Aires entre fines del siglo XIX y principios del XX, época de producción de De la Cárcova y Darío.

A las 14, moderados por Laura Isola, Passolini y Battilana dialogarán sobre De la Cárcova y Rubén Darío, y analizarán las continuidades y rupturas en la obra plástica y literaria de artistas y pensadores contemporáneos. A las 16, Malosetti Costa conversará con Laera sobre el Ateneo de Buenos Aires, una institución que movilizó el intercambio entre intelectuales de diversas disciplinas, y la figura de Darío como poeta que propició una mirada moderna.

La jornada se llevará a cabo en la sala Berni, en el primer piso del Bellas Artes, ubicado en Av. del Libertador 1473, Ciudad de Buenos Aires.Ernesto de la Cárcova cuenta con el apoyo de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes y podrá visitarse en las salas 29 y 30 del primer piso del museo de Avenida del Libertador 1473, hasta el 26 de febrero de 2017, de martes a viernes de 11 a 20, y sábados y domingos de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.

Publicado en TiempoAr

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