Mujeres en la música

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Una ley por más músicas en los escenarios argentinos

Los debates que vienen dándose en forma creciente en torno a la división sexual del trabajo, llegaron al ámbito musical. Es histórica la poca presencia de artistas argentinas en los escenarios de mayor visibilidad como son los festivales de todo el país. Lo hemos señalado con nuestro ciclo Mala Reputación y con las cifras que recopilaron desde Ruidosa. Ahora un proyecto de ley de cupo femenino para los espectáculos de música en vivo busca revertir el escenario desigual. Mercedes Liska investiga sobre música, géneros y sexualidades en el Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires. Fue convocada a colaborar en la elaboración de este proyecto y lo cuenta en esta nota.

Por Mercedes Liska / Fotos: Lucía Ballivián Belloni

La proporción desigual de género se remonta a la profesionalización de la actividad musical y nada indica que vaya a revertirse de manera espontánea. La propuesta de una ley comenzó a gestarse hace tres meses por iniciativa de Celsa Mel Gowland, ex vicepresidenta del Instituto Nacional de la Música (INAMU) y apunta a balancear el acceso laboral de las músicas. Se trata de una iniciativa de fomento profesional que también cuenta con la participación de Alcira Garido, de experiencia en la gestión artística y cultural. En las próximas semanas será presentada formalmente en el Congreso.

Mel Gowland y Garido realizaron un relevamiento estadístico de los principales festivales de música de Argentina -46 eventos en total-. El análisis revela que actualmente el porcentaje promedio de mujeres incluidas en dichas programaciones es inferior al 15 %. La ley propone establecer un piso del 30%, cifra que contempla a artistas solistas o referentes de conjuntos y a músicas integrantes de formaciones mixtas.

Mel Gowland, una artista de larga trayectoria que trabajó como cantante de rock acompañando a Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Gustavo Cerati y Diego Torres, entre otros, convocó a un grupo de intérpretes y compositoras que participan en la elaboración del este proyecto, aportando miradas desde su experiencia en distintos circuitos musicales, ámbitos geográficos y vivencias generacionales; ellas son Hilda Lizarazu, Isabel de Sebastián, Mavi Díaz, Nora Sarmoria, Lula Bertoldi, Lucy Patané, Mariana Bianchini, Barbarita Palacios, Carolina Peleritti, Liliana Vitale, Elbi Olalla y Nelly Gómez.

Si el punto clave de la ley es el derecho al trabajo, dar espacio a la música compuesta e interpretada por músicas propicia también una mayor heterogeneidad en los escenarios. En Argentina, los responsables en la producción y organización de eventos artísticos de gran escala son exclusivamente hombres que reproducen una trama de relaciones y un sistema de valoraciones estéticas regido por la preservación del dominio masculino.

A lo largo de la historia, para dedicarse a la música las artistas tuvieron que enfrentarse a mandatos que van desde el juicio moral a la subestimación. Aún en esa situación adversa muchas siguieron adelante, pero los relatos históricos prácticamente no las mencionan, o figuran en un capítulo anexo. Hoy esas condiciones históricas subsisten a través de preconceptos muy firmes aún sobre la falta de creatividad, inspiración o talento de las mujeres a la hora de hacer música, o sus escasas probabilidades de éxito comercial, que intervienen en el desaliento y el abandono. Así lo demuestra que, a igual proporción de varones y mujeres que acceden al aprendizaje musical, a lo largo de la formación esta proporción se va modificando notablemente. También intervienen condiciones indirectas, como que las tareas de cuidado infantil a cargo de las mismas, genera una postergación en el crecimiento y desarrollo profesional, un señalamiento recurrente en los testimonios de las músicas.

Apoyar una ley que pretende lograr la inclusión efectiva de las mujeres en la música en vivo, y así evitar su relegamiento y derribar prejuicios referidos a la diferencia sexual, implica pensar aquello que vertebra el rol del Estado en materia de políticas culturales. Sabemos que la industria funciona como un embudo que establece jerarquías y disparidades que atentan contra la diversificación y la multiplicidad de voces. Es el Estado el que puede regular estos desequilibrios y este proyecto es una nueva oportunidad para posicionarse como garante de procesos de democratización cultural.

El proyecto ya cuenta con más de 700 firmas de apoyo de músicas, músicos, distintas instituciones y organizaciones relacionadas a la actividad. En este link se puede conocer más sobre la iniciativa.

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Por más mujeres músicas en los escenarios argentinos (Firma de mujeres músicas)
Son bien conocidas entre las mujeres músicas las dificultades históricas para encontrar espacios donde exponer nuestra visión del mundo a través del arte. Si en general cada día se achican más y más los espacios para tocar, en el caso de las mujeres esta estrechez alcanza la imposibilidad misma de dedicarse a la música como medio de expresión y/o fuente de trabajo e ingresos económicos. Desde hace años, últimamente con mayor frecuencia, viene generándose debates entre las músicas argentinas sobre esta desventajosa situación.
El análisis de la composición por género de los principales festivales de Latinoamérica y de cada país, revela que Argentina tuvo la peor representación de mujeres artistas en los escenarios (13,2% de solistas sumadas a las bandas que cuentan con alguna mujer en su formación o sea mixtas). Esto implica que Argentina se encuentra al tope de una estadística que marca la desigualdad de género; mientras que en otros países de la región la media de participación de mujeres alcanza el 30%, en nuestro país el número se reduce a prácticamente un tercio de la media -13%-.

DE UN TOTAL DE 46 FESTIVALES IMPORTANTES DE LA ARGENTINA, EN TODOS LOS GÉNEROS MUSICALES, VEMOS QUE:

• EL 91 % DE (ES DECIR 42 festivales) TIENEN UNA PARTICIPACIÓN FEMENINA DE SOLISTAS MUJERES O AGRUPACIONES MUSICALES LIDERADAS POR MUJERES MENOR DEL 15%.

25 DE ESOS 46 FESTIVALES ( EL 54%) TIENEN MENOS DE 10% DE SOLISTAS MUJERES O AGRUPACIONES LIDERADAS POR MUJERES,Y 8 DE LOS 46 NO TUVIERON NINGUNA MUJER LIDERANDO.

SI ANALIZAMOS EL NÚMERO DE FESTIVALES CON PARTICIPACIÓN FEMENINA REPRESENTADA POR MUJERES LÍDERES + AGRUPACIONES MUSICALES QUE CUENTEN EN SUS FILAS AL MENOS A 1 MUJER: EL 67% (O SEA 31 FESTIVALES) TIENE UNA REPRESENTACIÓN MENOR AL 20% DE LA GRILLA Y EL 24% DEL TOTAL (11 FESTIVALES) ES DE MENOS DEL 10%.

•  SOLO 1 FESTIVAL DE 46 TIENE UNA PRESENCIA DE MÁS DEL 30% DE LÍDERES MUJERES
El campo artístico-musical construye representaciones culturales significativas, entre éstas, ofrece modelos de los géneros y las sexualidades. Además de equilibrar las oportunidades laborales y las posibilidades de expresión señalados anteriormente, los ciclos y eventos que ofrecen un panorama heterogéneo del hacer musical en nuestro país, cumplen un rol fundamental en la construcción de imaginarios de los géneros y las sexualidades más equitativos .

LAS ABAJO FIRMANTES PROPONEMOS UNA LEY QUE ESTABLEZCA UN MÍNIMO DE 30% DE ARTISTAS SOLISTAS FEMENINAS Y/O AGRUPACIONES MUSICALES MIXTAS, EN TODOS LOS ESPECTÁCULOS DE MÚSICA POPULAR, CICLOS Y PROGRAMACIONES ANUALES.

La finalidad de la Ley será lograr la inclusión efectiva de la mujer en la actividad musical en vivo, evitando su postergación, derribando prejuicios sobre la generación de ganancias en la industria cultural según sexos, permitiendo la necesaria multiplicidad de miradas y voces, integrando la diversidad y tendiendo a alcanzar la paridad de géneros.

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