Argentina restituye piezas arqueológicas a Bolivia y México

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Luego de la restitución de 439 piezas arqueológicas al Ecuador, y 4150 al Perú a principios de este año, la Argentina celebra una vez más la devolución de objetos culturales y patrimoniales de gran valor a otros dos países latinoamericanos. En este caso, se trata de 55 piezas restituidas a Bolivia, y otras 6, a México. El encuentro tuvo lugar en la Casa Creativa del Sur, con la presencia del ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto; el secretario de Patrimonio Cultural, Américo Castilla; el embajador del Estado Plurinacional de Bolivia, Santos Javier Tito Véliz, y el embajador de los Estados Unidos Mexicanos, Fernando Castro Trenti, entre otros funcionarios presentes.

Algunas de las obras recuperadas que serán restituidas a Bolivia son qeros, cuencos y vasijas de cerámica policroma, fragmentos textiles de distintos colores, figurinas, hachas, esferas, etc., que pertenecieron a las culturas mojocoya, huruquilla, tiwanaku, yura, entre otras. Por otra parte, a partir de la autenticidad y filiación de las piezas de origen mexicano –que también estuvo a cargo de arqueólogos de la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH)–, se distinguieron cuatro fragmentos y dos piezas completas. Entre estas últimas, se encontraron una figura antropomorfa modelada en barro, que representa a un personaje masculino en posición sedente ataviado con orejeras, diadema y nariguera –procede del occidente de Mesoamérica, corresponde a la tradición Tumbas de Tiro (100 a. C. al 600 d. C.)– y un cajete trípode también modelado en barro que presenta motivos geométricos y abstractos en color rojo sobre fondo color crema, así como un motivo zoomorfo aplicado en la base del contenedor –corresponde al estilo maya, procede del sur de Mesoamérica del periodo clásico (200 d. C. al 800 d. C.)–.

Figura antropomorfa y plato trípode mexicanos
El Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) –depósito legal de los 20.000 bienes incautados en el año 2000 por la actual Policía de Seguridad Aeroportuaria– fue el organismo encargado –junto con la participación de otros expertos de Bolivia y México– de analizar, peritar y determinar los invaluables objetos arqueológicos para la devolución a sus países de origen, luego de ser autorizado por la justicia nacional en 2015.

“Esta recuperación de piezas arqueológicas tiene un valor incalculable no tanto por su valor monetario, sino porque en ellas se presentan nuestras tradiciones, costumbres y raíces de nuestros pueblos milenarios. En cada una de estas piezas están enmarcadas el conocer de nuestros antepasados de cada uno de los pueblos a lo largo de miles de años”, expresó el embajador boliviano Tito Véliz. Luego, el embajador mexicano compartió su gratitud: “Esta entrega formal nos demuestra un gran intercambio cultural; estamos consolidando una hermandad histórica. Hemos trabajado muchísimo para reencontraron con nuestras tradiciones y raíces prehispánicas. Este esfuerzo mexicano, con la colaboración argentina, permite la consolidación de estos valores patrimoniales que enriquecen cuando pueden ser expuestos a las siguientes generaciones”.

Para finalizar el encuentro, el ministro Avelluto concluyó: “Este es un motivo de orgullo por muchas razones. Por un lado, se trata de algo que está en nuestra esencia: no quedarnos con lo que no nos pertenece, no retener lo que no es nuestro. Por otro lado, este momento es el extremo de un trabajo enorme de muchas personas, funcionarios, expertos, peritos, aduaneros, personal de seguridad, etc. que muchas veces son anónimos. El resultado final que celebramos es volver a dar vida, volver a encender la luz, hacer público todos estos objetos que forman parte de la tradición, memoria y cultura que constituyen la identidad de nuestros países hermanos. Y esperamos que estos caminos sean cada vez más cortos, con mayor celeridad y eficacia”.

Recuperación y devolución de piezas arqueológicas y paleontológicas

El proceso comenzó en 2000, cuando el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL, órgano de aplicación de la Ley Nacional 25.743, que protege el patrimonio arqueológico y paleontológico) brindó un curso de capacitación a la entonces Policía Aeronáutica Nacional. El objetivo era detectar casos de tráfico ilegal de bienes culturales, cuarto delito en el ranking  internacional de comercio ilícito.

“Gracias a la capacitación, agentes del Aeropuerto Internacional de Ezeiza pudieron detectar piezas precolombinas originales que un turista extranjero había comprado en la calle Florida como souvenir”, explicó Diana Rolandi, directora del INAPL.

A partir de entonces, se iniciaron investigaciones y allanamientos a locales comerciales, donde se secuestraron piezas que estaban en venta. Estos procedimientos contaron con la colaboración de investigadores del INAPL, el Conicet, las universidades de Buenos Aires y de La Plata, y el Museo Etnográfico. Además de material arqueológico, se hallaron restos paleobotánicos y paleontológicos originarios de América, Europa y Asia.

En 2001, se designó al INAPL como depósito judicial de los bienes y se le entregaron las primeras cajas con restos. Entre 2003 y 2005, se realizaron los peritajes. Dos años después, un nuevo allanamiento secuestró más materiales. Luego de reiteradas solicitudes, en 2014, la Justicia permitió al INAPL comenzar a decomisar lo incautado, registrarlo, expedir certificados de exportación y restituir las piezas a los países de origen. Estas acciones estuvieron a cargo de la Dirección del Instituto y el personal del Registro Nacional de Yacimientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos (RENYCOA), y también intervinieron agentes verificadores de Aduana, profesionales y técnicos de los países destinatarios de los tesoros, la empresa de embalaje y transporte, y una consigna de la Policía Federal, División Interpol. Tras la sanción de la Ley 25.743, en 2003, el país concretó devoluciones menores en cantidad a Colombia, Perú y Ecuador.

En conjunto, suman entre 15.000 y 20.000 los objetos hallados en los últimos quince años, fruto de la concientización promovida por el Estado nacional sobre la importancia del patrimonio. Entre estos, se cuentan representaciones de las culturas peruanas chavin, cupisnique, moche, wari, chimú, zazca, chancay e inca. Algunas de estas piezas son cerámicas milenarias de la cultura valdivia –de la costa sur ecuatoriana–, considerada la primera cerámica americana (su antigüedad se estima entre los 3500 y 1800 años a. C.). Otros bienes pertenecen a las culturas tuncahuan, chorrera (900-300 a. C.) y bahía (500 a. C.-650 d. C.). También se incluyen objetos pintados con técnica en negativo de gran singularidad.

Publicado en Cultura Argentina
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