Elegidos del sol
Por Paul Antoine de Matos
Al inaugurar el viernes pasado la exposición Mexicas: elegidos del Sol,en el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, expresó que entre la cultura maya y la mexica existe un diálogo histórico, fructífero y necesario, pues nunca se sometieron o lucharon entre sí. Los mexicas fueron cuidadosos de pasar de ladito y pasar a Centroamérica sin buscar mayores conflictos con los mayas, pero coincidieron al rescatar la herencia tolteca como cultura madre
.
El funcionario agregó que para ser motivo de diálogo, encuentro, búsqueda y enriquecimiento compartido entre los diferentes universos simbólicos, lingüísticos y culturales, al instituto le corresponde acreditar la perspectiva pluricultural, multilingüe y multiétnica, para construir una idea de la diversidad, en la cual la diferencia no sea motivo de exclusión, discriminación, sometimiento y desigualdad, como ha sido durante siglos
.
Los mexicas están en Yucatán, y los mayas en la Ciudad de México, en el Museo Nacional de Antropología, con Mayas: lenguaje de la belleza,resaltó, por lo que ambas exposiciones buscan reconocer que Yucatán se puso en la mirada de lo que se podría llamar la primera globalización con los exploradores en las costas y las tierras de la península.
Los mexicas, continuó, formaron un imperio por medio de alianzas y guerra, de conquistas y sangre, y constituyeron también un gran Estado sustentado en la unificación y diversificación de pueblos, resultado de mezclas y migraciones, como ahora es el México contemporáneo. Temas que se atisban desde el pasado para sacar las lecciones para construir un mejor futuro.
“Mítica isla de Aztlán, tras años de andar, asentamiento y expulsión, fundaron su ciudad capital: la gran Tenochtitlán. Dirigidos por su dios Huitzilopochtli, daban nueva vida a la tierra con cada amanecer en los sacrificios, aseguraban que el Sol pudiera salir cada mañana
.
En la exposición destacan las piezas procedentes del Templo Mayor, de la exposición Nuestra sangre, nuestro color: la escultura polícroma de Tenochtitlán, dos réplicas exactas, cromatizadas tras estudios de Leonardo Lóez Luján, de la Coyolxauhqui y el Guerrero Estelar.
La exposición del Palacio Cantón coincide con los 40 años del descubrimiento de la Coyolxauhqui y los 30 de la creación del museo del Templo Mayor.
El director del INAH recalcó que el Palacio Cantón da vida cultural a la península de Yucatán, pero también aporta a la reactivación del turismo en la entidad; destacó la importancia de realizar exposiciones como la actual, que incluye 118 piezas provenientes de los acervos del Museo Nacional de Antropología y el Museo del Templo Mayor.
También indicó que aunque el país tiene el nombre de una de las grandes culturas que habitaron Mesoamérica, México es muchos pueblos, es muchas culturas, es muchas historias, es muchas identidades
.
La directora del Palacio Cantón, Giovana Jaspersen García dijo que se trata de un viaje por el centro de México desde Yucatán, por lo que se expone en Mérida para que los visitantes al museo conozcan tanto las similitudes como los intercambios entre ambas culturas.
Se trata de un diálogo entre lo mexica y lo maya, con la cultura como la herramienta pacificadora
, explicó la funcionaria.
Respecto del concierto de Armando Manzanero en Chichén Itzá, el director del INAH dijo que se cuenta con un reglamento que revisa minuciosamente los aspectos de conservación de la zona arqueológica y también de seguridad para los asistentes.
Reconoció que en esa zona arqueológica es necesario que los recursos recolectados por las autoridades estatales sean dirigidos hacia los proyectos de restauración y conservación del patrimonio de la región, así como al desarrollo de infraestructura que permita al lugar ser más atractivo.
Publicado en La Jornada
‘Mexicas, elegidos del sol’ se inauguró en el Palacio Cantón
La exposición Mexicas, elegidos del sol, inaugurada la noche del viernes en el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón, en la ciudad de Mérida, Yucatán, presenta a través de más de un centenar de piezas las características más relevantes de este imperio y sus vínculos y similitudes con la cultura maya.
El antropólogo Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló que el imperio mexica, forjado por medio de alianzas y guerras, de conquistas y sangre, fue también un pueblo de unificación y diversificación, de mezclas y migraciones; “temas contemporáneos que podemos ver desde nuestro pasado más remoto”.
Añadió que a través de cinco módulos temáticos y 11 piezas procedentes de los museos Nacional de Antropología, Templo Mayor y Palacio Cantón, entre esculturas, vasijas, relieves, lápidas y objetos rituales, la exposición revela no sólo las características más relevantes del pueblo mexica, sino que también genera un diálogo entre éste y la cultura maya.
“Este diálogo no es contemporáneo sino histórico, entre dos culturas que nunca se sometieron o lucharon, pero que influyeron en visiones y creencias, enriqueciendo así sus objetos y representaciones plásticas”.
El antropólogo destacó que en el marco de la celebración del 30 aniversario del Museo del Templo Mayor y los 40 años del Proyecto Templo Mayor, se abre esta exposición sobre el pasado mexica, “que no es sólo el del centro de México sino de todos los que habitamos el vasto territorio nacional; sus símbolos han servido como hilos en el tejido identitario de nuestra nación independiente y hoy están al alcance de nuestros ojos en las salas de este también icónico palacio”.
Luego de resaltar que el instituto ha presentado exposiciones del más alto nivel en este espacio, el Palacio Cantón se ha convertido en la plataforma expositiva del INAH en el sureste.
Dividida en cinco ejes temáticos, Mexicas, elegidos del sol narra las características más sobresalientes de la cultura mexica, a partir de la peregrinación desde la mítica isla de Aztlán, “lugar de las garzas”, hasta llegar a su asentamiento definitivo y fundación de la gran ciudad de Tenochtitlan.
A partir de ahí, se podrá conocer cómo este pueblo se convirtió en el extenso imperio que dominó gran parte de Mesoamérica bajo grandes campañas militares, así como la importancia de la religión que abarcaba todos los aspectos de la vida y su relación con la guerra y la conquista, hasta el contacto comercial que tuvieron con la civilización maya, la cual nunca se sometió al nahua del centro de México, pero tuvieron apropiaciones culturales.
Dentro de las salas se exponen monumentales piezas de lítica que representan el amplio panteón mexica, así como vasijas de cerámica, puntas de proyectil, cetros de obsidiana y rostros pedernales que formaban parte de las ofrendas encontradas en las inmediaciones al Templo Mayor.
Procedentes de la exposición Nuestra sangre. Nuestro color: La escultura polícroma de Tenochtitlan, se exhiben dos réplicas de las esculturas de Coyolxauhqui y del Guerrero estelar, que recrean su cromatismo original, resultado de los estudios realizados por especialistas e investigadores del INAH encabezados por el doctor Leonardo López Luján.
En la inauguración de la muestra estuvieron Roger Metri Duarte, secretario de la Cultura y las Artes de Yucatán, en representación de Rolando Zapata Bello, Gobernador Constitucional del estado; José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones del INAH; José Luis Martínez Semerena, regidor presidente de Cultura en el cabildo de Mérida, en representación de Mauricio Vila Dosal, presidente municipal de Mérida; Eduardo López Calzada, director del Centro INAH Yucatán; Patricia Ledesma, directora del Museo del Templo Mayor, y Giovana Jaspersen, directora del Museo Regional de Antropología Palacio Cantón, entre otros.
La exposición podrá visitarse en los horarios del museo: de martes a domingo de 8 a 17 horas. Costo de entrada: $55 pesos. Entrada gratuita a estudiantes, docentes y adultos mayores con credencial. Domingo entrada libre a todos los mexicanos.
Publicado en INAH