Comenzó en Bogotá la XXIX Feria Internacional del Libro (FILBO)

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El Ministerio de Cultura ofrecerá una variada programación a los visitantes de la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2016, con el fin de motivar a los colombianos a disfrutar de una de las experiencias más enriquecedoras: la lectura.

En la versión 29º de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que se llevará a cabo del 19 de abril al 2 de mayo en Corferias, el Ministerio de Cultura contará con un stand del Plan Nacional de Lectura y Escritura ‘Leer es mi cuento’ en el que, por una parte, “difundirá las diversas estrategias desarrolladas para alcanzar la meta de aumentar los índices de lectura de 1,9 a 3,2 libros leídos por persona al año y, por la otra, ofrecerá espacios adecuados para que grandes y chicos disfruten de la lectura en diversas formas: digital, en voz alta, en silencio y en familia”, explica Guiomar Acevedo, directora de Artes del Ministerio de Cultura.
Adicionalmente, se tendrá el tradicional espacio de La fiesta de las lenguas y conmemorará los 400 años del fallecimiento de los grandes genios de las letras Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare con conferencias y obras enmarcadas en el Año 16/16: Shakespeare+Cervantes, e incentivará el placer y gusto por la lectura con una extensa oferta de conferencias y actividades para niños y adultos.
Enrique González, presidente de la Cámara Colombiana del Libro, una de las entidades organizadoras del certamen, resaltó que la Feria del Libro es un evento que busca promocionar la lectura. “En ese sentido estamos alineados con la meta del Gobierno Nacional, que busca aumentar los índices de lectura. A inicios del Siglo XX éramos un país analfabeta y al final del siglo esa brecha disminuyó. El trabajo que viene realizando el Gobierno va en la dirección correcta con sus programas ´Leer es mi cuento’ y ‘De cero a siempre’. Se han comprado libros para las bibliotecas. Ya saldrá en los indicadores ese impulso para lograr un país lector. La mejor forma de aumentar la lectura es poner los libros al alcance de los lectores”, aseguró.

UN ESPACIO PARA LEER

MinCultura contará con un espacio permanente ubicado en el Pabellón 6 del piso 2, stand 10 que invitará a los visitantes a unirse a la meta principal de la entidad: aumentar los índices de lectura en Colombia de 1.9 libros por persona al año, a 3.2 en 2018 con el fin de que la lectura se convierta en un ejercicio de disfrute cotidiano entre los colombianos, así como una herramienta efectiva para lograr mejores oportunidades laborales, económicas y sociales.
Para lograr este meta, MinCultura tiene en marcha el Plan Nacional de Lectura y Escritura ‘Leer es mi cuento’ en el marco del cual construye bibliotecas públicas en las zonas donde se concentran los mayores índices de desigualdad y violencia, aumenta la oferta y el acceso a los libros, e incrementa las colecciones en las bibliotecas públicas y su conexión a internet.
Los visitantes al stand podrán conocer más acerca de los resultados de estas acciones y sobre las estrategias para sumarse a este gran objetivo. A manera de recurso simbólico, para captar la atención de los visitantes y sensibilizarlos en relación con la importancia de la lectura en la formación integral de los seres humanos, se tendrá un “lecturódromo” (similar a un termómetro) en el que grandes y chicos podrán jugar a aumentar la temperatura partiendo de 1,9 y llegando, como mínimo, a 3,2.
Como el stand de MinCultura será el espacio de lectura por excelencia en la Filbo, los asistentes podrán hacer una pausa en su recorrido para sentarse en cómodas sillas cojines a leer de forma individual o en familia, consultar las publicaciones de MinCultura, o las colecciones de primera infancia que los colombianos tienen disponibles en las 1424 bibliotecas públicas del país, leer en dispositivos digitales, llevarse gratis a casa títulos de la serie ‘Leer es mi cuento’, y conocer las tres nuevas aplicaciones en 3D del portal Maguaré: Ábrete sésamo, Caja de disfraces y Plastimesa, con las que los niños podrán interactuar con adivinanzas, poner sus propias fotografía en los cuerpos de los personajes de Maguaré y moldear plastilina a través de la pantalla de la tableta.
También podrán disfrutar de jornadas de lectura en voz alta que se realizarán todos los días, a las 11:00 a.m., para público infantil con personajes como María Del Sol Peralta y a las 3:00 p.m., para público general con artistas y escritores como Carmenza Gómez, Nicolás Montero y Jorge Franco, entre otros.
Además, el stand contará con las Salas didácticas itinerantes de los Museos Colonial y Santa Clara en las que el pintor Gregorio Vásquez, el marqués de San Jorge, monjas, frailes y otros personajes de los siglos XVI al XVIII guiarán juegos y actividades todos los días, a las 10:00 a.m., para niños de 3 a 6 años y a las 2:00 p.m. para niños mayores de 10 años.

FIESTA DE LAS LENGUAS

MinCultura presentará la sexta versión de la Fiesta de las lenguas, un espacio para conocer y aprender sobre las 68 lenguas nativas de Colombia, que se llevará a cabo en el Pabellón Juvenil Colsubsidio. A través de actividades experienciales, niños y jóvenes compartirán saberes con autoridades, representantes y hablantes de las lenguas nativas del país. Los visitantes también podrán disfrutar de música, danza, artesanías y de la tradición oral que hacen parte de la diversidad cultural del país.

Año 16/16: Shakespeare+Cervantes
Con el fin de conmemorar la vida y obra de Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare 400 años después de su muerte, MinCultura declaró el 2016 como el Año 16/16: Shakespeare+Cervantes.

En la Filbo, se dictarán conferencias que abarcarán las distintas facetas de la obra de Cervantes a través de diferentes enfoques como el teatro, la mujer, el Mediterráneo, la hibridez cultural y un análisis de sus prólogos, y se desarrollará una charla que sugerirá instrucciones para leer su obra emblemática: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

También se lanzarán los títulos 13 y 14 de ‘Leer es mi cuento’ Don Quijote de la Mancha, capítulos I y VIII de Cervantes, y Romeo y Julieta, de Shakespeare, versión de Charles y Mary Lamb, que se distribuirán de forma gratuita en la Red Nacional de Bibliotecas Públicas. Además, los visitantes podrán disfrutar de las obras de teatro de calle Entremeses cervantinos y Las aventuras del Quijote en títeres, teniendo como escenario dos carromatos que emulan a aquellos del siglo XVII.

Conferencias y lanzamientos de libros
Adicionalmente, el Ministerio de Cultura ofrecerá dos talleres de promoción de lectura con el escritor Nahum Montt para 200 estudiantes por sesión y conferencias como La actualidad del cuento hispanoamericano con la escritora boliviano-venezolana y ganadora del Premio Hispanoamericano de Cuento 2015 ‘Gabriel García Márquez’, Magela Baudoin, Los lenguajes de los niños, Internet y el derecho a disfrutar de la cultura, Vivamos el patrimonio, Cuentos de Hadas y emoción en la primera infancia, La documentación musical, y las actividades para las familias Adivina, disfrázate y moldea con Maguaré, Celebra el día del niño con Maguaré, Alharaca y Mi Señal y el panel creativo Así se narra la cultura en Colombia.

También realizará el lanzamiento de los títulos 15 y 16 de la colección ‘Leer es mi cuento’: El Patito Feo, de Hans Christian Andersen, y Meñique, de José Martí, así como de los libros Antología Relata 2015 y otras publicaciones de los talleres dela Red Nacional de Escritura Creativa (RELATA), y de los siguientes títulos de la Dirección de Patrimonio: Alfredo Rodríguez Orgaz. Arquitecto, Francisco José de Caldas y las obras de ingeniería militar en la independencia de Colombia, Armenia, enclave exportador de café e Historia del Patrimonio y Cultura culinaria y biodiversidad: Pacífico y Amazonas. Adicionalmente, se presentarán las novedades del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y del Sello editorial del Instituto Caro y Cuervo, así como el libro El Juglar y el pescador, homenaje al maestro José Benito Barros.

 Publicado en Portafolio

4 recomendaciones históricas para la Feria del Libro de Bogotá

Un libro sobre la historia del cine colombiano, un análisis de la Rusia contemporánea desde su pasado zarista, una mirada arquitectónica al barrio El Prado en Barranquilla y una observación a la economía colombiana.

Recuperando el cine perdido

Álbum del sagrado corazón del cine colombiano, Hugo Chaparro. Semana Libros.

José Ángel Báez, editor de Cultura de Semana.

Hernando Martínez Pardo publicó, en 1978, un libro fundamental: Historia del cine colombiano, el único texto que durante años sirvió como referencia para saber de una cinematografía que nació, más que por convicción, por expedición, por terquedad de auténticos aventureros como los Di Domenico, los Acevedo, Floro Manco, entre otros.

Desde entonces, muy poco se volvió a escribir del pasado del celuloide nacional —una digna excepción es Historia social del cine en Colombia (2013), de Álvaro Concha—. Pero desde 2003, con la Ley de Cine, todo empezó a cambiar: crecieron tanto espectadores como producciones y reconocimientos. Un muy buen libro debía surgir y así apareció Álbum del sagrado corazón del cine colombiano, del escritor y cinéfilo Hugo Chaparro Valderrama.

Una publicación oportuna que no solo complementa los casi 40 años que le faltaron a Martínez Pardo sino que, además de descriptivo, es un recorrido analítico presentado cronológicamente, película por película, de las producciones que reflejan las altas y las bajas de la cinematografía nacional. No solo es el discurso del autor: en algunos casos recurre a viejas reseñas de críticos, periodistas, directores y hasta de los mismos actores.

“El cine, entendido como el álbum familiar de un país…”, dice Chaparro Valderrama de su libro. Y al pasar las páginas de este álbum aparecen producciones históricas como El drama del 15 de octubreo Garras de oro; míticas, como Aura o las violetas o Bajo el cielo antioqueño; recientes, como La tierra y la sombra o Gente de bien, y polémicas, comoRodrigo D o Pepos, la que muchos consideran una de las mejores películas hechas en el país, pero que casi nadie vio.

Y ese otro gran valor del libro: rescata aquellas cintas que muchos no quisieron ver o que alguien no quiso mostrar porque este es el país del Sagrado Corazón.

Entender a Rusia

Rusia, de los zares a Putin (1880-2015), Hugo Fazio. Editorial Uniandes.

Álvaro Sierra, columnista de El Tiempo.

Un padre y dos hijas, todos historiadores, han producido el que es quizás el mejor libro sobre Rusia y la Unión Soviética que se haya publicado en Colombia. La edición original se escribió hace una década y esta es una segunda versión (muy) “corregida y aumentada”.

Una de las virtudes de este libro es que aquí Rusia no es una cantidad desconocida y misteriosa (“la insondable alma rusa” de tantos estudios) ni ideologizada (el reino totalitario de la visión occidental de la Guerra Fría). El esfuerzo de Hugo Fazio y sus dos hijas, Luciana y Daniela, reside precisamente en mostrar las líneas de continuidad y de cambio entre la agonizante Rusia de los zares de fines del siglo XIX y la Rusia de Vladimir Putin de hoy.

Los endebles intentos de modernización de la Rusia de los zares para tratar de sobrevivir; las dos revoluciones de febrero y octubre de 1917 que subieron en la cresta de la ola a los bolcheviques y dieron origen a la Unión Soviética; el papel protagónico del campesinado en el nacimiento del régimen estalinista que signó el siglo XX; el bastante menospreciado impacto de la situación internacional en la evolución interna de Rusia tienen, entre otros elementos, un papel destacado en este recuento apretado e interpretativo de lo que ha significado Rusia para el mundo en los últimos 140 años.

El libro pierde cierta fuerza interpretativa a medida que se acerca al presente: desde las reformas de Gorbachov hasta el nuevo autoritarismo de Putin, se vuelve más descriptivo y coyuntural. Pero esos capítulos, que actualizan una historia compleja y cuyo estudio ha sido más objeto de ideología que de historiografía, aportan también a lo que es la tesis central del libro: la evolución de Rusia solo puede entenderse como una gran lucha entre el cambio y la continuidad, entre la transformación y la pervivencia. Este es un libro para entender a Rusia.

El secreto de barranquilla

Memorias de El Prado. Arquitectura y urbanismo 1920-1960, Jesús Ferro Bayona y Rossana Llanos (Eds.). Editorial Uninorte.

Paul Brito, escritor.

Mientras en el mundo terminaba la Primera Guerra Mundial y comenzaba a cocinarse una nueva, en Barranquilla se construía un pequeño paraíso armonizando elementos arquitectónicos de diversas partes del planeta. “La fiesta de los estilos”, lo llama el historiador Carlos Bell. Diseños norteamericanos, europeos y de Medio Oriente, con estilos renacentistas, afrancesados y neoclásicos, y lenguajes desde griegos e italianos hasta moriscos se conjugaban de forma equilibrada en una urbanización considerada el primer barrio moderno de Colombia, cuyo modelo adaptaron y replicaron otros sectores menos acomodados de la ciudad.

El libro publicado por la Universidad del Norte explica por qué, a pesar de las mellas que ha sufrido, hoy el barrio El Prado está adherido a la memoria de todos los barranquilleros y por qué ha sido declarado Patrimonio Nacional y Bien de Interés Cultural de la Nación. Pero sobre todo expone las razones por las cuales reflejó de forma temprana el espíritu cosmopolita y ecléctico de una ciudad que estaba llamada a traer la modernidad y la universalidad al país.

Y lo hace contextualizando una serie de contenidos fotográficos encontrados en un par de álbumes de la Compañía Urbanizadora El Prado y Parrish & Co., que forman parte del archivo de Karl C. Parrish donado a esta universidad (institución que es otro de los aportes de este norteamericano). A partir de ese hallazgo, varios profesores del programa de Diseño Gráfico se encargaron de recuperar las imágenes que presentaban diversos grados de deterioro, y otro grupo de profesores de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño realizó una investigación documental y se dedicó a encontrar el significado de este hito en la ciudad y el país.

El resultado es un libro con diversos enfoques, un cuidadoso material visual y confiables pies de fotos, muy necesario para entender la riqueza arquitectónica, urbanística y cultural de un barrio que reivindica en su concepto original la identidad barranquillera y su proyección democrática y sensible. Identidad que hoy más que nunca se debe rescatar y valorar frente a las amenazas mercantilistas y totalitarias de una modernidad mal entendida en una babel económica que ya no es exactamente el crisol culto y enriquecedor de antes.

Colombia reevaluada

Historia económica de Colombia, José Antonio Ocampo. Fondo de Cultura Económica.

Aldemar Moreno, editor de revista Dinero.

En un país donde ha predominado la historia política —es decir, la historia con una perspectiva ideológica y de lucha por el poder— vale la pena preguntarse qué aportes tiene para hacer una historia económica —es decir, una narración sobre el desarrollo del homo faber—. Un esfuerzo por responder este interrogante es el de la obra Historia económica de Colombia, compilada por el prestigioso economista colombiano José Antonio Ocampo Gaviria. El texto ya había sido publicado en 1987 y un año después fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias Alejandro Ángel Escobar. Esta nueva edición fue revisada y actualizada, con temas como la recesión de fin de siglo, la crisis financiera mundial de 2008 y la eventualidad de un acuerdo de paz en Colombia.

Las cualidades de la obra son varias. Primero, la más obvia, la autoridad; se trata de ensayos de los más importantes historiadores económicos: Germán Colmenares, Jaime Jaramillo Uribe, Jorge Orlando Melo, Jesús Antonio Bejarano, Mauricio Abella y el propio Ocampo, entre otros.

El otro aspecto es su enfoque: es posible encontrar nuevos matices sobre el devenir nacional y hasta entender de mejor forma la complejidad histórica. Por ejemplo, el libro ofrece una mirada más detallada sobre la vida colonial, relatando las formas primarias de los contratos laborales durante el tránsito entre la encomienda y las grandes haciendas como unidades productivas, o los hábitos de consumo de productos importados de los neogranadinos.

Obviamente, este tipo de detalles no son el único enfoque valioso: el libro también relata las enormes transformaciones del país y los grandes problemas que nos han afectado desde siempre: el contrabando uno de ellos, solo por poner un ejemplo.

Son ocho capítulos que corresponden con los más importantes periodos de evolución económica del país: la Conquista, la Colonia, la Independencia, el modelo liberal de finales del siglo XIX, el surgimiento cafetero del siglo XX, la crisis mundial y el desarrollo industrial de finales del siglo XX, para finalizar con lo que puede ser considerado la gran modernización de la economía nacional entre la década de los ochenta y 2014.

Esta mirada a la economía de Colombia abre las puertas a nuevas interpretaciones que pueden resultar muy distintas de las que se derivan del enfoque tradicional sobre la historia nacional.

Publicado en Revista Arcadia

 

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