Chile: Roberto Bolaño regresa con una nueva novela póstuma

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Por Constanza Troncoso M.

Transcurren los años 70′ en México DF. Dos escritores jóvenes intentar vivir de la literatura en una ciudad en la que todo lo importante parece suceder en ese momento efímero que separa la noche del día. El espíritu de la ciencia ficción es una historia que Roberto Bolaño (1953-2003) escribió a comienzos de la década de los 80′. Manuscrito que por primera vez será publicada, como parte de la Biblioteca Roberto Bolaño de editorial Alfaguara, que en septiembre reeditó dos de sus obras emblemáticas: Los detectives salvajes y 2666, esta última publicada por primera vez también tras la muerte del autor, en el año 2004.

Esta nueva obra póstuma de Bolaño mezcla rasgos propios de la literatura realista con otros de carácter fantástico, en la descripción de los sueños de uno de los protagonistas. Además, puede leerse como una suerte de prehistoria de los protagonistas de Los detectives salvajes, obra cumbre del autor con la que se consagró ganando prestigiosas distinciones como el Premio Herralde en 1998 y el Rómulo Gallegos en 1999.

En El espíritu de la ciencia ficción se narran los años de formación poética, de iniciación al sexo y de incipientes pesquisas detectivescas; en este caso no tras el paradero de la esquiva y misteriosa escritora Cesárea Tinajero, sino en busca del origen o el por qué de la ebullición literaria del DF a mediados de los setenta, que se manifestaba en la existencia de innumerables talleres de poesía y, sobre todo, en la circulación de varios centenares (más de 600 en un solo año, constatan los protagonistas de esta novela) de publicaciones poéticas, entre revistas, fanzines y folios marginales.

Durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que comienza a fines de noviembre, se realizará un homenaje a Bolaño en que se lanzará esta novela inédita.
En tanto, en la Feria Internacional del Libro de Santiago, el próximo domingo 6 de noviembre se realizará una lectura pública de El espíritu de la ciencia ficción. Alfredo Lewin, Ana Tijoux, Humberto Sichel, Jorge Baradit, Loreto Aravena, Natalia Valdebenito y Nona Fernández, entre otros, se darán cita en la sala Acario Cotapos a las 17:30 horas para leer fragmentos de la obra.

A pocos días de que la obra vea la luz por primera vez tanto en México, en Chile, como en el resto de los países de hispanoamérica, la editorial Alfaguara lanza el siguiente adelanto:

Primeras páginas de El espíritu de la ciencia ficción

—¿Me permite hacerle una entrevista?
—Sí, pero que sea breve.
—¿Ya sabe que es usted el autor más joven que ha ganado este premio?
—¿De verdad?
—Acabo de hablar con uno de los organizadores. Me dio la impresión de que estaban conmovidos.
—No sé qué decirle… Es un honor… Me siento muy contento.
—Todo el mundo parece contento. ¿Qué ha bebido usted?
—Tequila.
—Yo, vodka. El vodka es una bebida extraña, ¿no cree? No son muchas las mujeres que lo tomamos. Vodka puro.
—No sé qué beben las mujeres.
—¿Ah, no? En fin, da igual, la bebida de las mujeres siempre es secreta. Me refiero a la auténtica. Al bebercio infinito. Pero no hablemos de eso. Hace una noche clarísima, ¿no le parece? Desde aquí se pueden contemplar los pueblos más lejanos y las estrellas más distantes.
—Es un efecto óptico, señorita. Si se fija con cuidado observará que los ventanales están empañados de una forma muy curiosa. Salga a la terraza, creo que estamos justo en medio del bosque. Prácticamente sólo podemos ver ramas de árboles.
—Entonces esas estrellas son de papel, por supuesto. ¿Y las luces de los pueblos?
—Arena fosforescente.
—Qué listo es usted. Por favor, hábleme de su obra. De usted y de su obra.
—Me siento un poco nervioso, ¿sabe? Toda esa gente allí cantando y bailando sin parar, no sé…
—¿No le gusta la fiesta?
—Creo que todo el mundo está borracho.
—Son los ganadores y finalistas de todos los premios anteriores.
—Dios santo.
—Están celebrando el fin de otro certamen. Es…natural.

Publicado en La Tercera

La historia sin fin: Bolaño revive en otro libro póstumo

Por Matías Néspolo

Para algunos, es la clausura de un siglo de literatura prodigioso, gobernado por gigantes de la talla de Rulfo, Borges, Cortázar y García Márquez. Para otros, una piedra lanzada al futuro en la que va cifrada una literatura por venir, como prefiere ver Jorge Herralde, editor en vida de Roberto Bolaño, que hace una década definía la monumental pentalogía póstuma 2666 como «el primer gran clásico del siglo XXI». Lo cierto es que si el autor chileno hoy ocupa el centro del canon a ambos lados del Atlántico es por mérito de su propia obra, de cuyo reconocimiento apenas pudo disfrutar a partir del Premio Rómulo Gallegos en 1999 por Los detectives salvajes (1998).

Lo curioso del caso Bolaño es que desde su muerte en Barcelona, en 2003, a la espera de un hígado, con sólo 50 años, esa obra, su fama y hasta su leyenda no han dejado de crecer e hincharse. A la larga ristra de títulos póstumos, ya casi una decena, se suma ahora un nuevo capítulo -queda descontado que no será el último-, la novela de juventud El espíritu de la ciencia ficción, que llegará a las librerías este jueves y se presentará internacionalmente en la Feria del Libro de Guadalajara.

La obra, a la que LA NACION tuvo acceso, está fechada en 1984 en Blanes (Costa Brava) y corresponde al mismo período creativo de Monsieur Pain y su primera novela publicada, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, escrita a cuatro manos junto a A. G. Porta. Mucho más lograda que anteriores rescates póstumos, El espíritu de la ciencia ficción marca un notable punto de inflexión en su obra primeriza, o quizás una introducción a su fructífera madurez, en la que el chileno desplegaría todo el poderío de su particular universo narrativo.

El libro funciona como antecedente o germen de Los detectives salvajes. Incluso sus protagonistas, Jan Schrella y Remo Morán, semejan versiones juveniles de 17 o 18 años, quizá previas, de Arturo Belano y Ulices Lima. Corren los años 70 y los jóvenes poetas subsisten en una miserable azotea de la Avenida de los Insurgentes, en México DF. Mientras Remo intenta abrirse camino en la literatura escribiendo reseñas y frecuentando talleres literarios, el agorafóbico Jan se la pasa encerrado leyendo novelas de ciencia ficción y escribiendo desquiciadas cartas a sus autores de cabecera: Alice Sheldon, Fritz Leiber, Ursula K. Le Guin. Una pesquisa jalona la trama, fragmentada entre postales realistas y escenas oníricas, y apunta al porqué de la ebullición poética del DF de entonces.

Plagada de personajes bizarros, noches de borrachera e historias cruzadas, El espíritu de la ciencia ficción avanza a un ritmo hipnótico sobre una estructura compleja que combina varios géneros: el epistolar, la novela de aprendizaje o iniciación -en este caso a la poesía, al sexo y al amor-, el relato detectivesco e incluso la desgravación de una delirante entrevista hecha a uno de los protagonistas cuando triunfa en el futuro, texto que abre el libro y continúa en breves capítulos intercalados.

La estructura fractal de la obra bolañesca, de la que hablan algunos especialistas, se hace evidente aquí por los innumerables motivos, argumentos y personajes que luego el chileno expandiría en sus grandes títulos: desde la ubicua y kafkiana Universidad desconocida hasta personajes como el de la vieja poeta mendicante Estrellita, que remite a la poetisa Auxilio Lacouture de Amuleto (1999) o incluso de la Cesárea Tinajero de Los detectives…

Así, como novela primeriza, El espíritu de la ciencia ficción supera todas las expectativas por su rompedor planteo y factura. La pregunta que sólo podría responder Bolaño es si tiene interés y valor de por sí para los lectores, más allá de los especialistas y los fanáticos. Porque el chileno pasó en limpio su última versión en una libreta y le puso punto final, pero jamás se decidió a publicarla. De hecho, la edición de Alfaguara reproduce en un apéndice imágenes de ese manuscrito, así como versiones previas y cuadernos de notas, y abre con el prólogo «El arcón de Roberto Bolaño», donde el mexicano Christopher Domínguez Michael compara el llamado «Archivo Bolaño» con el célebre baúl de Pessoa: ambos no tendrían fin.

Lo cierto es que el espíritu y la obra del chileno continuarán expandiéndose a buen ritmo. Aún existen muchas páginas inéditas, manuscritas y electrónicas, como las novelas primerizas La virgen de Barcelona (1980), DF, La Paloma, Tobruk (1983) y Diorama (1984), y 26 cuentos más recientes. Las probabilidades de que buena parte de todo eso salga a la luz son muy altas, porque el material está en poder del legendario y ambicioso agente literario neoyorquino Andrew Wylie, en representación de los herederos: su viuda oficial, Carolina López, y sus dos hijos. Y gracias a las agresivas gestiones del Chacal Wylie, toda la obra del chileno migró este año de Anagrama a Alfaguara. Un corpus literario conformado por 21 títulos, que irán reeditándose en la recién inaugurada Biblioteca Roberto Bolaño del Grupo Penguin Random House, pero que con toda seguridad acabarán siendo unos cuantos más.

Un inédito de los primeros años

El espíritu de la ciencia ficción es una introducción a la fructífera etapa de madurez de Roberto Bolaño

«Regresé a la sala con un vaso de leche y me senté. La bebí a sorbitos. Debía parecer ridículo, allí, con las piernas cruzadas y los ojos llorosos. ¿Pero por qué? La voz de Jan sonó monótona en el fondo del teatro balinés. Te lo he dicho mil veces, Remo, y aún no lo entiendes. Figuras premonitorias de un ajedrez incomprensible. Sólo percibo, dije, la silueta de un adolescente… bailando en una habitación. Debe sentirse feliz. Un adolescente de ¿trece años? bailando en su dormitorio. Ahora se gira y puedo distinguir sus facciones, las facciones ¿de Boris?, y luego la habitación queda en penumbras […]»

Publicado en La Nación

Eligen a novela de Roberto Bolaño como la mejor en lengua española de los últimos 25 años

Sin lugar a dudas, el escritor chileno Roberto Bolaño, del cual en estos días aparecerá una nueva novela póstuma, es una de las referencias obligadas de la literatura en nuestro idioma en las últimas décadas.

Y así lo viene a ratificar una publicación aparecida en el diario español «El País». Bajo el título «Los mejores libros en español de los últimos 25 años», el escritor nacional, una vez más vuelve a reiterar su vigencia en las letras latinoamericanas.

 Bolaño, de la mano de su extensa y compleja novela «2666» aparece en el primer lugar del listado, por sobre trabajos de otros íconos de las letras en nuestro idioma como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Adolfo Bioy Casares o Carlos Fuentes.

«Todo en este relato es la expresión jubilosa de una imaginación en estado de gracia:múltiple, rápida, nítida, juega con ecos de la literatura universal y otros de la propia vida. Es una cumbre de las letras posmodernas», se describe sobre su obra, lanzada un año después de su muerte, en 2004.

Y no solo eso, porque su icónica obra, «Detectivos Salvajes» ocupa el tercer lugar del ránking. Entre sus dos obras más aclamadas figura «La fiesta del Chivo», del Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa.

Dentro de los 100 textos escogidos aparecen también obras de otros escritores nacionales como Diamela Eltit, Gonzalo Rojas, Lina Meruane y Raúl Zurita.

El jurado de esta lista está compuesta por 50 personas ligadas al mundo de las letras, como escritores, críticos literarios, acádemicos y libreros.

Publicado en Cooperativa

 

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