[Exclusiva NodalCultura] – Argentina: 16° Festival Internacional de Artes Escénicas Contemporáneas «El Cruce»

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Por Lucía Cholakian Herrera – NodalCultura

Las artes escénicas contemporáneas son una usina de reflexión y producción de nuevos sentidos en torno a la política, la realidad social y el espacio público. Poniendo al cuerpo en un lugar protagónico y como sujeto de exploración irrestricto, permiten imaginar formas de hacer, aprehender y comunicar. El 16° Festival Internacional de Artes Escénicas Contemporáneas «El Cruce» (co-organizado por Cobai y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario), que comenzó el 21 de noviembre y se extenderá hasta el 4 de diciembre en la ciudad de Rosario; será un encuentro para tales fines: participarán de él artistas nacionales e internacionales de distintas disciplinas que convergerán en jornadas de debate, talleres y espectáculos.

NodalCultura conversó con miembros de COBAI (Colectivo de Artistas del Movimiento), el grupo organizador, a propósito de esta edición del Festival.

¿En qué consiste la propuesta de esta 16a edición de El Cruce? ¿Hay alguna particularidad respecto a los años anteriores? 

Cada edición de El Cruce se ha generado en base a una pregunta, a una inquietud, en la 6ta (2006) fue la danza y la ciudad, entonces se apostó a una programación que inundaría las calles, los comercios, las plazas, inscribiéndonos en la Red Ciudades Que Danzan. En el 2010, las preguntas giraban en torno a la comunicación y entonces diseñamos un evento en donde abundaban las mesas taller, los foros, los debates acerca de los medios, el periodismo, las publicaciones. En la 14°, los colectivos culturales de nuestra ciudad buscaron modos de organizarse y defender los territorios culturales emergentes. El Cruce definió entonces que el festival, además de programarse en salas, invite a intervenir esos «otros» territorios que se nuclearon en el ECUR (espacios culturales Unidos de Rosario) .

El contexto actual nos convida a pensar una propuesta en la que el eje esté centrado en la pluralidad convocante del cuerpo en estado de danza. Un cuerpo revelado por lenguajes de movimiento que se arriesgan, que mixturan, que no obedecen, que desafían los usos mediáticos del cuerpo como bien de consumo. Es por ello que pensamos una programación que incluya obras que dimensionan el arco actual de la danza contemporánea con propuestas de gran intensidad corporal hasta la convocatoria de todas las expresiones del movimiento para crear una síntesis colectiva en una pieza plural, así como la inclusión de artistas en formación a partir de la inclusión de las escuelas de danza.

Este año habrá una mesa acerca de la gestión cultural independiente. ¿Cómo se vivió la situación de la cultura independiente en Rosario en los últimos tiempos? ¿Qué desafíos se presentan para la proyección de un encuentro de este calibre?

La escena independiente en la ciudad de Rosario ha sido históricamente impulsada por grupos de artistas de gran trayectoria así como agrupamientos emergentes o colectivos situacionales que sostienen los principios libertarios y transformadores del modelo autogestivo del teatro independiente argentino de principios de siglo XX.

La variedad de artistas que confluyen en esta ciudad hacen de la escena independiente una exquisita muestra de las artes de la región.

En los últimos años colectivos integrados entre teatro y danza sostuvimos encuentros y generamos tres proyectos legislativos con diferentes alcances (Provincial, Municipal, etc). Esto procesos que desarrollamos, los artistas y gestores independientes de Rosario, buscan instalar en la agenda política las necesidades del sector a partir de la creación de políticas y programas que promocionen, difundan, acerquen la actividad del teatro y de la danza  que producimos con tanto esfuerzo.

Es por ello que la convocatoria a la mesa debate pone el acento en encontrarnos para poner en tensión el rol de los colectivos de teatro y danza en el contexto cultural actual, reconocer nuestras potencias y limitaciones al mismo tiempo que repensar sentidos, responsabilidades y estrategias como actores culturales imprescindibles

La performance y las intervenciones urbanas son un recurso cada vez más popular, y también una forma de democratización del acceso a las artes. ¿Qué es lo que esperan que resulte de las intervenciones este año? ¿Hay un concepto o idea principal que busquen sacar a las calles? 

La ciudad de Rosario posee un acervo de experiencias políticas en las calles cuyas formas de corporizarse son múltiples: marchas, manifestaciones, pintadas, escraches y también intervenciones artísticas, etc. Este año especialmente hemos sido participes de una de las marchas más convocantes en la historia de la Argentina, en esta ciudad, en el 31 Encuentro Nacional de las Mujeres.

Hacer presente a las artes escénicas en las calles en el marco del festival, es también una experiencia política, que intenta hacer visible otras formas de habitar- nos, de relacionar- nos, de mirar-nos. En este sentido desde el año 2006 integramos la Red Ciudades que Danzan.

Este año las intervenciones urbanas se hacen a lo largo de una avenida que atraviesa gran parte de la ciudad y que desde hace un tiempo los domingos se convierte en Calle Recreativa ya que se suspende el tránsito de autos. Este espacio fue elegido para presentar y revelar un/otros cuerpos del arte en la cotidianeidad. Entre rollers, runners y bicicletas,  ser atravesado por un suceso desconocido, ajeno e inesperado para muchos. También es una oportunidad para compartir y dialogar con los espacios que brinda la ciudad como posibles escenarios vivos.  En este sentido Boulevard Oroño y el río Paraná constituyen un sello patrimonial para la vida del rosarino. Así es que deseamos imprimir la interrogación que hace la danza acerca del estatus del cuerpo y del sujeto en nuestras sociedades que al decir de David Le Breton,” ese estatus del sujeto, en un mundo en el que se encuentra amenazado por todas partes”

Este año el Festival estará compuesto por artistas de muchos países, tanto en las mesas de debate como en los talleres y las funciones. ¿Qué importancia le atribuyen a este tipo de instancias de encuentro internacional en las artes escénicas contemporáneas? ¿Cuál es la situación de la integración, en este sentido, con los países latinoamericanos?

Este año se enfocó mucho en poder ofrecer a la comunidad artística la posibilidad de interactuar con bailarines internacionales muy reconocidos y valorados. Muchas veces estos artistas llegan a Argentina pero sólo dictan clases en Buenos Aires y no todos pueden acceder a esto, no sólo por limitaciones económicas sino también por cuestiones organizativas.

Ante estas dificultades El Festival El Cruce gestiona incansablemente para poder  traer a estos grandes maestros y bailarines a la ciudad, abonando a la accesibilidad y democratización del aprendizaje. Los seminarios no son costosos y están al alcance de todos.

Otro eje histórico del Festival es poder intercambiar producción escénica además de las instancias de formación. Si bien las redes sociales hacen que tengamos constante información, compartir una clase junto a otros bailarines que tiene otro bagaje es una gran experiencia y siempre el encuentro es enriquecedor para todos.

La integración con los países lationamericanos es un gran desafío al cual abrevar. Si bien durante la edición 2011 y 2013 El Festival El Cruce fue seleccionado por el Proyecto Iberescena , y la programación de esas ediciones tuvieron la impronta de intercambiar con compañías de países iberoamericanos,  es más habitual que por sus políticas culturales, los intercambios se den con mayor frecuencia con países de Europa. Esto es un eje sobre el cual los artistas latinoamericanos debemos profundizar.

¿Qué otros proyectos tiene previstos COBAI para el futuro?

COBAI sostiene varios proyectos desde hace muchos años (Revista Inquieta, El Cruce, Funciones, Capacitación, Videodanza, etc).

Hoy el proyecto principal es la existencia, darle vida a un colectivo con tantos años es un fin en sí mismo. Ya que uno de nuestros principios es el movimiento, no solamente por los lenguajes sobre los cuales nos sentimos identificados sino también por la movilidad de los participantes como perfil institucional.

Cobai se presenta como un espacio abierto para que las distintas generaciones de artistas de la danza produzcan gestión cultural independiente colectivamente. No es fácil que con las condiciones de vida actuales, los colegas se den tiempo para participar ad-honorem en la agrupación ya que implica tiempo, esfuerzo, claridad y mucha generosidad en esta instancia de la micropolítica. Consideramos muy importante el recambio generacional para no anquilosar proyectos, políticas, así la posibilidad de transmitir lo aprendido.

Proyectos hay muchísimos, como la posibilidad de cogestionar un espacio con otras instituciones, profundizar la difusión de la danza en la ciudad, intercambiar con muchos otros, mover y mover.

¿Qué tipos de intercambios generó el pertenecer a la red «Ciudades que danzan»?

La pertenencia a la red nos encontró principalmente pensando acerca de la importancia de llevar las artes escénicas a las calles. También nos conectó con algunos grupos de trayectoria y experiencia en intervenciones urbanas. La relación con Danzalborde, Festival de VALPARAÍSO (Chile) nace por la pertenencia a esta red.

La red nos permitió entrar en contacto con otros festivales del mundo, participar en publicaciones colectivas de difusión, contar con la presencia de sus organizadores, así como ser invitados en numerosas oportunidades a compartir experiencias.

 

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