Argentina: finalizó el Festival Internacional de Cine de Cosquín

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Por Daniel Cholakian – NodalCultura

Con el reconocimiento a la gran película brasilera “Jóvenes infelices” (Jovens Infelizes ou Um Homem que Grita Não É Um Urso que Dança) de Thiago B. Mendonça, finalizó la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Cosquín. Al recibir el premio Mendonça afirmó: «necesitamos volver a pensar un cine insurgente en América Latina»

Cosquín es una pequeña ciudad ubicada en las sierras de la provincia de Córdoba, en el centro geográfico de Argentina. Es la sede del más tradicional festival de música folklórica del país y se la conoce fundamentalmente por este encuentro anual. El FICIC es una nueva referencia en el marco de la cultura coscoína y cordobesa. Tanta importancia está teniendo en la vida provincial que en conversación con la prensa el director del Polo Audiovisual de Córdoba, Jorge Álvarez, aseguró que la entidad estatal sumará  apoyo económico a la realización de una nueva edición del Festival.

La programación del FICIC es sin dudas una de las más interesantes que pueden encontrarse en un encuentro de este tipo, considerando la falta de recursos y la cantidad de funciones. Lejos de los millones de festivales mayores, el Festival de Cine de Cosquín resuelve con un gran trabajo y en base al reconocimiento que gozan en el mundo quienes lo organizan, una programación internacional novedosa y articulada estética y temáticamente. Las películas elegidas dialogan entre sí, de modo que circulan ideas por el espacio que siempre configura una muestra de cine.

Retrospectivas de jóvenes realizadores como el colombiano Camilo Restrepo y el alemán Julian Radlmaier no serían posibles de otro modo. Ambos proponen modos de experimentación que no se inscriben en la banal autorreferencia posmoderna, sino que abrevan en tradiciones estéticas y políticas para ponerlas en juego en formas extremadamente novedosas.

La obra de Camilo Restrepo se configura por los rastros de la historia, los que aparecen como tales más en lo fallido que en lo perfecto. En sus películas hay una operación estética consciente. No hay un mero ejercicio de montaje. La operación plástica –Restrepo proviene de las artes visuales- es claramente una operación política.

Radlmaier por su parte es una suerte de comediógrafo del marxismo. Un realizador que opera desde el humor como instancia de reflexión. El humor como distancia, como crítica y también como operación empática con los personajes derrotados del mundo. El cine de este joven alemán formado en la escuela de Berlín, recupera el lugar de la Alemania Oriental en la memoria de muchos alemanes que han quedado subsumidos por la invisibilización de la historia del socialismo. El capitalismo ha vencido y ha borrado toda huella, toda memoria de la lucha de clases, de la resistencia a la explotación, de la disputa por el manejo económico financiero. Radlmaier rescata a personajes derrotados, silenciados y los pone desde la comedia en disputa con todo aquel sistema que los oprime. Sus recursos formales son eclécticos, sin embargo no funcionan como pastiche, sino que se estructuran orgánicamente. Su cine no pontifica sino que reflexiona sobre el presente y las relaciones de dominación al interior del sistema capitalista alemán, posiblemente el más exitoso del régimen económico de Occidente.

Por otra parte, la película ganadora de la competencia principal es sin dudas uno de los más importantes filmes políticos que se hayan visto en los últimos años. Construido sobre debates propios de este tiempo brasilero de profundización del ajuste y cierta desilusión sobre el camino de la izquierda, el relato tiende puentes con formas y debates de todo el siglo XX, en tanto espacio de la modernidad. Aparecen la iconografía de la Revolución Soviética, el cabaret revolucionario de la República Española, las canciones de la Resistencia, las nuevas teorías de la sexualidad como política, los debates de la Europa de la segunda post guerra, la estética urgente del cine latinoamericano y los debates en relación al arte y la lucha política. Lo formal se hace carne de estas tradiciones y  se traduce en una película que no es un fresco, sino una puesta en presente de los debates no resueltos y que aún siguen generando preguntas.

Los premios fueron entregados en una ceremonia realizada en el Teatro El Alma Encantada. El jurado de las películas en competencia estuvo conformado por de la siguiente manera. Largometraje: Gustavo Fontán,  John Campos Gómez y María Aparicio; Cortometraje: Jesús Rubio, Lucas Granero y María Laura Pintor; Cortos de Escuela: Josefina Gill, Julio Caloggero y Martín Álvarez.

Premiación completa

Premios oficiales

Mejor Largometraje

Jovens Infelizes ou Um Homem que Grita Não É Um Urso que Dança de Thiago B. Mendonça, Brasil

Menciones Especiales

1° Mención: La Siesta del Tigre de Maximiliano Schonfeld.

2° Mención: Brüder der Nacht de Patric Chiha, Austria.

Mejor Cortometraje

A Nice Place to Leave de Maya Connors, Alemania, USA.

Mención Especial

A History of Sheep de Ezequiel Vega, Argentina.

Cortos de Escuelas de Cine

¿Dónde estás en el futuro? de Julieta Seco, Argentina

Premios no oficiales

Premio CINE.AR TV:

Mercado de Luciano Giardino, Argentina

Premio RAFMA / Red Argentina de Festivales y Muestras Audiovisuales.

A quien corresponda de Valeria Fernández, Argentina

Premio del público

Los Globos de Mariano González, Argentina

 

 

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