25 años de Santiago a Mil

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Santiago a Mil celebrará sus 25 años con más de 80 espectáculos

El Festival Internacional Santiago a Mil celebrará sus 25 años en su próxima edición, la que se realizará entre el 3 y el 21 de enero de 2018 y que instalará, en calles y salas de diversas ciudades del país, 81 espectáculos (36 internacionales y 45 nacionales) que llegarán desde América, Europa, Asia y Oceanía, además del debut de Estonia y Singapur.

Bajo el lema #lafiestadelteatro, el 3 de enero abrirá el festival junto a todas las salas de teatro del país que quieran sumarse y mostrarle a la comunidad el valioso patrimonio vivo que activan esos espacios.

Dentro de los anuncios, hechos este miércoles en la Plaza de la Constitución, detallaron que se incorporará a aquellos que fueron claves en la historia del Festival, como los trabajos de ex La Troppa con la reposición de sus emblemáticos títulos Pinocchio y Gemelos; al Teatro del Silencio que se hará presente estrenando en calle Oh, Socorro, un viaje por el universo de Samuel Beckett desde la mirada de Juan Radrigán y el desaparecido Teatro La Memoria será recordado con una exposición en torno a su historia en Teatro Camilo Henríquez y con la distinción a la obra de su creador, Alfredo Castro, quien será el homenajeado de esta nueva versión.

En esta línea, haremos partícipes de esta potente selección a: Teatro Ictus, Gran Circo Teatro, Teatro El Aleph, La Re-Sentida y Teatro y Su Doble.

La programación en calle ayudará a reforzar este objetivo, por lo que destacamos en este punto el homenaje a Andrés Pérez, quien fuera uno de nuestros más importantes inspiradores, con una coproducción dirigida por María Izquierdo y música de Angela Acuña, Andrés Pérez de memoria, que repasará su gran legado y contará con algunos de los protagonistas de La Negra Ester.

Teatro, música, danza, performance, circo, pasacalle, teatro aéreo, instalación e intervención, aterrizarán en 35 comunas de Chile (21 correspondiente a la RM) de 7 regiones del país: Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso, RM, Libertador Bernardo O’Higgins, Maule y Bío-Bío. Destacando la selección de obras chilenas para la programación del Festival que incluirá trabajos de distintas zonas del país como Hortensia (Concepción); Lickan Tatai, la amistad de los pueblos (Antofagasta) y Se vende, precio conversable (Valparaíso).

Espectáculos internacionales

De Estados Unidos, y tras su debut en Chile con Díaz felices en 2011, regresa el renombrado director y artista visual Robert Wilson con Krapp’s last tape de Samuel Beckett. Así lo hace también, quien fuera aclamado por Opening Nigth en 2014, el belga Ivo Van Hove, quien traerá dos títulos basados en las piezas magistrales de Bergman: After the rehearsal/Persona. El suizo Christoph Marthaler, desembarcará nuevamente en suelo local luego de su aplaudida obra Protegerse del futuro en 2011, para cautivarnos con su teatro musical esta vez bajo el nombre de King Size, junto con quien ha sido considerado una leyenda viva del teatro, el polaco Krystian Lupa, quien presentará Wycinka Holzfällen (Tala), precedida por la exitosa Persona/Marilyn programada en 2011 y el francés Angelin Preljocaj, quien se repite el plato y estará de manera gratuita en centros culturales de la RM con Centaures/Still Life.

Otros grandes debutarán en Santiago a Mil, como el actual director de la Bienal de Teatro de Venecia, Antonio Latella, llega por primera vez al Festival con una atrevida relectura del clásico de Eduardo De Filippo, Natale in casa Cupiello.

De Brasil, nos visitará el destacado director de cine y teatro Felipe Hirsch con una propuesta cargada de literatura, música y teatro A Tragédia e a Comédia Latino-Americana; desde China, la Orquesta Sinfónica Shenzhen, una de las agrupaciones profesionales más destacadas de su país, también se sumará a la celebración. Estonia, por su parte, nos dará una lección de teatro clásico con Libahunt (La mujer loba) y el alemán (hijo de madre chilena), Antú Romero, nos hará presenciar una delirante versión de La Odisea, DIE ODYSEE. Eine Irrfahrt nach Homer.

En danza, compañías insignes a nivel internacional llegan para mostrar sus exitosos trabajos. De Singapur, el coreógrafo Choy Ka Fai nos traerá Softmachine: Rianto & Surjit, un retrato escénico sobre el trabajo de los artistas Rianto (Indonesia) y Surjit (India). Mientras que, de Australia, Sydney Dance Company llegará con Lux Tenebris &

Frame of mine; de Italia llegará Moving with Pina, una invitación a viajar por el inigualable universo de quien fuera una de las artistas más potentes que ha pasado por Santiago a Mil, Pina Bausch, de la mano de la bailarina italiana Cristiana Morganti; de Suiza, la coreógrafa española conocida mundialmente como La Ribot nos conquistará con Another Distinguée; de Argentina la compañía Krapp estará con El Futuro de los Hipopótamos y como ya es sabido, los canadienses de Le Grand Continental® se robarán las miradas con su masiva coreografía ciudadana.

En la música, en tanto, la oferta estará liderada por Síntesis uno de los grupos emblemáticos de la música cubana contemporánea y Kid Koala, DJ canadiense de fama mundial, quien regresa a Chile con Vinyl Vaudeville, un show de música en vivo.

A esta programación se sumarán las Tocatas Mil que se anunciarán en los próximos días.

Espectáculos en la calle

Parte de nuestra historia, la compañía francesa a cargo de la inolvidable Pequeña Gigante, Royal de Luxe, regresa esta vez con una obra estacionaria, íntima y cercana: Miniatures. Asimismo, los españoles de Xarxa Teatre vuelven a esta fiesta con su último espectáculo de calle Fahrenheit Ara Pacis, que plantea una reflexión en torno a la paz.

El teatro aéreo se hará presente con As the world tipped (El mundo al revés), quienes desde el Reino Unido exhibirán una película sobre el desastre de la tierra en el cielo en distintas comunas y ciudades, al igual que los franceses de Venus, el espectáculo de teatro callejero que sigue los pasos de un gran títere de mimbre de más de 7 metros de altura. El circo no se quedó afuera y grandes y chicos podrán disfrutar del grupo catalán Los Barlou, quienes con Set Up nos llevarán por un mundo cargado de imprevistos, humor y sorpresas, al igual que Impulso de los nacionales Circo Balance.

Latinoamérica: los temas que preocupan a la sociedad actual

La búsqueda de identidad, la posición de América Latina en el mundo y cómo reescribir nuestra historia, son sólo algunas de las temáticas en las que coinciden las obras de la región, que a su vez destacan por su ojo crítico y contingente. Argentina como siempre, liderará este grupo con gran parte de sus actuales exponentes: El mar de noche de Santiago Loza y dirección de Guillermo Cacace; Próximo de Claudio Tolcachir; Tu veneno en mí de Manuel García y Astronautas, un estreno de Mariano Tenconi y coproducción con Chile, que tendrá sobre el escenario a la aplaudida Paula Zúñiga.

Uno de los platos fuertes este año será el brasilero Felipe Hirsch quien también nos acompañará con Democracia, un trabajo especialmente elaborado para la celebración de los 25 años del Festival en base a relatos de ficción escritos por distintos autores latinoamericanos. En tanto, México estará representado por Del Manantial del corazón; Uruguay por El bramido de Düsseldorf y Operación Cóndor, el vuelo de Laura y Bolivia con Ukhupacha.

Hecho en Chile

Compuesto por 19 miembros provenientes del teatro, la danza y las ciudades de Antofagasta, Concepción y Valparaíso, el jurado 2018 visionó 147 obras, seleccionando 23 trabajos entre los que destacó la presencia casi absoluta de dramaturgia nacional: El Dylan; El Hotel; La Trágica Agonía de un Pájaro Azul; Locutorio; Nimby (nosotros somos los buenos) e incluyendo la pluma de Luis Sepúlveda con la adaptación de Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar.

Asimismo, se subraya la búsqueda de nuevos lenguajes donde el sonido es protagonista como en Momento-Variación; BARDO, un viaje sonoro por el mundo de Shakespeare; Ópera y Fin, en tanto, también destacan el clásico La viuda de Apablaza con toques contemporáneos, y la presencia de Tum, una creación para la primera infancia.

Por su parte, en danza resaltan los nuevos formatos a través de las secciones Tradicional y Danza en la ciudad: La Morada, Prácticas de vuelo (o conversaciones sobre el amor), Oropel, Las danzas del futuro y la sección Desplazamientos: Ciervo / ejercicio para un dúo, Ejercicio 3. El encuentro, Los cuerpos que habito y Void.

En cuanto a las coproducciones de Fundación Teatro a Mil podremos presenciar nuevamente Estado Vegetal de Manuela Infante y el estreno en sala de Desobediencia de Marte de Álvaro Viguera y revisitar algunos de los homenajes al centenario de Violeta Parra: Ayudándole a sentir de Juan Pablo Peragallo; Violeta Parra: al centro de la injusticia de Rodrigo Pérez y Paloma ausente de La Patogallina. Además, en calle Ignacio Achurra junto a Colectivo Contrataque estrenará Yo soy la hija de la furia.

La primera plataforma online dedicada a las artes escénicas

Otro de los hitos que llegan a celebrar estos 25 años de Santiago a Mil es el lanzamiento de Teatroamil.tv: la primera plataforma online dedicada a las artes escénicas en el país.

A partir de hoy y de manera gratuita (on demand), cada usuario podrá crear su propia experiencia de visionado, haciendo referencia a plataformas actuales como Netflix o Teatrix. En esta primera fase, se podrán ver cerca de 7 obras nacionales clásicas completas que fueron remontadas en el marco de los 200 años del teatro chileno, además de charlas magistrales, talleres, entrevistas y, además, el estreno del microdocumental 25 años, que en tres partes contará la historia del Festival Internacional Santiago a Mil.

Formación e Internacionalización

Como todos los años, el Festival Santiago a Mil tendrá variadas actividades de LAB Escénico, dependiente del área de Educación y Comunidad de Fundación Teatro a Mil. En su cuarta versión, la línea de formación del Festival tendrá tres ejes: Escuela de verano -talleres artísticos y clases magistrales-, Foro Público -conversaciones, ciclo de cine y diálogos con el público- y Pequeñas Audiencias, un programa de acercamiento al teatro a niños entre 7 y 12 años. Todas estas iniciativas son gratuitas previa inscripción.

Dentro de nuestra línea de formación e internacionalización, los artistas podrán ser parte de Platea 18, una vitrina del teatro chileno y latinoamericano en el mundo, que ya se ha instalado como uno de los principales mercados de las artes escénicas de la región.

Publicado por Cooperativa

Carmen Romero: “El presupuesto en cultura bajó con la derecha, pero eso no puede ocurrir en ningún gobierno”

Por Consuelo Olguín

Por primera vez el Festival Internacional Santiago a Mil anunció su programación en un lugar público. En el evento de ayer, adelantaron que contarán con 81 obras que provienen de 23 países, algunos tan lejanos como Estonia y Singapur. Esta vez, la fiesta estará centrada en la memoria, en los recuerdos colectivos del teatro y la ciudadanía, así como también rendir homenaje a Andrés Pérez, director de la obra de culto La Negra Ester.

La primera edición de Teatro a Mil estuvo compuesta por cinco obras y se hizo en Estación Mapocho. Fue a inicios de la década de los 90, cuando las productoras Carmen Romero y Evelyn Campbell iniciaron a pulso un proyecto sin precedentes y que 25 años después se convirtió en el evento cultural más importante de Chile.

En un país donde hacer cultura cuesta, la creadora y directora de la Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero, reflexiona acerca de la gestión, donde el financiamiento siempre escasea y los proyectos tambalean, pero que pese a eso logran impactar en la población modificando cómo las personas acceden a la cultura.

-A 25 años de Santiago a Mil, ¿cómo ves en retrospectiva los inicios del festival?

-Lo veo con mucha emoción sobre algo que no sabíamos que iba a ser esto finalmente. El teatro es una actividad importantísima y central en el desarrollo de nuestra sociedad, pero no tiene un sostenimiento permanente como recién ahora se está gestando. El primer año fue un esfuerzo conjunto entre artistas y nuestro. Hoy contamos con recursos públicos y privados que nos permiten tener el festival que estamos presentando, que tiene un 80% de programación gratuita. Yo llamo esto economía femenina, porque lo que hacemos es multiplicar los panes.

-BHP es uno de los principales finacistas de Fitam. ¿Te cómoda depender tanto de la empresa privada? ¿Hay Fitam sin BHP?

-Nosotros existimos, cuando comenzamos, por una voluntad. Esa voluntad sigue existiendo. Hemos tenido este crecimiento y este acompañamiento de una empresa que es Minera Escondida/BHP Billiton y también del Estado. Ahora, yo tengo una mirada particular: creo que el Estado somos todos. Como el festival comenzó siendo voluntad de artistas y una productora, hoy somos muchos más las voluntades que existen y creo que este es un proyecto que tiende a seguir uniendo voluntades. Buscaremos la manera de mantenerlo, con más o menos recursos, porque es una expresión muy genuina, hasta que nos den las fuerzas y cuando nosotros no estemos serán otros quienes lo hagan.

-¿Es más accesible el teatro para las personas de menos recursos ahora?

-De todas maneras. Eso nos sigue movilizando. Hoy efectivamente hay más festivales regionales, a nivel local y todo eso es muy bienvenido. Hay que crecer en los presupuestos locales y de la nación para mantener y sostener iniciativas no solamente como el festival nuestro sino muchas otras que son expresiones ciudadanas, expresiones de gente que se organiza. Si tú miras lo que ocurre alrededor del festival hay todo un tejido que se genera en cada uno de los lugares en donde estamos y eso implica organización del público para movilizarse con las obras que presentamos. Hay una generación completa que ha crecido con el festival, porque ha visto algunos de los proyectos que presentamos en calle, que abren imaginaciones.

-La presencia de la Pequeña Gigante marcó un hito en cómo las personas acceden a la cultura. ¿Tiene que ser sorprendente para llamar la atención de alguien que no suele relacionarse con obras artísticas?

-En Francia los espectáculos son de grandes dimensiones. Acá siempre se necesita algo de gran dimensión porque tú estás en la calle y necesitas contar una historia que pueda mirar mucha gente. Pero el teatro chileno tiene una tradición que es de teatro popular que se sigue haciendo. Nosotros hacemos de ese tipo y también con estructuras más grandes, con música en vivo. Creo que cuando los espectáculos son de alta calidad, no importa el escenario. Funcionan igual. Los pasacalles le gustan a la gente porque salen a jugar, pueden ir en familia, pueden recorrer sus calles. Pero no dejamos de lado el teatro más sesudo, con más contenido. La pequeña gigante fue un gran hito que nos dio la certeza de que hay que estar en la calle y que hay mucho público que está esperando jugar con esas historias, apreciarlas o compartir un rato. Da lo mismo si es de gran o pequeño formato, lo importante es estar con la gente.

-¿Qué tan descentralizada está la parrilla teatral del festival y cuál será su tema central?

-Vamos a celebrar la fiesta del teatro porque son 25 años ininterrumpidos. Es momento de agradecer, de celebrar junto a la gente. Estamos convocando a hacer visitas guiadas en los teatros de todo Chile, que la gente vea los camarines de un teatro, que conozca su historia, sus sueños. Sabemos que hay mucha infraestructura nueva, tener conciencia de lo que tenemos, para que podamos ver lo que nos falta. Vamos a lanzar nuestra plataforma TV que tiene parte de todo lo que hemos hecho durante estos años: documentales, entrevistas, obras en forma gratuita. Como propósito está en ir a las regiones. Hemos llegado a 7 regiones del país, no queremos llegar a menos que eso. Otro punto es que queremos hacer una inauguración simultánea para desplegarnos por la ciudad el 3 de enero, día en que muere Andrés Pérez, por eso le dedicamos el festival a él.

-En 2018 se cumplen 30 años desde que Andrés Pérez llevó al teatro la Negra Ester con su ayuda. ¿Se le hará un homenaje?

-Evidentemente que vamos a tener a la Negra Ester, y en una de las comunas que no la han tenido nunca. Además, vamos a tener un proyecto de la Ángela Acuña que se llama Pérez de Memoria, que vamos a estrenar en el festival este año en homenaje a Andrés. También vamos a tener a La Regia Orquesta y un documental sobre su trabajo. Él tenía visión del teatro de la calle.

-Pérez tenía el sueño de instalar al Gran Circo Teatro en los galpones de Matucana 100. ¿Fue un proyecto frustrado?

-Sí. Lo bueno es que ahí es cuando se demuestra lo visionario que son los artistas, porque Andrés vio ese lugar y vio un espacio para unir a distintos grupos de teatro. De tomarse un lugar en esa zona de Santiago, que es un sector más popular, más amplio. Fue impresionante lo que hizo con su compañía, porque un lugar que estaba de bodega, sucio, en dos meses lo tenían impecable. Había todo un centro cultural hecho a pulso por un puñado de gente. Lo bueno es que es un centro cultural, lo malo es que él no pudo dirigirlo. Nos hemos perdido mucha inteligencia e innovación no dándole espacios a los artistas para que dirijan centros culturales.

-Ustedes eran muy cercanos. ¿Qué crees que pensaría él del actual escenario artístico y de la conducción de Ernesto Ottone?

-No podría interpretar lo que diría Andrés. Si sé lo que hacía Andrés en ese minuto. Él era un gran convocador. Donde estaba él y su Gran Circo Teatro transformaba un movimiento y espacio que son muy necesarios. Me imagino que Andrés seguiría creando nuevos espacios. Lamentablemente creo que todavía no tendría un lugar porque no hemos reconocido a los artistas como gestores culturales. No veo diferencia entre un gestor cultural y un artista gestor cultural, porque el problema del financiamiento lo van a tener igual. Los artistas dan luces distintas y eso es lo interesante: las lecturas, cómo elevan la imaginación de todos al proponer nuevas cosas. Hay un tema ahí, de cómo hacer gestión cultural desde la pobreza, que los artistas saben hacer muy bien porque el teatro al no tener financiamiento fijo se requiere de mucha gestión y sintonía para existir.

-A seis meses de que termine el gobierno de Bachelet, ¿cuál es tu evaluación de la gestión cultural?

-El haber generado todo ese circuito de centros culturales es un legado indesmentible y clave para el desarrollo de Chile. Se han ido saldando deudas, como el teatro regional de Concepción. Se ha creado el Ministerio de las Culturas, se hizo una consulta indígena. Tendremos mucho patrimonio dejado por la Presidenta Bachelet, que tiene que ver con una sensibilidad. Tengo gran admiración por su legado. Esperamos que el compromiso de llegar al 1% al presupuesto de la nación se cumpla, que se siga avanzando hacia allá. Pareciera que esto no le sirve a nadie, pero el festival y todo lo que ocurre en torno a los centros culturales dan cuenta que no es tangible, pero así como son importantes los hospitales, las plazas públicas, son importantes los teatros para la convivencia, para generar comunidad. Hoy necesitamos tanto conversar, discutir, reflexionar juntos. El teatro invita a esas conversaciones.

-¿Qué faltó desarrollar o enfatizar en cultura durante este gobierno?

-Mayores recursos. Es un desafío para el futuro gobierno entregar presupuesto para los centros culturales, dotar de infraestructura de primer nivel, generar circuito en los centros. Hay que entender que el área de las artes y culturas involucra a todos los ministerios. Sirve para el desarrollo económico, para la salud, para la educación, para las relaciones políticas, para todo. Esto es una inversión y necesitamos mayor inversión en nosotros mismos.

-Siempre se vincula a los gobiernos de derecha con menos presupuesto para cultura. ¿Cómo ves este panorama, entendiendo que Piñera está encumbrado en las encuestas?

-Esto es un desafío tanto para la derecha como para la izquierda. Cualquier gobierno, del color que sea, tiene que acoger la pedida, si no que nos pregunten a todos los ciudadanos si queremos mayor presupuesto en cultura o en desarrollo armamentista, por ejemplo. Está en nosotros hacer valer esa pedida que está haciendo la gente, y es responsabilidad de los presidentes escuchar lo que estamos diciendo. Si hay tantos teatros, tantos festivales, es obvio que existen porque hay público. Es verdad que el presupuesto en cultura disminuyó en el gobierno anterior de derecha, pero eso no puede ocurrir en ningún gobierno y nosotros no podemos estar esperando que alguien haga lo que nosotros tenemos que hacer.

-Claudia Barattini pasó de Fitam al gobierno. ¿Fue justa su salida como ministra?

-Ella es una tremenda profesional, tiene un currículum bastante amplio. Fue un aporte cuando estuvo acá, y fue un aporte importante en la creación del Consejo de las Culturas. Su legado está. Mucho del trabajo que ella hizo se siguió realizando y lo bueno es eso, que se pueda seguir dando continuidad. El reconocimiento está a veces y otras veces no. Hay una generación, y ella pertenece a esa generación, que tiene un sentido del deber público, de trabajar en lo público.

-Cuando se especulaba con los posibles ministros en el gabinete de Bachelet, tu nombre sonaba fuerte. ¿Aceptarías ese desafío?

-No es algo que me mueva. Este lugar en el que estoy actualmente es el que me gusta. Admiro mucho a la gente que se dedica al servicio público y hace política en este momento porque es duro, de pronto es incomprendido por la gente. No sería capaz de tomar un liderazgo de ese tipo. Además siempre son rumores. Me siento super honrada de que alguien piense que yo podría liderar algo, pero nunca nadie me lo ha propuesto. Mis capacidades están más desplegadas acá, en un proyecto concreto que puedo ver más que en un tema de Estado.

-¿Qué significado tiene el reconocimiento público en lo personal?

-Debe ser que yo vengo de un pueblito muy chico que me provoca curiosidad cuando me dan un premio. No lo logro dimensionar ni entender y prefiero quedarme así. Lo agradezco, pero no lo logro entender. Hay algo en mí que hace que esa exposición pública me intimide.

-¿Cómo proyectas la continuación de Santiago a Mil?

-Surfeando las olas. Lo proyecto leyendo, interpretando y navegando con la gente. Hay otra cosa que me gusta del teatro, que es que nada se puede hacer solo. Esto es trabajo colaborativo, es unir voluntades. Ese camino hay que seguirlo trabajando, generar más conexión con la ciudadanía, con este pacto silencioso que hay entre el festival y la gente. Lo que intuyo es que hemos hecho algo importante para Chile y Latinoamerica, poniendo un foco aquí en enero con el festival. Es un trabajo de hormiguita, de tejer redes infinitas. Eso es el teatro.

Publicado por El Dinamo

 

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