XV Feria Internacional del Libro de Guatemala

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Entre letras te veas

El mundo de los libros vuelve al protagonismo a partir de hoy. La Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua) abre sus puertas esta tarde y a lo largo de diez días estará a disposición de los guatemaltecos. El evento regresa al espacio de Fórum Majadas (zona 11), llega con Francia como invitado de honor y está dedicada a Jesús Chico (Artemis).

El evento se realizará desde hoy y se extenderá hasta el 22 de julio próximo. La actividad la promueve la Gremial de Editores de Guatemala y cuenta con diversos apoyos, entre ellos el Ministerio de Cultura y la Embajada de Francia –así como la Alianza Francesa. Raúl Figueroa, quien tiene a su cargo la organización del evento, ve la edición 2018 como una oportunidad para afianzar el mercado editorial en el país. “Espero que la feria dé un paso más en su consolidación como la más importante de la región centroamericana”, apunta.

Este año, la feria tiene a Francia como país invitado. Dentro de las actividades que el país europeo tiene previstas están la presentación de varios escritores y el montaje de una exposición fotográfica. Para Figueroa, tener a Francia es un paso importante en el alcance de la Filgua. “Es la primera vez que tenemos un país del otro lado del Atlántico como invitado de honor”, explica. Además, el también editor de F&G apunta que esto sirve para “posicionar la feria fuera de los ámbitos latinoamericanos”.

Desde esta tarde, la Filgua espera a más de 70 mil visitantes ávidos de lectura. Lo hace con más de cien stands, una nutrida agenda cultural y la intención de caminar en pro de un país de lectores. Desde esa premisa, apuntala Figueroa, “Otra Guatemala es posible”.

El Periódico


Filgua, un motivo para el optimismo

Por Raúl Figueroa Sarti

Del 12 al 22 de julio se celebrará la XV edición de la Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua 2018). Una actividad que se realizó por primera vez en el año 2000 en las instalaciones del Parque de la Industria, lugar en donde se celebró por última vez en el 2016, y del cual fue necesario migrar en busca de un espacio más adecuado para expositores y lectores visitantes. En 2017 hicimos Filgua en Fórum Majadas, sitio en el cual volveremos a com- partir libros, palabras, ideas, música, cine y múltiples diálogos en 2018.

Desde su primera edición, Filgua se ha organizado gracias al esfuerzo tesonero de los editores guatemaltecos agrupados originalmente en la Gremial de Editores de Guatemala, que primero funcionó dentro de la Cámara de Comercio de Guatemala, luego se adhirió a la Cámara de Industria de Guatemala y desde 2016 funciona como una organización independiente con perso- nería jurídica propia, la Asociación Gremial de Editores de Guatemala (AGEG).

Aunque de manera lenta, pero segura, Filgua ha ido creciendo hasta llegar a convertirse en el mayor acontecimiento cultural de Guatemala y uno de los más relevantes de Centroamérica. Empezamos teniendo 64 estands y en 2018 contaremos con 155 en los cuales participarán editoria- les, librerías e instituciones comprometidas con el quehacer editorial, que en condicio- nes adversas trabajan cotidianamente por hacer de Guatemala un país de lectores y desarrollar en Guatemala la industria editorial.

Filgua se inició como una actividad de periodicidad bienal y a partir se realiza anualmente, gracias al crecimiento de la producción bibliográfica nacional, a un lento pero sostenido incremento del mercado nacional del libro y a la inquebran- table decisión por convertir a Guatemala en un país de lectores. Estamos convencidos de que leer nos cambia la vida.

En Guatemala, los libros son un símbolo y un vehículo para el cambio: en las páginas de un libro se transmiten ideas nuevas, que impulsan al debate y que se convierten en un instrumento para la construcción de criterios sólidos. La feria del libro abre las puertas para que los libros toquen a más personas, de todas las edades, orígenes y género y supone un espacio abierto para el diálogo y para el encuentro de los guatemaltecos.

Al llegar a esta XV edición es justo decir que el esfuerzo de los editores agrupados en la Gremial de Editores de Guatemala y de todos los que con su apoyo decidido en la difusión de Filgua, nos han permitió en 2017 superar nuestros registros históricos de público asistente: entre 2016 y 2017 crecimos un 36%. Es necesario mencionar que desde 2008, con altibajos y más de alguna reticencia, Filgua ha contado con el apoyo de instituciones de gobierno como el Ministerio de Cultura, Ministerio de Educación, Ministerio de Economía y desde el 2017 del Congreso de la República que aprobó una partida especial en el presu- puesto general de ingresos y egresos de la República para la realización de la Filgua.

En 2018, Filgua se convierte en un espacio en donde los guatemaltecos pueden encontrarse con lo mejor de su creación literaria, con la obra de intelectuales (sin distingos de ideologías políticas, tan necesarias para la construcción de un mejor futuro), y también con la obra de artistas nacionales en distintas ramas del arte. Filgua es un espacio para el diálogo, el debate y también para el esparcimiento, tan necesario en una sociedad en donde el dolor pareciera ser nuestro destino. Si editar libros en un país como el nuestro es una actividad de permanente lucha contra la adversidad, contar con un espacio como Filgua es un ejercicio de optimismo por construir hoy y mañana un país para todos sus habitantes, con pleno desarrollo humano.

En 2017 Filgua tuvo como Invitado de Honor a “El Mundo de Asturias” como una contribución para que los guatemaltecos conozcamos la obra de Miguel Ángel Asturias, el más universal de nuestros escritores, lo que también es conocernos más a nosotros mismos. En 2018, Filgua se honra con tener como Invitado de Honor a Francia, un país con una gran tradición lite- raria y con grandes aportes al pensamiento universal. Entre Francia y Guatemala han existido grandes lazos culturales que na- cionalmente tienen como mejor ejemplo la existencia en el país, desde hace 98 años, de la Alianza Francesa, que además de ser un espacio para la enseñanza del idioma francés es también un lugar de encuentro e intercambio entre la cultura francesa y francófona y la cultura guatemalteca y que desde el 2015 tiene al libro y el debate de ideas como un eje central de su programación cultural. Es ineludible mencionar que en los momentos más oscuros de nuestra historia, Francia también fue un lugar de refugio para creadores nacionales que se vieron ante la disyuntiva de migrar o morir.

A lo anterior hay que agregar que Francia es un país con una industrial editorial vigorosa, con un volumen de negocios de 3.43 millardos de euros, 356 millones de libros vendidos en 2017 y 78 mil títulos publicados; en donde el 89% de personas leen al menos un libro al año y una red 16 mil bibliotecas públicas.

Filgua 2018 contará con alrededor de 60 expresiones culturales de Francia, entre presentaciones de libros, encuentros literarios y profesionales, mesas redondas, talleres, cabarets literarios, proyecciones cinematográficas, exposiciones artísticas, documentales y música.

Al igual que en ediciones anteriores, además de la exposición y venta de libros, Filgua 2018 contará con la final del VIII Concurso Interescolar de Lectura, las Jorna- das de Literatura Infantil y Juvenil, Encuentro de Escritores Centroamericanos, la premiación del III Concurso Nacional de Bibliotecas Públicas, Conferencia Internacional de Bibliotecas Públicas, II Conferencia Internacional sobre Literatura Centroamericana Contemporánea, Filgua Cine, Filgua Música, visitas de escolares y un amplísimo programa de actividades dedicados a las niñas y niños y el espacio de Filgua Niños dedicado a la literatura infantil y juvenil. Los libros llegan a manos de los lectores gracias a esos maravillosos lugares de en- cuentro que son las librerías. Y las librerías no serían posibles sin el esfuerzo y entrega de esos profesionales del libro llamados libreros. Es por ello que Filgua 2018 está dedicada de manera especial a Jesús Chico García, fundador de Artemis Libros, que durante varias décadas ha hecho posible que los guatemaltecos puedan tener en sus manos libros de distintos países, autores y géneros literarios y científicos.

El aumento del número de actividades culturales obliga a que en 2018, además de Fórum Majadas, Filgua tenga tres sedes alternas: Alianza Francesa, Librería Sophos y Librería del Fondo de Cultura Económica. En 2018 el esfuerzo de la Asociación Gremial de Editores de Guatemala se ha visto respaldado por el apoyo de Fórum Majadas, nuestra nueva sede desde 2017, Ministerio de Cultura y Deportes, Unión Europea, National Geographic, Banrural, Facultad de Hu- manidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Guatevisión, Prensa Libre, El Periódico, Bibliotecas Comunitarias Riecken, Nuestro Diario, Ministerio de Educación, Embajada de México, Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas, La Hora, Fundación Esquipulas, Diario de Centro América, Centro Cultural de España en Gua- temala- Cooperación Española, Ministerio de Relaciones Exteriores, TGW, Plaza Pública, Gazeta, Nómada, Café Barista, Libertópolis y USAID- Leer y Aprender. Gracias a todos ellos Filgua 2018 será una realidad.

Los esperamos con los libros abiertos en Filgua 2018, un ejercicio colectivo cargado de optimismo: vamos por un país de lectores. Otra Guatemala, es posible.

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Filgua: un esfuerzo contracorriente

Por Karin Slowing

Como que nada llegó julio y con él la Feria Internacional del Libro de Guatemala arriba a su decimoquinta edición. Será nuevamente en el Forum Majadas, en la zona 11 de la Ciudad de Guatemala, entre el 13 y el 23 de julio. En esta ocasión, Francia y su riquísima literatura es el invitado de honor. También se rendirá homenaje a Jesús Chico, hombre al que no tengo el privilegio de conocer personalmente, pero que es como una institución en el medio literario del país. Mis recuerdos personales de él datan de tiempo atrás, cuando un hermano mío que, en ese entonces, dividía su vida entre su pasión por la literatura y el arte, y su adicción a la ciencia, se animó a buscar quién le publicara. Fue Jesús Chico quien editó y publicó su Agonía del principio. ¡Cuántos como mi hermano han redituado de su pericia y experiencia! Alguien que ha aportado tanto al país y que merece el reconocimiento público que ahora se le hace.

Esa es otra cosa bonita de Filgua. No es solo un lugar o un momento en el año para vender libros; es un punto para el encuentro. Desde los niños que vienen con ilusión porque fueron premiados con venir a la Feria, para motivar su interés por la lectura, hasta personas ya interesadas en diferente gradiente, convergemos en ese espacio anual a favor de la lectura. Gente que quisiéramos que la cultura y el acceso a bienes y servicios culturales fueran política pública prioritaria y un ejercicio básico de derechos ciudadanos al alcance de todos.

¡Eso me gusta!, la noción de bien común que la Feria aporta: un espacio compartido del cual podemos —todos— disfrutar, indistintamente de nuestra capacidad adquisitiva, de nuestro género, edad, identidad y gusto literario. Una plaza literaria donde “cada quien deja de ser cada cual”, y todos somos bienvenidos, no solo aquellos que pueden pagar. Un lugar donde cada empresa editorial, cada librería une esfuerzos con los artistas y escritores nacionales para contar con un programa cultural y de reflexión literaria amplio y variado, que sea para el disfrute del diverso público que recibe la Feria.

Ya son 15 años de Filgua y lo que debiera ser ya un esfuerzo rutinario adoptado por el país sé que sigue siendo un enorme esfuerzo contracorriente que hace cada año la gremial de editores y gente que se mantiene afortunadamente empecinada en ese sueño de que la lectura nos hace más humanos, más ciudadanos, más conscientes de nuestro entorno y devenir compartidos. Cuando comenzó la Filgua, el Ministerio de Cultura y Deportes brillaba por su ausencia; veo que algo se ha caminado y ahora forma parte de quienes patrocinan este enorme esfuerzo.

Tal vez porque este primer semestre del año ha sido tan duro en términos políticos, económicos y, sobre todo, en términos humanos y sociales, siento que esta vez Filgua será, además, una especie de bálsamo; un oasis donde se pueda renovar el aliento de un futuro mejor, en medio del desierto en que se está convirtiendo el país. Por eso, desde esta tribuna, les aplaudo por seguir contracorriente. Por dar ese lugar a la gente que ya es reconocida en el mundo literario, pero que igual se emociona porque presentará su obra durante la Feria; a los nóveles autores nacionales y centroamericanos que presentarán aquí por primera vez su trabajo al público; a editores independientes y grandes y pequeñas editoriales consagradas allí presentes; todos, gente que sabe que va a contracorriente, en un medio hostil al pensamiento, a lo creativo, a lo innovador; gente que casi nunca logra vivir de su literatura, pero que igual sigue adelante, escribiendo, porque, sin ello, su alma se extingue. Y sin ellos, también la nuestra.

Prensa Libre


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