«Cantalao ayuda a entender el pensamiento político de Neruda»

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Por Daniel Cholakian – Nodal Cultura

Hace apenas un mes se presentó en Chile el documental “Cantalao. El secuestro de un legado” del cineasta Diego del Pozo.

La historia del proyecto de la Fundación Cantalao, que el documental presenta, es muy poco conocida. Neruda le dedicó sus últimos meses de vida y estuvo cerca de comenzar a construirse en los tiempos previos al sangriento golpe que derrocó al gobierno de Salvador Allende. Lejos de retomar este deseo del poeta, el abogado Juan Agustín Figueroa, cercano a Matilde Urrutía, viuda de Neruda, crea la Fundación Pablo Neruda, con el aval de la dictadura pinochetista. Figueroa queda entonces como Presidente vitalicio a cargo de todos los bienes y la obra del poeta. En 1992 Figueroa, ministro de agricultura del gobierno democrático, organiza el traslado de los cuerpos de Neruda y Urrutía a la casa de Isla Negra. De este modo su dominio sobre el legado de Neruda quedó legitimado en el marco de la democracia recién instaurada. El proyecto pensado por Neruda no llegó a concretarse.

Cantalao es un secreto para la mayoría de quienes conocen la obra de quien fuera uno de los más grandes poetas de América Latina y el Caribe.

“Acá en Chile tampoco se conoce la historia. Se supone que como Neruda es un poeta famoso mundialmente, la historia sería conocida. Pero cuando llegan las dictaduras hacen como las dinastías chinas, borran para atrás todo y empiezan desde cero la historia. Neruda, como otras figuras culturales, no tuvo herederos  y no puede defenderse de eso. Las generaciones futuras no siempre pueden preguntarse porque les ha llegado determinada imagen de alguien como, en este caso, Neruda. En nuestro país los programas educacionales todavía tienen una influencia muy fuerte de lo que dejó la dictadura de Pinochet. Las figuras como Gabriela Mistral o Neruda aparecen muy descafeinadas. Neruda es conocido como el poeta del amor, al que le gustaba la fiesta, coleccionaba caracolas y comía caldillo de congrio. Así se convirtió en una figura que no molesta ni a izquierda ni a derecha, insignificante para la discusión social. Todo esto muy sostenido por la fundación Neruda, que está validada por los gobiernos posteriores a la dictadura. Es un entramado que es muy difícil de romper”, comentó Diego del Pozo ante la pregunta de Nodal Cultura por lo desconocida que es la historia que cuenta el documental.

Diego del pozo foto

Esa descripción de cómo se mantiene este Neruda acartonado en Chile recuerda a la película de Pablo Larraín
El año pasado fuimos al Festival de Cine latinoamericano de Helsinki, en Finlandia, donde hicieron un foco sobre Neruda. Se presentaba la película de Larraín y también Cantalao. Ahí me vi un poco obligado a opinar sobre mi colega, cosa que no me gusta, porque tenemos cruces muy significativos en torno a Neruda. Su película habla de una figura que exactamente la que yo critico. Lo más fácil es tomar a Neruda, convertirlo en un machista, decir que es un ególatra y que su escape es una cuestión casi de aventura. La persecución que sufrieron los comunistas a finales de la década del ’40 en Chile fue una cosa brutal. Es un episodio muy oscuro de la historia del país, y mostrarlo casi como si fuera una fiesta, con Neruda pensando en que se va a ganar el Nobel y convertirse en una figura mundial, es una falta de respeto.

¿Cómo llegaron a conocer el proyecto Cantalao?
Llegué a través de un libro publicado en 2012, El doble asesinato de Neruda, del periodista chileno Francisco Marín y el mexicano Mario Casasús, que aparece en el documental. En la segunda parte de ese libro, él habla del proyecto Cantalao. Mario descubrió los estatutos de Cantalao y revivió esa historia. Ese fue el puntapié inicial. Me sorprendió mucho que jamás lo hubiera escuchado nunca, ni en mis estudios en la Universidad ni en mis propios estudios personales.
Cuando me enteré de esto, sentí que había que tener un acto de nobleza con Neruda. Si bien durante gran parte de su vida hizo campaña para llegar al Nobel, y ha tenido un fuerte culto a la personalidad, antes de ganar el nobel y de morir, de 1965 en adelante, estaba planificando otra cosa. Estaba cansando de ese culto a la personalidad y desarrolló la idea de la Fundación Cantalao, que no casualmente no se llama Fundación Pablo Neruda. No es parte del culto a la personalidad. Todo lo contrario, retoma el espacio de su novela de la década del ’20. Allí va a querer que lleguen los jóvenes artistas y científicos a inspirarse frente al mar, como ha sido su propia experiencia. Y quiere financiarlo  con el trabajo de toda su vida.
Yo lo encontré de una nobleza gigantesca. Cantalao ayuda a entender el pensamiento político de Neruda, que puede ser que haya sido dejado de lado a ratos, pero que vuelve con mucha fuerza al final de su vida y lamentablemente se ha mantenido ignorado.
Ese fue un primer acercamiento: cómo puede ser que nadie sepa que existe este proyecto de Neruda, que esté silenciado lo que él quería hacer con su legado. Casi nadie sabe que existe esa novela de Neruda tampoco. Es un espacio oscuro dentro de la literatura latinoamericana. Yo creo que también tiene que ver con eso, este Cantalao aparece primero ahí, en su propia inspiración literaria. Hay una mala lectura de su obra, y esto  también se refleja en una mala representación del final de su historia.
Cuando empecé a investigar un poco más, me di cuenta que los intereses de la Fundación Pablo Neruda, estaban detrás de mantener en la oscuridad este proyecto. Eso para mí es muy claro. El hecho de que al principio no me quisieran recibir, hacía evidente que eran conscientes de que hubo una manipulación de su parte.

Es interesante que él haya elegido el espacio de su novela joven para pensar el proyecto con el cual va a cerrar su vida.
Es muy interesante. Cantalao es una especie de Macondo de García Márquez o el Comala de Rulfo. El Cantalao es el espacio mítico creado por Neruda. Es un lugar, que a mi juicio, representa mucho de los intereses que luego se reflejan en la obra de Neruda. Está junto al mar, tiene un roquerío poderoso donde chocan las olas, donde se ve reflejado el espíritu del mar que está tan presente en su obra en general. Recuperar el espacio mítico literario para nombrar una fundación que mantendrá a los futuros creadores, es una idea que nos sorprende viniendo de un personaje como Neruda. Eso me permitió entender que la figura de Neruda había que empezar a deconstruirla. Había que cuestionar mucho de los discursos oficiales e ir paso a paso a reentender su biografía, para comprenderlo en su complejidad. Hay un montón de cosas que se empiezan a desprender a partir de esta investigación en torno a Cantalao. Yo ahora me siento más libre para recurrir a la historia oficial y decir, esto es una mentira enome, como tantas otras que nos han inventado.
La tesis que está detrás del documental, de por qué no se conoce Cantalao, es que la historia oficial es la historia de los vencedores y que hay una amnesia en torno a la historia que no se cuenta. El género documental tiene que cumplir el rol de recuperar las historias no conocidas. Son muchos NN las víctimas de las historias de los vencidos. Pero darse cuenta que esto le tocó incluso a figuras de la dimensión de Neruda, nos hace plantear todo nuevamente, en relación con las grandes escalas de la historia

¿En qué consistía el proyecto de la fundación Cantalao?
Cantalao era una residencia para artistas, científicos y poetas que iba a estar emplazada sobre un acantilado frente al Oceáno Pacífico y que iba a ser financiada en su totalidad por Neruda. Iba a tener un consejo administrativo formado por los rectores de las universidades más importantes de Chile, representantes de la sociedad de escritores y de la Central Única de Trabajadores. Ese consejo iba a estar a cargo de la residencia y de administrar todo el legado de Pablo Neruda. Dejaba en claro su voluntad de pensar en las futuras generaciones.

¿Por qué en el título de documental hablan del secuestro del legado de Neruda?
La palabra secuestro está en la bajada del título de la película, que se llama “Cantalao. El secuestro de un legado”. No es el secuestro del legado de Neruda, estrictamente, porque Cantalao y la historia de Neruda, nos sirvió para ensayar sobre la historia reciente de Chile.
Me parece que lo que sucedió con el proyecto, esta obra colaborativa y pensada a largo plazo, se alineaba muy bien con el proyecto que significaba la Unidad Popular y la revolución socialista democrática que estaba llevando a cabo Allende. Y la forma en que acaba Cantalao, con el golpe de estado y la muerte de Neruda a los 10 días, es también a mi juicio, como acaba este proyecto popular y como se destruyó la democracia.
Durante las décadas del ‘70 y el ‘80 se privatiza de alguna manera el legado y la figura de Neruda, sus bienes, creándose desde la oscuridad la fundación Pablo Neruda. Recordemos que tal cual existe hoy, fue fundada en 1987 luego de la muerte de su viuda, en plena dictadura y gracias a los contactos directos que tenía el albacea Juan Agustín Figueroa con la junta militar. Hubo una intervención directa de la junta militar en que se oficialice este discurso. Eso es lo mismo que pasó con constitución que tenemos hoy en Chile, que se instauró en 1980; es lo mismo que pasó con el modelo económico que tenemos hoy, fundado por los Chicago Boys por esos años; todo esto sucedió en el contexto de la dictadura.
Cuando se terminó, a principios de los 90, hubo una oficialización por parte de los gobiernos democráticos de todo el legado de la dictadura. El secuestro de un legado, no es solamente el secuestro de Neruda, sino también el secuestro del legado del porvenir de Chile. Que hayan sostenido el modelo económico y la constitución me parece gravísimo, pero me parece más grave el pacto de impunidad que se ha tenido con los militares violadores a los derechos humanos.

La película tiene en lo formal una profundidad cercana a lo místico, como si buscaran allí una verdad. Es contar Cantalao, pero es también contar a Neruda desde el lugar.
El espacio real sobre el que estaba proyectado Cantalao es un lugar sobrecogedor, es el lugar que está más adentro del Pacífico, por lo tanto cuando uno está ahí tiene una vista del Océano que es casi envolvente. Es como estar en el mascarón de proa del continente. Es realmente sobrecogedor y a uno le dan ganas de quedarse allí, y se entiende absolutamente porque Neruda pensó en ese lugar para situar su fundación. Lo que nosotros intentamos hacer fue hacerle justicia a Neruda, porque si lo que él quería era que los futuros creadores fueran a Cantalao y se inspiraran allí, nosotros intentamos hacer eso. Registramos Cantalao desde todas las perspectivas posibles. Con planos detalles muy poéticos, como la madera, como las odas materiales, la piedra; pero también desde el espacios, desde el aire, que te proponen unos puntos de vista contemplativos y a la vez reflexivos.
Teníamos material para hacer una película de 12 horas. Muchísimo. Estuvimos grabando casi 4 años. Pero teníamos el interés que la película no fuera para un público especializado. Tratamos proponer una dualidad entre este aspecto más artístico del documental con bastante de reportaje, que lo hace accesible.
Un aspecto que quizás no se perciba en la película, es que nos preocupamos de ir con todo el equipo más de una vez a Cantalao. Que estuvieran allí y que todos nos compenetráramos con el ambiente nerudiano de ese espacio. Antonio del Favero, y Felipe Cadenasso, que hicieron un gran trabajo con la música, que fueron premiados por ello, estuvieron allá y registraron el ruido del mar de Cantalao, los pájaros, el viento, y todos los sonidos, son de Cantalao mismo. Este ha sido un trabajo que tiene que ver con esa mística que tiene el proyecto. Nosotros, tratando de hacer honor a Neruda, intentamos hacerlo desde una globalidad.

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