El éxito de la sororidad

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El éxito de la sororidad

Por Julia González / Foto: Cecilia Salas

“Es como un cofre para los textos que a nosotras nos significan y guardan el conflicto de cada número”, dice Aldana Antoni sobre la publicación que, junto a Micaela Szyniak, quiso hacer para cruzar poesía y feminismo: la revista impresa Mi Gesto Pank. “Ninguna de las dos tenía un centavo para sostenerla; entonces, ¿en qué invertimos? En fuerza de trabajo”, cuenta Micaela, editora y directora. Para juntar el dinero hicieron fiestas en su casa, que actualmente funciona como librería y espacio alternativo de encuentro. Las fechas explotaron de gente, y así fueron juntando el capital. Entonces apuntaron a lo primero: pagar las notas a las autoras. Después, a pensar en la impresión. Confiaron en que conseguirían la plata haciendo las fiestas y siguieron adelante.

La concepción de Mi Gesto Pank se dio en el contexto de la reforma previsional, pertinente en el editorial. “Quiere decir que la crisis ya era bastante grande, así que este nuevo número inicia también sobre el avance de la crisis”, dice Aldana, diseñadora y directora del proyecto. Catorce autoras escriben sobre el éxito en el ámbito público y el privado, enmarcadas en once secciones. Es una delicia de textos creados por una generación de escritoras que ponen el cuerpo al movimiento de mujeres y disidencias y, a través de la poesía, expresan su forma punk, cruda y urgente de ver el mundo.

Una perlita: las traducciones de los textos de June Jordan, poeta negra, activista y bisexual, autora de Poema sobre mis derechos, entre otros; a cargo de Florencia Codagnone, periodista y poeta. Otra: la poesía El éxito de la amistad, publicada en las páginas finales, escrita en conjunto por Inés Acevedo, Gabriela Bejerman, Julieta Correa, Ana Inés López, María Lucesole, Elisa Palacio y Cecilia Pavón.

“Lo que pasó con esta revista, y que me resulta interesante, es que se termina generando una polisemia: el tema se abre como un arco, no como algo ya definido. Algunas de las personas que escriben interpretan el éxito como esta cosa del exitismo de la competitividad, y del otro lado está esa otra lectura de que hay un éxito colectivo”, destaca Micaela. Otro lo de los éxitos de la publicación son las ilustraciones a cargo de Antoni, que representan la pluralidad de mujeres.

¿Por qué hacer una revista?

Micaela Szyniak: Es algo caprichoso. Que se imprima es un gesto porque sí, un gesto punk. Aunque finalmente termina siendo redituable la impresión, y también le da otra consistencia, otro peso en el mundo.

Aldana Antoni: Además hay una intencionalidad de recuperar un soporte que fue para la literatura un espacio de intercambio, de encuentro. Y también queríamos que fuera una especie de diario íntimo, donde una pudiera volcar lo suyo. Y por lo general el diario íntimo está en papel.

Ayelén Cisneros, encargada de prensa y directora: El diario íntimo sigue teniendo cierto amor, cierta sustancia, queda en el tiempo.

La revista en sí es un gesto, un movimiento voluntario e inminente de una expresión nueva, como lo fue el punk en sus comienzos. El anarquismo, la autogestión, la independencia, el ateísmo y el nihilismo son algunas de las filosofías en las que se basa el pensamiento punk, nacido como rebelión frente a la grandilocuencia y complejidad de las bandas de rock de los ‘60 y los ‘70. En ese entonces, los jóvenes se alejaban del rock en busca de algo que pudieran palpar. Y por eso Mi Gesto Pank está escrita de manera coloquial, a fin de que, siendo una revista literaria, resulte lo más inclusiva posible. “El estilo es descontracturado. Eso está pedido: la bajada de línea es que nos interesa la perspectiva de lo que podés escribir, no lo que no podés”, dice Micaela.

En Mi Gesto Pank habla el movimiento de una generación que estuvo en ebullición durante un tiempo y ya se cocinó en las calles y los debates. El último, el del aborto legal, seguro y gratuito, tuvo como protagonistas a las pibas, que venían tomando fuerza años atrás, con los Encuentros Nacionales de Mujeres y las movilizaciones de Ni Una Menos. Si bien la pelea recién empieza, ya nada será como antes en materia de igualdad. “La primera nota de la revista, de Sol Seoane, lo revela: estábamos ligadas a cierto discurso peyorativo, donde cualquier cosa que hiciéramos iba a ser menor y no ibas a encontrar una mujer talentosa; de hecho, una mujer talentosa te sorprende”, dice Aldana y alude a cómo el movimiento Ni Una Menos rompió con el prejuicio y demostró la fuerza y el talento de las mujeres luchando no por el éxito personal sino por el colectivo.

“Eso me partió la cabeza. No hay duda de que las mujeres podemos todo porque estamos más organizadas que nadie. Y eso es lindo. Esta sería una pequeña cuna de poetas, un lugar donde expresarlo”, suma Antoni. Y Szyniak argumenta que hay un cambio significativo en cuanto a la creación de vínculos entre las mujeres, además de que existen redes de solidaridad que permiten otro despliegue emocional desconocido en su “vida pasada antes del feminismo”. ¿Había, entonces, vida antes del feminismo? La respuesta se está escribiendo. El número 2 de la revista ya está en proceso, y saldría hacia fin de año. “El tema es putas, también como una palabra conflictiva, independientemente del significado que cada una logre enlazar”, dice Aldana. También habrá astrología chamánica y zodiacal. Y el guiño no se detiene con estas mujeres pensando y escribiendo poesía en formato pank.

La revista Mi Gesto Pank, de 106 páginas, se consigue por 200 pesos vía mail ([email protected]) o redes sociales (@migestopank).

Página12

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