Colombia: Hay Festival trae cambio climático, feminismo y ciencia como ejes

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“En este mundo tan polarizado hace falta potenciar la cultura”: Cristina Fuentes La Roche

A finales de enero tendrá lugar la edición 15 del capítulo colombiano del Hay Festival, el más importante certamen de ideas del mundo. La edición de este año tendrá en el centro reflexiones sobre crisis climática, ciencia, política y cuestiones de género. Conversamos con Cristina Fuentes La Roche, su directora internacional.

El Hay Festival lleva 15 años celebrando las ideas de quienes se dedican al oficio de escribir y pensar un mundo cada día más complejo. Contrastando la primera edición del festival y la que se viene en 2020, ¿qué ha cambiado?

Empezamos como un festival con un foco muy literario y poco a poco nos fuimos convirtiendo en un festival de ideas, donde se tratan multitud de temáticas importantes para el mundo en que vivimos: ciencia, cambio climático, periodismo, activismo, la lucha por la igualdad de género y de las minorías, filosofía, pensamiento y la mejor literatura a nivel nacional e internacional. En estos 15 años el mundo ha cambiado de paradigmas. Por ejemplo, hay uno que está en proceso de ser deconstruido del todo: el de la diferencia por cuestiones de género. Los feminismos, cuyos planteamientos se habían ido definiendo a lo largo del siglo XX, han llegado para quedarse y para recordarnos que la búsqueda de la igualdad entre los géneros es positiva para todos y todas. También la idea del progreso como algo intrínsecamente bueno y lineal se está cuestionando; comenzamos a poner el cuidado del medioambiente por delante del desarrollo económico o industrial, y esto también es un cambio fundamental, clave si queremos conservar este planeta para las generaciones futuras. Estos grandes temas se ven sin duda reflejados en la programación del festival más que antes.

¿Cuál ha sido el reto más grande en ese cambio de enfoque hacia que la gente no perciba el Hay solo como un festival literario?

Este cambio se ha dado progresivamente. Yo creo que cada festival tiene su propia alma y fue el mismo público el que fue pidiendo diversidad con su reacción positiva y masiva a los nuevos temas que íbamos presentando. Fue interesante traer a los negociadores de la paz cuando estaban todavía en conversaciones en La Habana para hablar con el público casi por primera vez. Lo mismo traer a Thomas Piketty a debatir sobre cómo crear un mundo menos desigual en una de la ciudades más desiguales de Colombia o a activistas como Nadia Tolokno de Pussy Riot. Vivimos en un momento complejo y hace falta no solo crear, sino mantener espacios para la conversación y la pluralidad del pensamiento.

El modelo del Hay Festival ha querido alejarse del tradicional modelo de la feria del libro hispana. ¿Cómo contrasta el modelo del Hay con ese modelo que domina en los eventos de pensamiento en el continente?

Hace quince años, cuando comenzamos a llevar el Hay Festival a ciudades de América Latina, el modelo que imperaba en las ferias de libro era el de un recinto de venta de libros y presentación de novedades literarias. No se estilaba en general la presentación de debates,  charlas, encuentros que fueran más allá de los libros del momento, así que el Hay Festival fue un modelo novedoso, donde el foco principal se ponía en los escritores y sus ideas. Aunque se vendían libros después de las charlas, lo principal era la conversación. Hoy en día las ferias han cambiado mucho y casi todas tienen una programación cultural estupenda y diversa que complementa el aspecto comercial. Han proliferado, además, los festivales de literatura e ideas en todo el continente, un fenómeno del que hemos sido en parte catalizador, lo que nos alegra y enorgullece.

La sostenibilidad de un proyecto tan ambicioso y de tan gran envergadura como el Hay debe ser un tema difícil. ¿Cómo se sostiene el Hay y qué pueden aprender otros festivales más pequeños del éxito de su modelo?

Hace falta una gran coalición de apoyos públicos, privados, mediáticos, institucionales y de multitud de embajadas y organismos gubernamentales, que deben compartir nuestra visión y plantear apoyos a largo plazo. Para que un festival deje un legado real y tangible en el país donde esté, lo importante es la sostenibilidad en el tiempo: que se convierta en un punto de culminación o de comienzo de multitud de proyectos que duran todo el año, como el programa Crecer Leyendo de grupos de lectura que organizamos con la fundación PLAN en localidades de Cartagena o el concurso de cuento del Ministerio de Educación y RCN. En Colombia hemos encontrado un sector público interesado en sostener proyectos inclusivos y en llevar el Hay Festival a zonas desfavorecidas, y un sector privado que entiende el valor de la cultura para todos y el valor simbólico de estar asociada con ella.

Este año hay un fuerte énfasis en autores y conversaciones sobre ciencia y medio ambiente. ¿Por qué decidieron apostarle a esta línea temática? ¿Cuáles son los nombres fundamentales del Hay 2020 para entender esa discusión?

La preservación del medio ambiente y de nuestro planeta, buscar maneras más sostenibles para la producción y para la vida de las personas, es uno de los grandes retos de nuestros tiempos. Trataremos de acercarnos a este gran reto a través de la participación de invitados como el antropólogo y etnobotánico Wade Davis, quien hablará sobre su libro ampliado El río: Exploraciones y descubrimientos en la selva amazónica; el estadounidense David Wallace-Wells conversará sobre El planeta inhóspito: La vida después del calentamiento, que pone en contexto las urgentes dimensiones de las amenazas del cambio climático para la vida en la Tierra; también de Estados Unidos, la divulgadora científica Jennifer Ackerman que narra sus hallazgos sobre la sorprendente inteligencia de las aves, y Alexander Antonelli, director de ciencia en Kew Gardens (Reino Unido), abordará problemas del mundo actual  que pueden ser solucionados si miramos a las plantas y sus propiedades.

Sobre ciencia, el aclamado científico Christophe Galfard hablará sobre la figura de Einstein y el divulgador científico Philip Ball sobre Cómo cultivar un ser humano, trabajo que se basó en un experimento realizado con su propia piel. Junto con el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural del Reino Unido, el Hay Festival traerá a Colombia el programa Trans.MISSION II, una iniciativa que busca reunir a personas del mundo de la cultura y de la ciencia. En este caso, el escritor Juan Cárdenas y los científicos France Gerard, Naomi Millner y Piran White, que han colaborado para crear una pieza de trabajo original que explorará las problemáticas en torno a sistemas socioecológicos en las regiones de Boyacá y Cundinamarca. Importante también la presentación que realizará dos líderes comunitarios colombianos, Jonathan Luna e Isabel Cristina Zuleta, sobre su trabajo por la defensa del territorio.

Muchos de los invitados son figuras inesperadas: no pudo llegar J Balvin, pero era una de las apuestas fuertes. ¿Qué dice una figura como él sobre el mundo actual y por qué quisieron invitarlo?

En el evento inaugural siempre presentamos personajes que representan un interés cultural más amplio, acercándonos al mainstream desde sus mejores exponentes. Quisimos en esta edición que fuese J Balvin como fenómeno cultural, no sin controversia, y además como ejemplo de superación a nivel laboral y vital; esperamos que nos pueda acompañar en otra ocasión. Estamos emocionados con la charla inaugural de esta próxima edición con dos grandes del cine, la actriz española Maribel Verdú. Una invitada de lujo.

Se reveló recientemente que otra invitada principal es Dilma Rousseff, un personaje que ha estado en el corazón de intensas discusiones políticas en la región. ¿Por qué decidieron que fuera una de las invitadas centrales del festival?

Es un honor contar con Dilma Rousseff en conversación con Javier Moreno, el editor de El País Américas, para hablar sobre lo que está pasando con la izquierda en América Latina en específico y del mundo en general y de los retos que tiene por delante. Es una expresidenta de gobierno con una larga carrera política y como activista que tiene mucho que contar. Vivimos en tiempos de polarización política extrema y creemos que es fundamental para romper con estas diferencias el poder conversar desde diferentes perspectivas con los espectadores. Se habla de política desde el pensamiento; lo político está en todo. Sin duda alguna, la forma y modelo de gobernabilidad de nuestros sistemas políticos, así como los retos del sistema democrático, tienen que estar presentes en un festival de ideas.

Otro de los ejes que parece estar en el centro es la discusión sobre las mujeres: las preguntas por el género y el feminismo. Figuras como Margaret Atwood permiten abordar y complejizar ese debate. ¿Cómo responde el Hay a ese contexto en el que la discusión sobre las mujeres en la literatura y el pensamiento es cada vez más fuerte?

Es un verdadero lujo contar con Margaret Atwood, quien cuenta con una larga trayectoria literaria, libros leídos por millones de personas, un reciente Booker Prize y la adaptación para televisión de El cuento de la criada, que ha hecho llegar el imaginario crítico de Atwood a todavía más personas. Nos parece fundamental este tema, otro de los grandes retos de este siglo, la búsqueda de la igualdad entre los géneros, un tema que tratamos siempre directamente a través de charlas y debates y de forma transversal en todo el festival. Este año hicimos el ejercicio de contar participantes por género y nos alegró comprobar que hay paridad en la programación.

¿Cuál puede ser el papel de la cultura, el arte y el pensamiento en una región como Hispanoamérica, donde se ha visto el regreso de grupos de extrema derecha, líderes conservadores y focos de intolerancia frente a la diversidad?

En este mundo tan polarizado y con los auges de los extremos, de las noticias falsas, del populismo, hace falta proteger y potenciar la cultura más que nunca. La cultura es lo que nos hace pensar y la que nos ensancha y amplía nuestras miras y nos hace cuestionar el mundo en que vivimos. Creo que nuestra labor se hace más apremiante que nunca: crear espacios para la conversación, para potenciar intercambio y generar pensamiento plural y crítico, y también para celebrar lo mejor de la literatura y pensamiento.

Uno de los retos que tiene el Hay es que la gente deje de verlo como un evento de élite. ¿Qué estrategias están generando para hacer frente a estos cuestionamientos?

Esta ha sido una de nuestras prioridades desde siempre: queremos crear eventos inclusivos para todos los públicos. Cartagena de Indias es una ciudad difícil, es una ciudad muy dividida socialmente. Empezamos desde el primer año sembrando semillas con el programa del Hay Festival Comunitario, creado junto a PLAN, los primeros años dirigido a niños y niñas de zonas vulnerables de la ciudad, que se celebrará no solo durante el festival, sino con actividades durante todo el año. Desde hace ya diez años, con apoyo de la Alcaldía y de la Gobernación, programamos eventos gratuitos con nuestros invitados no solo para niños, sino para la población general en multitud de localidades no solo de Cartagena sino de toda la región Bolívar (El Pozón, San Fernando, El Guamo, Santa Rosa del Sur, Arjona, Santa Rosa de Lima, San Jacinto, Santa Rosa de Lima, Regidor). Más de un 40% de lo que hacemos sucede fuera del centro amurallado de Cartagena de Indias y es una labor importantísima que a veces es visibilizada por la prensa, pero que sucede y genera un impacto real. Nos toca repensar formatos e invitados para llegar a jóvenes y públicos no obvios, y esta es una labor continua, parte muy importante de nuestra misión.

Además del Hay en Cartagena, están apostándole a otros lugares como Jericó. ¿Cómo fue el balance de la edición de este año y cuáles son sus principales apuestas para el 2020 en sus otras sedes?

El Hay Festival Jericó fue sorprendente por la audiencia masiva, participativa y muy diversa. Este pueblo antioqueño es una maravilla y perfecto para el encuentro, y el programa era potente e interesante, pero el público siempre es una incógnita y superó nuestras expectativas con creces. Nuestra apuesta es continuar en Jericó [del 25 al 27 de enero de 2020], con el Hay Festival Medellín, que cada año atrae a más público y se ha convertido en una parte fundamental de nuestro trabajo en Colombia, y seguir ampliando el programa del Hay Festival en todo Bolívar. Seguiremos ofreciendo streaming de algunas de charlas y noticias a través de nuestra página web y los audios de las charlas y podcasts se podrán disfrutar tras el festival. Todo con la misión de llegar a la mayor cantidad de gente posible.

Revista Arcadia

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