Retos del cine ecuatoriano para 2016

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Las salas comerciales terminan el año 2015 con la impronta de Star Wars a escala mundial y la expectativa por las producciones nacionales parece haberse reducido pese a que el trabajo en el sector cinematográfico es constante.

A mediados de 2013, la cifra promedio de espectadores por estreno de un filme hecho en Ecuador era de 40 mil personas, cifra que tendrá que reverse en 2016, año que quizá no cuente con los incentivos a la producción fílmica dadas las condiciones económicas del país.

En las grandes salas, dice el director ejecutivo del Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine), Juan Martín Cueva, “se mantuvo la tendencia a arrinconar la producción no hollywoodense a los márgenes más estrechos del negocio”.

La estrategia del sector fílmico de frente a estas condiciones tendría un doble enfoque: “hacia el circuito comercial, (consistente en) mejorar las condiciones en las que llegan las películas ecuatorianas a la cartelera” y “hacia las otras ventanas: tenemos la idea de armar ‘Territorios de Cine’, un sistema nacional de difusión”, señala Cueva.

La primera parte del proyecto  fue planteada a los exhibidores y se implementará desde 2016: “daremos un estímulo automático a las películas ecuatorianas que demuestren cumplir con una serie de parámetros de calidad técnica y que tengan una estrategia coherente para un estreno exitoso -dice el cineasta-”. La planificación, promoción, marketing, manejo de medios será considerada. “Posiblemente esto haga que disminuya la cantidad de películas que lleguen a la cartelera, pero las que lo hagan tendrán una mejor gestión, un manejo más profesional y con ello, las posibilidades de atraer un público más numeroso a las salas”.

‘Territorios de cine’ daría un segundo aliento a las películas que tuvieron un estreno comercial, y ampliaría el acceso a la diversidad de la producción a una población mayor, incluso para las obras que no pasan por las grandes salas y usan espacios alternativos.

La autogestión en el proceso de producción fue una constante en la producción del largometraje ‘Vengo volviendo’ (Gabriel Páez, 2015), por ejemplo, que el pasado viernes 16 de octubre, llegó a los cines de Quito, Guayaquil y Cuenca.

Al estreno le antecedió la transmisión, por Ecuador TV, de una serie sobre su producción. “La idea -le contaba Páez a este diario, durante el estreno- fue hablar sobre el rodaje y, a inicios de 2016 seguiremos viajando por otras ciudades del país, incluso con proyecciones fuera de las salas de cine”.

El público de ‘Vengo volviendo’  -un largometraje basado en las historias orales de jóvenes azuayos- crecía en cada parada y recorrerá Uruguay, Chile, Brasil, México, Colombia y Argentina con el lema ‘Las salas llegan al público’ que llevan a cuestas la red internacional de cine Ecocinema, a la cual Filmarte representa en el país desde 2014. La primera experiencia de este proyector viajero tuvo lugar en la provincia de Santa Elena, adonde acudieron hasta 5 mil personas a una de las funciones que se realizaron en sitios no tradicionales.

“Nuestro mayor público está donde fue filmada la película -indica Páez-, por eso hemos armado un tour por Azuay con este sistema”, un carrito que tiene paneles solares para cargar las baterías que les permitieron hacer las proyecciones en los dos últimos meses de este año.

“Queremos abrir una nueva ventana de exposición para la gente, comunidades que no dejan de tener curiosidad y ganas de ver este tipo de contenido, uno que no siempre está a su acceso. En Ecuador, el 20% de la población accede a las salas de cine, el 80% no vería esta película si no nos acercamos a ellos a través de estos espacios alternativos”, explica el cineasta quiteño.

Cueva califica al de ‘Vengo volviendo’ como un caso particular: “alcanzó un público importante en la Sierra sur y fue hecha de manera participativa, involucrando en todas las etapas a las comunidades en las que se filmaba”.

Esa participación colectiva haría de la escasez de sonidistas y directores de fotografía se supla con talleres, aplacando la “sobrepoblación de directores de cine” que, en cuanto a los profesionales de la producción, ha mencionado la productora cinematográfica y crítica Isabel Carrasco -quien trabajó en los largometrajes ‘Sin otoño, sin primavera’ y ‘La bisabuela tiene Alzheimer’-. Una abundancia que “no es sana para el desarrollo de una cinematografía” y que tendría un posible cambio en manos de las universidades e institutos que le han dado un espacio a la formación de realizadores cinematográficos y audiovisuales en el país.

El público como presencia invisible durante la producción cinematográfica

La guionista, productora y directora de cine Gabriela Calvache le reserva un espacio especial a los espectadores que su trabajo pueda tener en cada momento de la realización. “La cantidad de público del cine ha variado a escala mundial”, señala, “es algo que tiene que ver con una oferta, demanda y, en general, la exhibición de películas dentro y fuera del país, las cuales pueden verse en internet ahora”, algo que, incluso, ha cambiado las dinámicas de recepción televisivas.

Sin embargo, Calvache hace una constatación que suena optimista: “hoy más que nunca en la historia de la humanidad se hace cine porque se abarataron los cortos de producción, incluso se democratizó ese proceso, pero eso tiene sus consecuencias, como la ampliación de un espectro o la abundancia de películas y, cuanto más se hacen, lo malo también puede multiplicarse”.

‘La mala noche’ -proyecto que obtuvo la beca Cannes Attendance Support del Mercado de Cine del Festival de Cannes 2013- es una coproducción mexicano ecuatoriana en que la cineasta ambateña trabaja con el productor Geminiano Pineda, quien se ocupa de la difusión, en América Latina, a través de Cine Caníbal. El rodaje está previsto para el segundo semestre de 2016.

‘Alba’, dirigida por Ana Cristina Barragán y producida por Isabella Parra, fue una de las 6 obras elegidas por el fondo holandés Hubert Bals este año y, en la última etapa de su producción, Caleidoscopio Cine hace una campaña de crowd funding de la que se puede saber en alba-pelicula.com.

La película es de Micaela Rueda

El próximo año aparecerá UIO sácame a pasear

UIO sácame a pasear, película que fue ganadora de la primera entrega del Fondo de Fomento Cinematográfico 2014 (categoría de posproducción) -aborda la atracción que sienten dos mujeres que van construyendo su identidad mientras se van (re)conociendo-.

El filme, dirigido por Micaela Rueda, es una de las películas que se estrenará el próximo año. Actualmente UIO sácame a pasear se encuentra en etapa de posproducción. La película, para Rueda, le ha significado un proceso constante de reescritura, que lo realiza junto a la cineasta Amaia Merino, codirectora del documental Asier Eta Biok.

Publicado en El Telégrafo
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