Argentina: 15 años del CCC

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Ayer se realizó la presentación de la programación  2017 del Centro Cultural de la Cooperación (CCC) que depende del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. La presentación coincidió con la celebración de sus 15 años de vida, durante los cuales se fue transformando en un punto importante de irradiación cultural. El gran edificio donde funciona, en la Avda. Corrientes al 1500 comenzó a construirse en 2001, un año nefasto para los argentinos, que dejó un tendal de desocupados, pobres y empobrecidos.

Sin embargo, su fundador, Florial Gorini y quienes lo secundaron en esta empresa, desafiaron la realidad adversa convencidos de que la producción cultural es un arma eficaz de resistencia y de lucha. A quince años de su fundación, la situación nacional muestra inquietantes similitudes con aquellos tiempos y el CCC redobla su apuesta.

A través de un video se presentaron las diversas áreas que confluyen en el proyecto, desde la producción artística a la investigación. Su director artístico, Juano Villafañe, se refirió a la tarea que viene desarrollando el CCC y la que desarrollará en medio de la nueva crisis que atraviesa el país y ante lo que calificó como una verdadera “emergencia cultural”. “La emergencia cultural que estamos viviendo –dijo- tiene que ver con el modelo neoliberal y la restauración conservadora que se está aplicando en la cultura. En otro campo, podemos mencionar también el deterioro de los grandes contratos sociales que tuvo la Argentina como la educación pública y gratuita que ha sido una de las grandes reivindicaciones de la sociedad, paradojalmente desde la generación del 80. También asistimos al deterioro de otro contrato fundamental de la sociedad que son los Derechos Humanos. La relación entre la sociedad, el Estado y los poderes se ha deteriorado muchísimo en ésta área que en los últimos años fue un ejemplo ante el mundo.”

Villafañe señaló además que en el gobierno anterior la Secretaría de Cultura tenía un presupuesto de 0,16 por ciento cuando la UNESCO propone como objetivo un porcentaje del 1 por ciento. Cuando se creó el Ministerio de Cultura que fue una gran reivindicación para todo el sector cultural del país, el presupuesto cultural se triplicó. Este año, el presupuesto de Cultura no va a alcanzar para cumplir los objetivos del Ministerio previstos para este año.

“Hoy –afirmó- no alcanza con resistir, no alcanza con dar testimonio, no alcanza con confrontar. Pensamos entonces que desde el trabajo de Centro Cultural de la Cooperación y desde el trabajo unitario con otros colectivos culturales debemos ofrecer una agenda nueva y alternativa para la cultura. En este sentido, Luis Sanjurjo, del Observatorio de Culturas Políticas y Políticas Culturales del CCC da cuenta de un trabajo territorial, de una diplomatura en gestión y derechos culturales que trabaja en redes y tiene enclaves en diversos territorios con el respaldo de universidades, sindicatos y municipios con los que también se realizan acuerdos. Según lo explicó muy bien Jorge Dubatti, desde el Área de Investigación de Ciencias del Arte (AICA) este año, en el campo teórico nos interesa llevar adelante como agenda una investigación sobre el neoliberalismo y el arte. Para el 22 de mayo estamos preparando un encuentro de colectivos culturales en el Centro Cultural Paco Urondo de la Facultad de Filosofía y Letras con el fin de generar una serie de discusiones que debemos enfrentar hoy en el país tanto en la cultura como en la economía, la sociedad y la política. Vamos a trabajar para llegar a septiembre con un gran congreso nacional de cultura. El 20 de mayo se realizará en Santa Fe un plenario con más de cien gestores y secretarios de Cultura de la provincia y los municipios para discutir una ley de Cultura orgánica y distinta para confrontar con lo que sería una ley de mecenazgo a nivel nacional. También vamos a colaborar con el Frente de Artistas y Trabajadores de las Culturas para presentar en la Cámara de Diputados el próximo 5 de junio a las 13  el anteproyecto de Ley Federal de las Culturas, una ley orgánica, con un nuevo presupuesto que garantice en los gobiernos de las culturas tanto nacionales como provinciales la participación de los trabajadores de la cultura, de los artistas y de los intelectuales en esos gobiernos.”

A continuación ocuparon el escenario de la Sala Solidaridad para ofrecer su palabra, gente de diferentes ámbitos de la cultura ligadas al CCC a través de su trabajo. Entre ellas se encontraba la actriz Cristina Banegas. “Recuerdo que en 2001 -dijo- el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos convocó a varios teatristas entre los que me encontraba yo para charlar sobre este espacio que se estaba construyendo sobre el fondo de esa catásrofe que fue el 2001, esa crisis extraordinaria que atravesó la Argentina. Ahora estamos otra vez en otra crisis extraordinaria, de modo que estamos otra vez aquí. Es más difícil organizarnos cuando lo que tenemos delante es de una impunidad, de un cinismo, de una ferocidad tan elocuente como todo lo que está haciendo el grupo de tareas que es este gobierno. Es vital que estemos juntos, que estemos conectados, que estemos movilizados porque éste es, una vez más, un punto de inflexión en nuestra historia, un punto de destrucción. Creo, como dijeron antes, que la resistencia no alcanza, que hay que hacer muchísimo más que resistir. Hay que organizarse, hay que accionar, hay que hacer muchas cosas. Así que espero que todos contemos con todos para estar juntos en esta batalla cultural.”

Cerró el acto el director general del CCC Juan Carlos Junio, quien recordó que hace quince años el fundador de la institución hacía público su deseo  de crear “un centro de la cultura crítica, con una perspectiva de izquierda para hacer un aporte a la cultura argentina, para contribuir a la batalla cultural que se libra en el mundo entero y también en nuestro país, a la batalla por las ideas, por los valores, por los símbolos. Lo que se expresa luego en la economía y en la política está ligado al triunfo o a la derrota en materia de símbolos e ideas que es lo que hace, en definitiva, que los ciudadanos, que los pueblos, acepten o rechacen determinados proyectos políticos y sociales.”

La presentación, que tuvo un público multitudinario que desbordó la sala mayor del CCC y que siguió las alternativas del acto desde el hall de ese espacio, culminó con un brindis. La profunda crisis que enfrenta el país fue no sólo el telón de fondo de quienes tomaron la palabra durante la presentación, sino también el comentario de todos los asistentes. El sabor amargo que deja la realidad política y social que se vive hoy fue mitigada por el clima esperanzador del acto que no se basó en palabras vacías ya que el CCC, nacido en la esfera de los proyectos cooperativos, demostró en sus quince años de vida la fuerza que puede tener un colectivo cuando el objetivo el claro y se trabaja en conjunto para llegar a él.

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