La comida como relación de poder en una muestra colombiana

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A pesar de ser algo rutinario, a pesar de que pocas veces pensamos de dónde viene, cómo llega a nuestros platos, cuáles han sido sus procesos y recorridos, la comida está conectada con problemáticas y asuntos sociales, culturales, de distribución geográfica. En suma, con relaciones de poder.

“La expresión ‘A seat at the table’ (Un puesto en la mesa) es usada para referirse a la posibilidad de hacer parte de un grupo y de tener poder para tomar decisiones dentro de él. La mesa es una metáfora en la que se articulan juegos y relaciones de poder. El lugar que se ocupe en esa mesa —encima, alrededor o fuera de ella— representa el lugar que se ocupa en el mundo como presa o como predador. Como el que puede comer y participar, el que es comido o el que lleva la comida a la mesa. Ese puesto se refiere a la manera en la que, desde el Neolítico hasta hoy, la comida ha estado estrechamente vinculada con el poder sobre el otro (humano o no) y ha determinado la distribución geopolítica del mundo. Quién explota y quién es explota­do. Quién se come a quién”, dice Alejandra Sarria en su texto curatorial.

Esta exposición colectiva es, entonces, justamente sobre eso: sobre la comida como un territorio donde confluyen diferentes fuerzas y relaciones de poder, y reúne a 14 artistas del país y del exterior que han trabajado con anterioridad en su obra el tema de la comida en relación con esas problemáticas –porque todo, en realidad, está conectado–.

La apropiación de la tierra, su injusta distribución (en países como Colombia), el control de las semillas, su alteración genética, el medioambiente, la domesticación de seres vivos, la explotación laboral, el desplazamiento, la categorización de funciones y roles sociales, políticos y de género, la cosificación de la comida, el desperdicio son temas que aparecen en las obras de esta exposición.

La muestra, en la que predomina el formato del video, se inaugura hoy, 30 de agosto, a las 7:00 p.m. en Espacio Odeón, y estará abierta al público hasta el 10 de octubre.

El video que compartimos, Monster, es de Jeremy Hutchinson (Londres), uno de los artistas que expone. La pieza es un comentario a la explotación en el Tercer Mundo, y sobre todo a la automatización tecnológica del trabajo; a cómo la tecnología hace a los seres humanos obsoletos. Eso conlleva a situaciones de marginalización aún peores para los trabajadores.

El video muestra una fábrica de maní en el Medio Oriente, pero a pesar de que las máquinas están funcionando y los trabajadores está trabajando, el maní nunca aparece.

Publicado en Revista Arcadia
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