Cura para la cruda: un octavo de aguardiente y un caldo que incluya casi media fauna marina -pescado, camarones, cangrejos, caracoles- con cebollas y ajos.
Memorias y beneficios de un caldo pleno de sabores y aromas, con el que la abuela curaba deliciosamente la resaca o cruda y dejó un gusto imborrable en el paladar del nieto.